Hola amigos y amigas,
Acá de nuevo nosotros, Paula “Poli” Sabatés y Emiliano Gullo,
en una semana especial para nuestra región. El martes hay elecciones en
Estados Unidos y, más allá del resultado para ese país, la votación
tiene alcances para todos los nuestros. ¿Qué podría pasar con América
Latina si gana Donald Trump o Kamala Harris? Algo de eso vamos a
intentar responder hoy de la mano de un especialista en la materia.
Además: Uruguay va a balotaje, Argentina y España normalizan relaciones
diplomáticas y Venezuela y Brasil discuten por los BRICS+. ¡Acompáñenos!
En Foco
Esta
semana decidimos tomarnos una licencia geográfica y de formato para
hablar de lo que sin duda es el acontecimiento político del año: las
elecciones presidenciales en Estados Unidos. Pero nos mantendremos en
los bordes de nuestro tema para analizar qué implicaciones tienen estos
comicios para los países de América Latina. Hablamos con Leandro
Morgenfeld, docente de la Universidad de Buenos Aires, investigador del
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina y
coordinador del grupo de estudios sobre Estados Unidos del Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
¿Qué impacto tiene para América Latina en general las
elecciones en Estados Unidos? ¿Por qué hay que mirarlas con mucha
atención?
Alguien dijo alguna vez que todos los ciudadanos del mundo deberíamos
votar en las elecciones de Estados Unidos porque eligen un gobierno para
ese país, con influencia en todo el mundo, pero en particular en
América Latina. ¿Por qué? Cuando en 1823 se planteó la doctrina Monroe,
Estados Unidos estableció que ellos tendrían influencia en todo el
continente. Hay claves de su política hacia América Latina y el Caribe
que tienen que ver con sostener esa posición dominante, con asegurarse
que no haya otros poderes extremiféricos que desafíen su hegemonía en la
región. El problema ahora es que Estados Unidos está en un momento de
declive hegemónico a nivel global y que en los últimos años creció
muchísimo la presencia de China y otros actores en América Latina. Eso
hizo, por ejemplo, que la jefa del Comando Sur, Laura Richardson,
tuviera en los últimos dos años un elevadísimo perfil visitando muchos
países y presionando a los gobiernos para que no profundicen en acuerdo
con el grupo BRICS en general.
¿Puede haber mucha diferencia si gana Trump o Harris?
Hay diferencias, si bien también hay elementos muy fuertes de
continuidad. En los últimos años, las administraciones demócratas, sobre
todo en el período de Obama, tuvieron más que ver con lo que se llamaba
smart power, que consiste en apelar a los organismos
multilaterales y plantearse como un gobierno que promueve la democracia,
los derechos humanos y la libertad a través de instancias como la OEA o
la Cumbre de las Américas, entre otras. Trump, sin embargo, apeló a una
política que denostó a los organismos multilaterales y primó una
negociación bilateral con cada país de la región. Además, en ese
gobierno, Estados Unidos militarizó su política exterior, cediendo la
direccionalidad de la política hacia la región al Departamento de
Estado, al Pentágono, a las Fuerzas Armadas, a los organismos de
inteligencia, al Comando Sur. Y volvió a ser muy duro con gobiernos no
alineados, en particular con Cuba y Venezuela. Por otra parte, salvo por
una visita a Buenos Aires por menos de dos días para asistir a la
cumbre del G20, Trump nunca visitó la región, a diferencia de lo que
habían hecho todos los presidentes de Estados Unidos en las últimas
décadas.
¿Para qué países sería más definitorio que ganara uno u otro candidato?
Por ejemplo a México, si gana Trump, lo afectaría por un lado en la
negociación por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, ya que
el republicano pondría condiciones más duras contra México, y por otro
lado por el tema migratorio, uno de los ejes del discurso de Trump. Eso
también afectaría a varios países de Centroamérica, porque si los
migrantes no pueden fluir van a generar una olla de presión y una crisis
humanitaria. Muchos de esos países además se verían influidos por el
tema de las remesas, porque varios tienen un ingreso muy importante para
sus economías de divisas que vienen de ahí. Pero también sería una
afectación para todos los países de Sudamérica, porque Trump promete
incrementar la guerra comercial que empezó contra China y otros países
en el 2018 y esto tiene que ver con una política proteccionista. En el
caso de Argentina, por ejemplo, se vería afectada porque históricamente
la política proteccionista norteamericana influyó en las exportaciones
agrícolas como la carne o como los limones, pero también del acero o del
biodiesel. Y, por otro lado, un triunfo de Trump empoderaría a las
ultraderechas en la región, sobre todo a Bukele en El Salvador y a Milei
en la Argentina. En cambio un triunfo de Kamala Harris dejaría muy
aislados a estos gobiernos.
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