Base antidrogas. La ministra de Seguridad, Patricia
Bullrich, junto al titular de la DEA, Robert Patterson.
LA DEA Y HOMELAND INSTALARÁN UNA BASE OPERATIVA EN POSADAS
Por Fernando Oz (Ámbito)
Alguien le vendió humo a la ministra Patricia Bullrich y la
DEA aprovechó la ocasión. La idea de instalar una "task force" contra
el crimen internacional y el narcotráfico en la provincia de Misiones es vieja,
alucinada y ni siquiera resolvería el contrabando de productos baratos como las
zapatilla truchas que aún se venden en La Salada. Y la imagen de un analista
del FBI monitoreando a los militantes del Hizbulá que viven en la localidad
paraguaya de Ciudad del Este y en la brasileña Foz do Iguaçu desde algún búnker
en Posadas sólo puede ocurrírsele a alguien con exceso de series
norteamericanas por Netflix.
Viví cuatro años en la Triple Frontera, otros cuatro en la
ciudad de Posadas, y llevo 20 recorriendo cada centímetro de la extensa
frontera de Misiones. El día que se desmoronaron las Torres Gemelas en Nueva
York me encontraba en Ciudad del Este, comprando repuestos de computadoras a
unos comerciantes libaneses. Allí conocí contrabandistas de todos los colores,
espías de diferentes nacionalidades, buenos y malos integrantes de todas las fuerzas
de Seguridad, militares de inteligencia que apostaban fortunas en casinos,
aduaneros millonarios, políticos de nariz empolvada y ojos desorbitados,
vendedores de trotyl, falsificadores de pasaportes, chinos que traficaban
chinos, colombianos buscando nuevos talentos, las celdas que sabía tener la
casa que ocupó la Sección Triple Frontera de la División Unidad Antiterrorismo
(DUIA) de la Policía Federal en Puerto Iguazú tiempo después de los atentados
del 11 de septiembre de 2001. Y en el pie izquierdo tengo tatuados los pasos
ilegales de la frontera jujeña y salteña con Bolivia.
Hasta el día de hoy nadie pudo desmantelar ninguna célula
terrorista en Ciudad del Este ni en Foz. Para la mayoría de los ciudadanos que
profesan alguna de las dos principales variantes del islam -en especial para
los chiitas- en la región, el Hizbulá no es más que un partido político con un
brazo armado; incluso algunos libaneses con importantes intereses económicos en
Brasil y Paraguay lo comparan con los Montoneros y otros grupos armados del
peronismo de los 70. Pero hay otro dato, que las agencias de inteligencia saben
muy bien, la gran mayoría de musulmanes que viven en la Triple Frontera son
sunitas y no tienen nada que ver con el Hizbulá.
En términos geopolíticos, Misiones tiene todas las
característica de un Estado tapón. Se la podría comparar con Jordania, entre
Israel, Irak y Arabia Saudita, o como lo que fue Afganistán en épocas de la
India británica y el imperio Ruso. Para los espías, de varios países, Misiones
es una suerte de dormitorio, como lo fue Casablanca bajo el control del
Gobierno de Vichy. Misiones parece caerse del mapa argentino. Tiene 1.391
kilómetros de frontera, de los cuales sólo 124 lindan con el territorio
nacional; 900 con Brasil y otros 367 con Paraguay. Hay 34 pasos fronterizos, en
algunos casos son los puentes que cruzan sobre el cauce de los ríos quienes nos
indican dónde es allá y dónde aquí, en otros casos no es más que una simple
línea pintada sobre unas pocas cuadras que finalizan con montes hacia ambos
lados.
Los asesores de Bullrich deberían saber que Misiones no es
Colombia y menos México, que la mayoría de las drogas que ingresan al país lo
hacen a través del Puerto de Buenos Aires o en vuelos privados que aterrizan en
aeropuertos legales, y que jamás van a frenar el contrabando en un Estado Tapón
que surgió del contrabando. También deberían saber que logísticamente y
operativamente es más fácil custodiar los 124 km que tiene Misiones con
Corrientes y no los 1.267 km de frontera con Brasil y Paraguay. Focalizar la
seguridad en el aquel cuello de botella no significaría ceder soberanía ni
desproteger a los ciudadanos. Los asesores deberían decirle a la ministra que
pongan el ojo la isla Yacyretá, o en la isla Apipé Grande. Una "task force"
en Posadas no es más que un buen negocio, como los operativos falsos que se
hacen para mejorar las estadísticas.
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Argentina está permitiendo a los Estados Unidos construir una nueva base militar en su frontera norte con Brasil y Paraguay. Funcionarios del país sudamericano también anunciaron que trabajará con la DEA (Drug Enforcement Administration) en la frontera triple “para analizar de dónde provienen las drogas”.
La Ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, anunció en Washington que la administración de Mauricio Macri permitirá a los Estados Unidos construir una base militar en Posadas, Misiones, fronteriza con Brasil y Paraguay.
Bullrich dice que su gobierno está creando “un centro de análisis con Paraguay y Brasil (y los EE. UU.) Para descubrir dónde, cómo y con quién operan los narcotraficantes” en la región de triple frontera.
Este “grupo de trabajo”, como se lo denomina, operará conjuntamente con la DEA, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Comando Sur de los EE. UU., que supervisa las operaciones de EE. UU. En América Latina y el Caribe.
Trabajo conjunto continuado
Este será el segundo grupo de trabajo contra el narcotráfico en Argentina. El primero fue instalado en la provincia de Salta, ubicada cerca de las fronteras con Bolivia y Chile durante la administración de Barack Obama.Bullrich dijo a la prensa que la DEA inicialmente quería que los funcionarios argentinos enviaran muestras de drogas a los EE. UU. para que la agencia pudiera analizar su origen. Ella dijo que esto sería contrario a la ley argentina y que los funcionarios dentro del país analizarían las drogas.
Los funcionarios estadounidenses y argentinos también discutieron la presunta presencia de Hezbollah libanés, una organización que el gobierno de Estados Unidos considera un grupo terrorista, en la frontera compartida por Argentina, Brasil y Paraguay.
El ministro de seguridad también se reunió con el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en Washington para analizar su entrenamiento de la Policía Federal Argentina.
Después de abandonar Washington, Bullrich voló a Miami para reunirse con el jefe del Comando Sur de los EE. UU., El almirante Kurt W. Tidd y el ministro de Defensa de Argentina, Oscar Aguad.
El almirante Tidd estuvo recientemente en Colombia reuniéndose con sus fuerzas militares.
Las organizaciones de derechos humanos protestan por la mayor presencia militar de los Estados Unidos en América Latina y el Caribe.
La ex embajadora argentina en Venezuela y el Reino Unido, Alicia Castro, tuiteó las políticas propuestas por Bullrich, “¿Quieres ver cómo los EE. UU … … ‘combaten el terrorismo’? Mira el Medio Oriente devastado. Y ‘combatir el narcotráfico’? (sic) Mira los cárteles y los asesinatos en Colombia y México, los lugares donde interviene la DEA “.
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