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Macri viajará a
Norteamérica para reunirse con los popes de Wall Street y con el jefe del
Tesoro de EE.UU, a quien le pedirá ayuda para evitar el default. "Eligió
un camino que ya nos llevó varias veces al desastre, que es alinearse con
EE.UU. no sólo desde el punto de vista económico, sino también desde el punto
de vista geopolitico y militar", remarco el especialista Leandro
Morgenfeld.
Macri necesita un
difícil financiamiento de EE.UU, pero Trump está inmerso en su propia situación
interna.
Mauricio Macri viajará
en septiembre a EE.UU. con la urgencia y la ilusión de obtener una ayuda
financiera del gobierno norteamericano para evitar un posible nuevo default o
cesación de pagos y llegar con aire a 2019. El historiador e investigador
Leandro Morgenfeld, especialista en las relaciones entre Washington y la
Argentina, afirmó que el hecho de que el Presidente haya decidido ir él a la
Asamblea anual de la ONU, y no la vice Gabriela Micheti como era el plan
original, es “una clara muestra de la zozobra de la economía argentina y de la
poca confianza que hay incluso en Wall Street” sobre el futuro del país.
“¿Por qué viaja Macri,
más allá de la razón oficial, que es asistir a las Asamblea de Naciones Unidas,
algo que en general no le interesa mucho? La acción relevante es reunirse con
los jefes de Wall Street y tratar de abrirle la mano al Secreterio del Tesoro
norteamericano para que salve a la Argentina”, señaló el también docente de la
UBA.
Para Morgenfeld, la
posibilidad de que Donald Trump asista financieramente al gobierno de Cambiemos
es remota y sólo podría vincularse a razones de geopolíticas o estratégicas
para los intereses de EE.UU. “Es muy complejo, muy difícil. Que el Congreso
norteamericano decida salir al rescate de un país como Argentina, sólo podría
explicarse por razones geopolíticas. Es decir, Macri pretende mostrarse como el
líder que puede evitar que la región vuelva a caer en lo que en los EE.UU
llaman ‘gobiernos populistas’ o ‘posneoliberales’. Ellos (por Cambiemos)
confían que EE.UU va a sostener económicamente a Argentina porque si Argentina
termina cayendo en un nuevo default, esto terminaría generando un efecto dominó
en la región”, explicó. Pero, continuó Morgenfeld, “es bastante improbable por
la situación política interna, más que en EE.UU. de acá a noviembre hay un
proceso eleccionario en curso, que el Tesoro norteamericano desembolse los 10 o
15 mil millones de dólares que ilusionan al Gobierno argentino y que le
permitirían llegar con algo de oxígeno al 2019”, sobre todo porque todos los
indicadores de la economía nacional lanzan destellos en rojo.
“Todo esto muestra el
fracaso de la política exterior y de la inserción internacional de Macri. Esta
necesidad que tiene de viajar casi de urgencia a los EE.UU. tiene que ver con
intentar destrabar un financiameinto externo para la Argentina, ante el
fantasma más temido que es caer en la cesacion de pagos”, subrayó el
entrevistado por el portal Al Revés.
Ningún número
tranquiliza
“Los números oficiales
que exhibe la economía son muy, muy preocupantes”, recalcó el historiador. “En
el Presupuesto 2018 se había proyectado una inflación de entre el 8 y 12% y
todos los analistas dicen que vamos a cerrar el año con más del 35%. Se preveía
un dolar a $19,30 a fin de año y ya lo tenemos acercandose a los 32. Se había
proyectado un crecimiento del 3,5% del PBI y hoy ya el ministro Dujovne
reconoció que la Argentina va a retroceder la actividad economica por lo menos
en un 1%, y sabemos que esas proyecciones optimistas suelen dar peores, tenemos
un desbalance comercial récord: el año pasado fue el mayor de la historia,
8.471 millones de dólares, y en los primeros siete meses del año ya tenemos un
75% más, por lo tanto vamos a terminar arriba de los 10 mil milones de dólares
de desbalance comercial”, se explayó.
“Caída de la
actividad, caída de los indicadores sociales, una disparada de la inflación,
fuga de capitales: ningún número que pueda exhibir la economía argentina
permite llevar tranquilidad a los inversores externos y esto hace que haya un
horizonte cercano bastante probable, o bien un default, cesación de pagos, o
bien la necesidad de volver a discutir un acuerdo con el FMI que se selló en
junio, hace apenas dos meses. Hoy ya reconoció Dujovne que tiene que pedir un
adelanto de desembolso del fondo de 3.000 milllones, y esto es apenas para
tapar agujeros de acá a fin de año”, alertó Morgenfeld.
Relaciones carnales
El especialista se
lamentó que de que Gobierno argentino, en lugar de lugar aunar posiciones con
el resto de los países de America Latina, para desde allí negociar con mayor
fuerza ante las potencias extrahemisféricas, “eligió un camino que ya nos llevó
varias veces al desastre, que es alinearse con EE.UU. no sólo desde el punto de
vista economico, sino también desde el punto de vista geopolitico y militar”.
Hace doce días,
resaltó, llegó a Buenos Aires “nada menos que el secretario de Defensa de
Trump, el jefe del Pentágono. Y hoy, en una visita menos publicitada, llegó la
visita del jefe del Comando Sur, con el que entre otras cosas están organizando
el operativo militar que van a hacer el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en
la Cumbre presidencial del G20”. “Todo esto habla del alineamiento del gobierno
de Macri con EE.UU. con la ilusión de que eso va a destrabar la llegada de
inversiones y de préstamos al país, la famosa lluvia de inversiones que no
llegó en los 31 o 32 primeros meses del gobierno”. “Lo único que hizo en la
Argentina después de 14 años es volver a subordinarse a las directivas del FMI
a cambio de un préstamo que en los hechos financió la fuga de capitales en las
ultimas semana y no pudo revertir la situación de violenta devaluación de la
moneda”, finalizó.
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