La canciller Cayetana Aljovín (cen.) anunció que Perú retiró la invitación
a Maduro de la Cumbre de las Américas.
El Grupo de Lima, del que forma parte Argentina, desconocerá la validez
de las presidenciales venezolanas convocadas para abril. El canciller de EE.UU.
visitó recientemente cuatro países de ese grupo pidiendo medidas contra Maduro.
Por Carlos Noriega (Página/12)
Un paso más en el proceso para buscar cercar al gobierno de Venezuela.
Una semana después de la gira latinoamericana del secretario de Estado
norteamericano, Rex Tillerson, en la que abogó –o más bien presionó– por
avanzar en medidas contra el gobierno de Nicolás Maduro, catorce países de la
región adoptaron ayer decisiones en esa línea. Reunido en la capital peruana,
el Grupo de Lima, del que forma parte Argentina, ha declarado que Maduro no
será bienvenido en la VIII Cumbre de las Américas, que se realizará en la
capital peruana el 13 y 14 de abril. Este grupo de naciones emitió un
pronunciamiento que desconoce la validez de las elecciones presidenciales en
ese país convocadas para el 22 abril y anuncia que ninguno de los miembros de
este grupo las reconocerá.
Cuatro de los países que forman el Grupo de Lima –Argentina, Colombia,
México y Perú– fueron visitados por Tillerson hace unos días, visitas en las
cuales el tema Venezuela y cómo cerrarle el cerco al gobierno de Maduro fue
parte central de la agenda. En esa gira, Tillerson elogió al Grupo de Lima y le
agradeció por sus acciones contra Venezuela. Días después, con su
pronunciamiento contra el gobierno venezolano, este frente de naciones contra
el gobierno chavista dio un paso más en esas acciones que agradan a Washington.
Buscando estrechar más el cerco a Maduro, la canciller peruana,
Cayetana Aljovín, anunció que su gobierno, con el apoyo del Grupo de Lima
expresado en la declaración emitida ayer, había decidido retirar la invitación
al presidente de Venezuela para asistir a la Cumbre de las Américas, invitación
que hace unos días Maduro anunció que había aceptado. “El gobierno de Perú, con
el apoyo del Grupo de Lima, ha decidido que la presencia de Maduro en la Cumbre
de las Américas ya no será bienvenida”, dijo la canciller peruana. Justificó
esta decisión señalando que en Venezuela no se estaba respetando la
institucionalidad democrática. La posible presencia de Maduro en la Cumbre de
las Américas fue uno de los temas en su reciente diálogo con Tillerson. La
decisión tomada de declarar su visita como no grata seguramente le ha caído muy
bien al secretario de Estado de Trump.
La declaración del Grupo de Lima expresó su “firme rechazo” a la
convocatoria a elecciones en Venezuela para el 22 de abril, señalando que esa
convocatoria se había realizado “unilateralmente, sin haber alcanzado un
acuerdo con la oposición” y que eso “imposibilita la realización de elecciones
democráticas, transparentes y creíbles”. Concluye que esas elecciones
“carecerán de toda legitimidad y credibilidad”.
En el documento de condena a Venezuela también se habla de violaciones
a los derechos humanos por parte del gobierno venezolano, se afirma que en ese
país hay “una crisis humanitaria”, se pide que se abra “un corredor humanitario”
para atender “con alimentos y medicinas” a la población. Firmaron esta
declaración los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia Costa
Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa
Lucía.
Esta nueva declaración del Grupo de Lima contra Caracas deja ver el
doble estándar de algunos gobiernos al momento de hablar de democracia, respeto
a la institucionalidad, represión, derechos humanos. Entre los firmantes de
esta declaración condenando a Venezuela por no respetar la institucionalidad
democrática está el gobierno golpista de Michel Temer. Sin inmutarse, y con el
aval de los otros once países del Grupo de Lima, el gobierno ilegítimo de
Temer, nacido de un golpe parlamentario, suscribe una declaración en defensa de
la democracia, en la que se pretende dar lecciones de comportamiento
democrático. Pero Temer es parte del club de la derecha alineada con Estados
Unidos y para él no hay condenas.
La declaración del Grupo de Lima desconoce las próximas elecciones
venezolanas alegando que no hay garantías de que sean realmente democráticas, y
entre sus firmantes está el gobierno del presidente hondureño Juan Orlando
Hernández, recientemente reelecto –a pesar de que la Constitución de ese país
prohíbe la reelección– en unas elecciones rodeadas de graves denuncias de
fraude, incluyendo un pronunciamiento de la OEA en ese sentido. Pero sólo hay
condenas para Venezuela. Otra vez el doble estándar.
El gobierno anfitrión de Pedro Pablo Kuczynski, un entusiasta aliado de
Washington y promotor de condenas contra Maduro, descalifica al mandatario
venezolano acusándolo de ser un dictador, de violar los derechos humanos y de
corrupción, pero hace poco indultó al ex dictador Alberto Fujimori, que había
sido condenado por crímenes de lesa humanidad y corrupción. Y el propio
Kuczynski está acusado de corrupción, cargos por los que el Congreso podría
destituirlo.
Entre los firmantes del pronunciamiento contra el gobierno venezolano
también está el gobierno de Macri, que suscribe un documento que se alarma por
los efectos sociales de la crisis económica en Venezuela y denuncia la
represión del régimen de Maduro, pero lleva adelante una política neoliberal
que está generando una seria crisis en Argentina y pone en marcha una política
represiva de mano dura.
En el Grupo de Lima, que podría llamarse Grupo contra Venezuela, las
posiciones están en la línea de Washington. Hay duras denuncias contra
Venezuela, pero silencio o aval para los graves problemas internos, que
incluyen abiertos atentados contra la democracia, de varios de sus países
miembros.
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