Anfitriones del fracaso global
Argentina pudo superar lo que no hizo la
Organización Mundial del Comercio (OMC), la crisis del 2001. La cita
multilateral nacida para ponerle reglas a la globalización transita aún
la denominada Ronda de Doha. Esa conferencia, que comenzó mientras
piqueteros y caceroleros bramaban en nuestro país “que se vayan todos”,
debía establecer un piso de entendimiento común entre todos los países
del planeta en un tema sensible: los aranceles comerciales. Desde
entonces, Estados Unidos, los países miembros de la Unión Europea,
China, las llamadas naciones emergentes, y las economías más chicas
claro, no logran ponerse de acuerdo sobre la delimitación de los muros
proteccionistas. Por lo tanto, el mitin que reúne por estas horas a los
ministros de Economía de todo el mundo es una prolongación del fallido
consenso iniciado hace 16 años.
Sin embargo, el gobierno nacional
sobreactúa su condición de maestro de ceremonias de una mesa
multilateral en declive. Para ello, incluso, lesiona la cotidianidad de
la base social electoral más fiel al PRO. Desde hace unos días, los
vecinos de Puerto Madero deben eludir checkpoints para llegar a sus
casas y los runners de Palermo ven impedido su natural acceso a los
circuitos deportivos. Es más, el presidente Mauricio Macri y la ex
canciller Susana Malcorra, presidenta de la XI conferencia bianual de la
OMC, deportan
a oenegistas europeos para, evidentemente, mostrar que los “gauchos”
también pueden ser duros ante los activistas globalifóbicos.
La corresponsal mexicana Cecilia
González hizo al respecto un oportuno mensaje en la red social Twitter:
“Si en esta Cumbre de la OMC, que es ministerial, están haciendo estas
barbaridades, no me quiero imaginar lo que va a pasar en la Cumbre del
G20 que se va a realizar aquí dentro de un año y a la que vienen Trump,
Merkel, Trudeau, Xi Jinping y demás. Van a blindar al país.”.
Mucho antes, en la red social del
pajarito azul, un analista explicó la apuesta tardía del macrismo por un
flujo comercial que se direcciona hacia un enfoque mas aislacionista
que extramuros con un posteo punzante: “Macri propone libre comercio y
Estados Unidos le clava el visto”. La profesora de FLACSO y
experta en relaciones económicas internacionales Diana Tussie denomina
como “periferización” a este paradojal momento de la economía mundial
donde las potencias defienden en los foros globales los libretos
proteccionistas que pertenecen solamente, según la prensa de élite, a
los gobiernos periféricos y populistas.
El profesor de la UNAM (México) Oscar Ugarteche, y autor del interesante libro Historia Crítica del FMI, opinó en un reciente paper
que la cumbre de Buenos Aires va a ser más abismo que otra cosa: “No
considero que la reunión interministerial de la OMC arribe a algún tipo
de consenso importante. Existen escollos muy difíciles de allanar. Por
ejemplo, Europa aspira a continuar con una alta cuota de subsidios
agrícolas que busca amurallar a la eurozona de la interdependencia en un
capítulo económico, el de los bienes primarios, donde no son muy
competentes por una cuestión de escala. Y lo paradójico es que Estados
Unidos ha salido oficialmente a decir que no cree en el libre comercio.
Entonces, no es solamente que vamos a asistir a una cumbre fallida, si
no que Buenos Aires será el escenario donde se evidenciará de forma
rotunda el liderazgo en ascenso de China en un tablero comercial donde
Estados Unidos sigue retrocediendo en influencia”.
TLC y capitalismo por snapchat
Pese al previsible desencuentro global
en la OMC, el macrismo buscará instalar que Buenos Aires será sede dos
escenarios positivos para su hoja de ruta comercial: la inminente firma
de un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, y
la búsqueda de consensos en el e- commerce, la nueva niña bonita del
libre mercado. Para ahondar en esos dos capítulos, Nuestas Voces habló
con Verónica Grondona, economista heterodoxa y asesora en Bruselas del
bloque europarlamentario que reúne a los partidos de izquierda y
progresistas como el Podemos Español; y con Leadro Morgenfeld,
historiador de la UBA, autor del interesante blog Vecinos en Conflicto
–donde cubre las tensiones interamericanas entre Estados Unidos y
Latinoamérica- y parte de la confluencia global que organizó en Buenos
Aires la contracumbre denominada Fuera OMC.
“Una de las grandes noticias que se
pretende dar esta semana en la cumbre de la OMC es el cierre de un
tratado de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur. Ya se
han filtrado varios documentos con los capítulos sobre medidas
sanitarias y fitosanitarias, las barreras técnicas, de comercio y
desarrollo sostenible, de derechos de propiedad intelectual, sobre la
movilidad de capitales, y el comercio de servicios y establecimientos.
En ese sentido, es necesario prestarle particular atención al capítulo
de comercio electrónico y a los servicios financieros”, abre el juego
Verónica Grondona desde la capital belga y, acto seguido, expone que:
“en relación con los servicios financieros, el Parlamento Europeo
concluyó en un estudio de 2016 que los amplios compromisos acordados en
los tratados de libre comercio de la Unión Europea con países en
desarrollo tienen por efecto inherente un aumento de los flujos
financieros ilícitos; es decir, de los flujos provenientes de la
evasión, la elusión tributaria, el lavado de dinero y la fuga de
capitales. Dicho informe advierte que los amplios compromisos incluidos
en los tratados de libre comercio entre la Unión Europea y los países en
desarrollo (el estudio analizó los casos de los tratados con México,
Sud África, Serbia, la República de Corea, y Colombia/Perú) habilitan el
ingreso de volúmenes de lavado de dinero a las arcas de los países en
desarrollo. Esto es así porque con el incremento del comercio, países
emergentes como Argentina, experimentan en la práctica una significativa
y creciente fuga de capitales, y los países de la Unión Europea se
encuentran entre los destinos más atractivos para estos flujos
financieros”.
Por su parte, Leandro Morgenfeld apunta
que: “Desde la confluencia somos muy críticos con la agenda que plantea
el e- commerce o comercio electrónico. Dentro de ese paquete de reformas
la OMC suele introducir cuestiones que no atañen al comercio
electrónico. Segundo, el e- commerce plantea una desregulación
preventiva y amplia para adaptar las estructuras de los Estados hacia
las necesidades de un oligopolio de la información y los datos que
manejan cinco empresas a nivel mundial: Google, Amazon, Twitter, Apple,
Ali Baba. Básicamente, dichas corporaciones y la OMC pretenden capturar
la soberanía digital de los Estados. Los grandes actores de Internet
quieren acceder a la gran plataforma de datos públicos que poseen los
gobiernos para acceder a una mejor segmentación de las audiencias,
porque básicamente ese es su negocio, y además su objetivo es no pagar
impuestos a los fiscos nacionales mediante un mecanismo de elusión
fiscal conocido que consiste es establecer su casa matriz en centros
offshore. Por eso, la discusión que nos estamos dando en los foros de la
contracumbre, en el sentido de ganar soberanía alimentaria, soberanía
sanitaria, la prolongamos planteando la necesidad de construir soberanía
digital”.
Enrique Daza, portavoz del colectivo
colombiano Justicia Tributaria, participó días atrás en un Encuentro
Regional Parlamentario por la Justicia Fiscal que se desarrolló también
en Buenos Aires. Daza, expertos en temas de libre comercio, explicó a
varios medios presentes que cubrieron ese conclave de legisladores,
entre ellos Nuestras Voces, que el previsible “fracaso de la llamada
Ronda de Doha perdurará en Buenos Aires porque estamos asistiendo a un
proceso económico de cortocircuitos e intramuros que muchos
especialistas tildan como la desglobalización. Varios factores
geopolíticos acuden al unísono para este fenómeno: la existencia de los
Brics, la elección de Trump, el triunfo del Brexit y el regionalismo
predominante en muchas partes del planeta hacen prever que las fronteras
de la apertura y desregulación comercial van a ir encogiéndose”.
Sin embargo, el gobierno argentino
buscará darle un ropaje narrativo exitoso a una cumbre que está
destinada a fracasar. En relación al evidente intento del macrismo de
posicionar a la Argentina como una plataforma friendly para el libre
mercado, Verónica Grondona opina que: “La vocación aperturista de Macri
es aprovechada por las instituciones globales para mostrar su capacidad
negociadora. Sin embargo, los mercados financieros utilizan otros
parámetros. Para ellos, no dejamos de ser un mercado riesgoso,
particularmente porque hemos entrado en una vorágine de endeudamiento
bastante acelerada. Y por eso, aunque manifiesten ver de manera positiva
que el gobierno actual haya resuelto el conflicto con los fondos
buitres, el acercamiento al Fondo Monetario Internacional, la reforma en
la medición estadística, y quizás hasta la reforma previsional y
laboral, ello no quiere decir que la calificación otorgada a la deuda
argentina haya mejorado. Entre otras cosas, porque los criterios que
hacen a la sostenibilidad de la política económica parecen más bien
haber empeorado, antes que mejorado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario