viernes, 29 de septiembre de 2017

Trump intenta revertir avances entre Cuba y EEUU

BUENOS AIRES (Sputnik) — El presidente estadounidense, Donald Trump, intenta contrarrestar el acercamiento que se produjo entre Barack Obama y el Gobierno cubano con medidas hostiles como la de retirar su personal diplomático de La Habana y la de no otorgar más visados desde la isla, indicó a Sputnik el doctor en Historia Leandro Morgenfeld.
Estos hechos, utilizados "con la excusa de un supuesto ataque sónico contra su embajada, son un ataque más de la Casa Blanca contra el proceso de distensión iniciado por Raúl Castro y Barack Obama hace tres años", consideró Morgenfeld.

 
La administración de Trump ordenó que regrese al país el 60% de los empleados que trabajan en la embajada estadounidense de La Habana. Trump también ha cancelado la emisión de visados en su embajada por tiempo indeterminado, y ha emitido una alerta para que los ciudadanos estadounidenses no viajen a la isla caribeña.
Para justificar estas decisiones, Estados Unidos alegó un supuesto "ataque sónico" que sufrieron 21 miembros del cuerpo diplomático estadounidense desde finales de 2016.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba ha rechazado cualquier responsabilidad del Ejecutivo en las acusaciones de EEUU.
"Recordemos que Trump, para lograr el voto anti-castrista de Florida al final de la campaña electoral de 2016, criticó fuertemente la política de normalización de las relaciones diplomáticas con Cuba, tan elogiadas en el mundo entero y reclamadas por toda América Latina y el Caribe", recordó Morgenfeld, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
En un acto que se celebró en Miami el pasado 16 de junio "y que pareció más propio de la época de la guerra fría, el presidente estadounidense puso un freno en el proceso de deshielo con Cuba iniciado en 2014 por Obama" describió el argentino, profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

"Rodeado de lo más rancio del anticastrismo, desplegó un agresivo discurso paternalista e injerencista", recordó Morgenfeld, autor de 'Vecinos en Conflicto y Relaciones Peligrosas: Argentina y Estados Unidos'. En aquel evento de Miami, el Gobierno tuvo el propósito de "alejar la atención mediática del asunto sobre Rusia, que había alcanzado su clímax por esos días, consolidar la base de apoyo republicana y devolver el favor electoral de los cubanoamericanos de Florida".
"Hoy dio un paso más en esa agresiva política exterior, que en la región sufren también especialmente México y Venezuela", sostuvo el investigador.

Lea más: Cuba reafirma en EEUU cumplimiento de protección de diplomáticos

Al reflexionar sobre lo sucedido, Morgenfeld reinvidicó la necesidad de que "nuestra América reaccione ante el militarismo, unilaterialismo y xenofobia que caracterizan la forma en la cual Trump se vincula con el resto de los países".
"Retroceder en la política de distensión con Cuba es anacrónico y va a profundizar el enorme rechazo que genera el magnate neoyorquino en toda la región", concluyó.
Tras casi 56 años de hostilidades y retórica belicista por parte de Estados Unidos, la normalización de la relaciones entre Cuba y ese país comenzó a asentar sus bases en diciembre de 2014, con la decisión de reabrir sus respectivas embajadas en Washington y La Habana.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Por qué decimos #FueraOMC y qué alternativas proponemos?


“Si avanza la agenda de la OMC vamos a perder derechos los trabajadores”

“Si avanza la agenda de la OMC vamos a perder derechos los trabajadores”

 

“Si avanza la agenda de la OMC vamos a perder derechos los trabajadores”

Notas
 
Leandro Morgenfeld, analista internacional, investigador del CONICET e integrante de la Asamblea “Argentina mejor sin Tratados de libre comercio (TLC)”, fue entrevistado por “Con el pie izquierdo” (Radio Sur 88.3) acerca de las acciones que se vienen preparando de cara a la cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que se realizará en Buenos Aires en diciembre.
“Ante la llegada de Donald Trump y otros líderes que pusieron en entredicho la estrategia de los grandes capitales de los países centrales, que era hacer megaacuerdos de libre comercio, hay una intención de relanzar a la OMC”, afirmó Morgenfeld. Este diciembre Argentina será sede de ese la cumbre ministerial que va a reunir a los máximos representantes económicos de 164 países.
Para mostrar que la Argentina “había ingresado al mundo”, Mauricio Macri se ofreció para ser sede de esta cumbre, que será la primera a realizarse en Sudamérica. En el mismo sentido el país recibirá al G20 donde participan los presidentes de los principales países del mundo.
Desde el año pasado, por iniciativa de “Argentina mejor sin TLC”, se viene organizando, como se en todo el mundo cada vez que se hacen este tipo de cumbres, una convocatoria amplia, para discutir “por qué no queremos a la OMC, por qué rechazamos este foro que defiende los intereses de las transnacionales y qué alternativas planteamos”.
afiche-fines-de-septiembreEn ese contexto este jueves se realizó una audiencia pública en el Congreso de la Nación, donde participaron referentes de distintos espacios políticos y sociales. Allí se debatió sobre la agenda de la OMC y su posible impacto en la Argentina.
Allí presentaron también una publicación que plantea los grandes puntos de discusión entre derechos sociales y libre comercio. “Pone blanco sobre negro a los debates que se van a dar en los próximos meses en la Argentina”, comentó Morgenfeld.
Por otro lado, este viernes se realizará una jornada de formación sobre libre comercio en la Facultad de Ciencias Sociales y el sábado en el mismo lugar se llevará a cabo la segunda reunión preparatoria para la “Semana de Acción Global contra la OMC”. ”Va a haber movilizaciones muy importantes en una Buenos Aires que el gobierno va a blindar”, apuntó el analista y activista.
Morgenfeld recordó que hay un largo historial de manifestaciones a nivel mundial en rechazo a cumbres de este estilo. Nombró por ejemplo que la primera fue en Seattle en EE.UU. en 1999 en una cumbre de la OMC y que otra muy significativa fue la de 2003 en Cancún, México. Allí fue donde este tipo de negociaciones de grandes acuerdos de libre comercio empezaron a frenarse dado que los países centrales “no querían eliminar los subsidios agrícolas”.
Sin duda otra importante marca en el historial fue la de 2005 en Mar del Plata cuando se rechazó la conformación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Allí no sólo tuvo lugar una masiva movilización, sino que durante los días previos se llevó a cabo la Cumbre de los Pueblos en la que se discutió y profundizó sobre las consecuencias de la política impulsada por Estados Unidos, en ese entonces representado por su presidente George W. Bush, y qué políticas alternativas debían impulsarse.
Pasa que las reuniones de la OMC y este tipo de organimos internacionales “son cerradas y se manejan con mucho secretismo los temas y agendas”, sostuvo Morgenfeld, “dejando a la sociedad civil por fuera”. Por eso sistemáticamente se plantea la importancia de la participación en esas discusiones.
Entre los temas que están en debate se encuentran: lasoberanía alimentaria y energética, los derechos de los trabajadores (“hay una fuerte ofensiva para desregular las relaciones laborales”), el comercio electrónico, la disminución de la capacidad de los Estados para cobrar impuestos, los derechos de las mujeres, de los pueblos originarios, la deuda externa, la militarización. Sobre todo eso se encuentran organizando foros de discusión.
“Es fundamental organizar la resistencia global”, subrayó el investigador e integrante de la Asamblea “Mejor sin TLC”. Y agregó: “Es un tema que parece alejado de la agenda de los sindicatos y las organizaciones pero si avanza la agenda de la OMC son derechos que vamos a perder todos los trabajadores e integrantes de los sectores populares en el mundo”.

Entrevista en Radio Sur sobre la campaña #FueraOMC




¿Cómo impacta la llegada de la OMC en la economía argentina?


Leandro Morgenfeld, investigador CONICET, dialogó con Radio del Sur, y se refirió a las implicancias de la visita de la Organización Mundial del Comercio al país y su impacto en la economía.

- escuchar el audio de la entrevista acá



 





¡Fuera la OMC de Argentina y el mundo!

¡Fuera la OMC de Argentina y el mundo!
 
Por Mario Hernandez

Entrevista a Bettina Müller y Darío Farcy de la Asamblea “Argentina mejor sin TLC”

¿Qué es el G20?
Darío Farcy (D. F.): El G20 es una invención relativamente nueva, contemporánea a estos años y de alguna manera es el intento del capitalismo trasnacional, de las empresas y los Estados más poderosos del mundo con el objetivo de intentar sumar a los países emergentes, por eso la sumatoria de Brasil, Argentina, México, pero también hay otros invitados como observadores; de alguna forma lo que intenta este nuevo tipo de organización mundial es surfear un poco la crisis capitalista, intentar incluir más actores para ver cómo se pueden asegurar las ganancias capitalistas.
Han estado presentes en Hamburgo en la reunión del G20 y están con la idea de organizar el rechazo a la presencia de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en nuestro país en diciembre.
Bettina Müller (B.M.): Del 10 al 13 de diciembre la OMC se reúne en Buenos Aires pero nuestra idea es empezar antes que ellos con la acción.
-Para lo cual ya se están reuniendo una cantidad de organizaciones todas las semanas en distintas comisiones. ¿Por qué es importante rechazar la presencia de la OMC en nuestro país? Un antecedente puede ser la movilización contra el ALCA en 2005, ¿qué se pretende contra esta reunión y por qué el G20 el año que viene se reúne en nuestro país?
B.M.: Nosotros trabajamos con este tema hace rato y estamos tratando de convencer a la mayor cantidad de organizaciones posibles justamente porque la agenda de la OMC, la agenda del gobierno de Mauricio Macri que está avanzando firmemente en la organización y firma de nuevos Tratados de Libre Comercio (TLC) y bilaterales de inversión, sobre todo actualmente en el marco del Mercosur, uno de los tratados con negociaciones más avanzadas es justamente el del Mercosur con la Unión Europea. Quieren firmar el preacuerdo ahora en diciembre durante la reunión de la OMC. Todos esos tratados, todas las normas, regulaciones y acuerdos que promueve la OMC limitan y restringen la soberanía nacional. Eso quiere decir que a los Parlamentos nacionales luego de haber firmado un acuerdo de libre comercio, le sacan poder al pueblo para definir sus propias políticas, económicas, sociales, publicas, etc.
Yo estoy trabajando además sobre el tema de las demandas de empresas transnacionales contra Estados latinoamericanos. Uno de ellos es el CIADI. Y desde el ´96 hay casi 230 demandas contra Estados latinoamericanos, Argentina es el país más demandado ante el CIADI y otros organismos de arbitraje. Esto se debe a las medidas de emergencia que tomó el gobierno durante la crisis de 2001/2002. Otros países que terminaron con concesiones a grandes empresas, como por ejemplo el caso de Chevron contra Ecuador, que había hecho un desastre ecológico, pero además de hacerle un juicio, el CIADI decide que Ecuador pierde y le tiene que pagar indemnización a una empresa que ha dejado un desastre ecológico.
D. F.: Un ejemplo simple de cómo se trabajan las cláusulas de estos acuerdos de libre comercio, un tema que a nosotros desde las empresas recuperadas y las cooperativas nos interesa, es el trato diferenciado en relación a las compras públicas, que no sea solo el costo y la rapidez con la que se entrega un producto lo importante para un Estado a la hora de comprar equis producto o servicio a una cooperativa. Los TLC imponen a los gobiernos trato justo e igualitario, eso significa que un Estado a riesgo de ser acusado en los tribunales internacionales por las empresas, tiene que tratar de igual manera a Nestlé, por ejemplo, que a una cooperativa de trabajadores como Arrufat. Si el Estado argentino llegara a beneficiar a Arrufat en una compra pública, porque es una empresa autogestionada por sus trabajadores, Nestlé podría demandarlo por no tener un trato igualitario. Diluyen la posibilidad de tener una estrategia económicamente soberana para un Estado.
Bettina se ha puesto al hombro esta movilización o proyecto de movilización respecto de la presencia de la OMC que va a realizar su 11º Conferencia ministerial en Argentina del 10 al 13 de diciembre. Ya han confluido una serie de organizaciones que precisamente van a participar en un Segundo encuentro nacional preparatorio contra la presencia de la OMC. ¿En qué consiste esta actividad que se va a desarrollar este fin de semana?
B.M.: Se trata de tres actividades que realizaremos en vísperas de la llegada de la OMC en diciembre. Primero una audiencia pública el jueves 28 de septiembre de 18:00 a 20:00 en el Senado de la Nación. Justamente para hablar con compañeros y compañeras que saben muy bien de qué se trata la OMC, a qué viene y qué peligro significa para la soberanía de la Argentina y otras cuestiones entre ellas el trabajo, el medio ambiente, etc.
El viernes 29 va a haber todo el día una jornada de formación sobre el mismo tema del libre comercio y la OMC en la Facultad de Ciencias Sociales (Santiago del Estero 1029) desde las 10:00 hasta las 19:00.
Y el 30 realizaremos nuestro Segundo encuentro preparatorio, que tiene como objetivo confluir con la mayor cantidad de organizaciones, muchas de ellas ya participaron el 24 de junio en el Primer encuentro, pero esperamos poder ampliar esa alianza de organizaciones y seguir organizando y pensando cómo podemos crear el mayor efecto de rechazo en diciembre para demostrar que nosotros no estamos de acuerdo con la OMC ni en Argentina ni en el mundo.
-Ustedes ya habían participado de las jornadas contra el G20 en Alemania. Ahora esta nueva presencia en nuestro país de la OMC. ¿Qué temas viene a tratar específicamente?
B.M: Voy a ampliar un poco más qué es la OMC. Se trata de una organización que se funda en 1995 y a la que hoy en día pertenecen 164 países. Esa organización viene de un tratado para la baja de aranceles o impuestos aduaneros anterior y se institucionaliza en 1995 en la OMC, cuyo mandato principal es la profundización de la liberalización del comercio a nivel mundial. Eso no solamente significa bajar los impuestos a los productos que se importan, sino que hoy en día trata muchos más temas, uno de los que se va a tratar aquí es el de la agricultura, por ejemplo.
Todavía hay muchos problemas con los subsidios con los países que en los ´90 cuando se funda la OMC tenían subsidios como la Unión Europea y EE UU, hoy en día todavía están permitidos a mantener esos subsidios que paulatinamente tienen que bajar. Ahora los países periféricos, entre ellos Argentina, que en ese momento por consejo del FMI y el Banco Mundial no tenían subsidios, hoy en día no tienen permitido tenerlos. Obviamente esto profundiza la dependencia de los países periféricos.
Otro tema muy importante va a ser el comercio electrónico, esto significa que las grandes empresas como Google, Amazon, Facebook y Alibaba que es una empresa china que funciona como Amazon, de venta online, pueden usar los datos de todos los que compran y venden online. No va a haber más protección de datos personales. También significa que todos los productos que se compran en el exterior vía compra online no tengan impuestos aduaneros. Teniendo en cuenta que hoy en día el comercio electrónico es cada vez más importante, eso para los países significa una pérdida importante de impuestos que se generan por ese negocio. Esos son algunos de los temas. También se van a tratar los subsidios a la pesca, servicios, inversiones. Nosotros estamos especialmente preocupados por el tema del comercio electrónico porque esto se habla en el marco de la cuarta revolución industrial, que llaman revolución tecnológica, robotización y automatización del trabajo. Hay estimaciones del Banco Mundial que dicen que en Argentina debido a la automatización se pueden llegar a perder hasta un 65% de los puestos de trabajo. Todo esto se viene a negociar en diciembre en la OMC
-¿Qué repercusión ha tenido la convocatoria realizada en junio pasado?
B.M.: Nos sorprendió. Había unas 30 organizaciones, más de 70 participantes. No solo de Buenos Aires sino también de provincias como Chubut, ciudades como Rosario y otras de la Provincia de Buenos Aires. Esperamos esta vez poder ampliar esa confluencia y ya estamos hablando incluso con compañeros y compañeras de otras provincias como Jujuy, Mendoza, Misiones, Córdoba, Catamarca, que han confirmado que van a venir a este Segundo encuentro.
A nosotros lo que nos interesa en diciembre es mostrar lo que genera el modelo neoliberal que promueve la OMC y obviamente el gobierno de Mauricio Macri que es un representante fiel de esta ideología. Por eso nos interesa invitar a los que están en las luchas territoriales como por ejemplo en Jáchal, San Juan, en Catamarca, al pueblo de Andalgalá en lucha contra la Barrick Gold, contra Monsanto en Córdoba, etc. Queremos juntarlos porque además de los 164 países en diciembre van a haber medios que van a transmitir a todo el mundo y si nosotros podemos hacer escuchar nuestras voces podemos demostrar qué es lo que está generando la OMC y explicar por qué nosotros no estamos a favor de los acuerdos que se están haciendo a espaldas del pueblo y en detrimento del mismo.
-Hay una declaración de Vía Campesina adhiriendo a esta movilización contra la OMC. Me parece importa repetir las actividades que se van a desarrollar a fin de mes, son tres actividades muy importantes y que nos ponen de cara a la organización de lo que sin dudas va a ser una gran movilización en diciembre de rechazo a las políticas propuestas por la OMC. He visto que ha habido pronunciamientos al respecto por parte de organizaciones uruguayas también.
B.M: El jueves 28 en el Senado de la Nación a las 18:00 en Hipólito Yrigoyen entre Solís y Entre Ríos haremos una Audiencia pública contra la OMC y el libre comercio. Hay 150 lugares, igualmente si se llena se puede presenciar desde afuera. La idea es realizar en el Senado una actividad con la mayor cantidad de gente posible para dejar en claro que estamos ahí y que no vamos a bajar las cabezas ante la llegada de la OMC.
El viernes 29 una Jornada de formación en la facultad de Ciencias Sociales, Santiago del Estero 1029 aula HU107 sobre libre comercio y la OMC para todos los y las que estén interesados. La idea es hablar sobre qué significa el libre comercio, por qué nos tiene que preocupar, qué es la OMC, a qué viene, y también cómo nosotros como pueblo deberíamos prepararnos para enfrentarla. Y a todos los tratados de libre comercio que el gobierno de Mauricio Macri actualmente está negociando e incluso pretende firmar en el marco de la OMC en diciembre, entre ellos y el más importante y peligroso para nosotros el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur. Este se pretende firmar y aparentemente está bastante avanzado el capítulo comercial de ese tratado. Tenemos que estar muy atentos porque tiene implicancias dramáticas para Argentina.
El 30 en el mismo lugar que la formación del 29, el Segundo encuentro nacional preparatorio contra la OMC, donde vamos a avanzar en la organización y planificación de la semana de acción global de diciembre. La idea es ver con qué organizaciones contamos, quiénes se quieren sumar, dónde se podrían sumar, porque nuestra idea es visibilizar la lucha contra la OMC en Argentina y garantizar que haya muchas actividades en las cuales se debatan alternativas, se hable sobre las consecuencias del modelo actual y se viralice la voz del pueblo argentino y de todos los pueblos del mundo que en esas fechas van a estar acá para dejar en claro que hay alternativas y que nosotros no queremos seguir con ese modelo que nos vienen a imponer desde la OMC. Esta es la

Agenda del Día Sábado 30/9:
9.30-10.00 – Acreditación de las organizaciones
10.00-12.00 – Qué nos espera en Diciembre / Repaso de lo que venimos realizando desde el Primer Encuentro Nacional de junio; presentación de propuestas para el funcionamiento de las acciones de la Semana de Acción en Diciembre / Preguntas abiertas
12.00-13.30 – Debate en grupos sobre las propuestas de la organización de la Semana de Acción y los meses faltantes hasta Diciembre
13.30-14.30 – Almuerzo
14.30 -16.00 – Presentación de conclusiones de los grupos, con el objetivo de definir una estructura de la Semana de Acción y próximas actividades
16.00-17.00 – Cierre, elaboración de documento final y lanzamiento oficial de la Semana de Acción Global contra la OMC

martes, 26 de septiembre de 2017

Lo que faltaba! Biodiésel: EEUU le pidió a la Argentina revisar las retenciones a la soja

Buscan una salida a la sanción de EE.UU. contra el biodiésel argentino


Biodiésel: EE.UU. le pidió a la Argentina revisar las retenciones a la soja

Mientras ese país evalúa una oferta argentina para suspender la aplicación de aranceles al biocombustible, funcionarios que negocian con sus pares norteamericanos recibieron esa recomendación.


En medio de la negociación abierta por los aranceles que impuso al biodiésel argentino, Estados Unidos le pidió al país revisar las retenciones a la soja.
La solicitud llegó en las últimas horas a funcionarios argentinos que están negociando con las autoridades del Departamento de Comercio estadounidense una salida al 57% en promedio de aranceles que fijó ese organismo contra el biocombustible, dejándolo afuera del mercado.
Como informó ayer LA NACION, la Argentina está esperando de parte de EE.UU. una respuesta a una oferta de autolimitación de las exportaciones. La propuesta argentina consiste en mantener los volúmenes de 2016, de 1,5 millones de toneladas, pero sin incrementarlos.
Según trascendió, todavía no llegó la respuesta norteamericana, pero sí hubo comentarios a los funcionarios argentinos en el sentido de que el país debe analizar su sistema de retenciones. El grano de soja tributa una tasa de retención del 30%, el aceite de soja, materia prima para la elaboración del biocombustible, paga un 27%, en tanto que el biodiésel tributa un derecho del 0,13%.
Buscan una salida a la sanción de EE.UU. contra el biodiésel argentino
Buscan una salida a la sanción de EE.UU. contra el biodiésel argentino.
"Estados Unidos pidió revisar los derechos de exportación, pero no es su contrapropuesta aún. Son comentarios que envió. Para ellos, la industria aquí compra la soja más barata que en el resto del mundo", contó una fuente. Según EE.UU., las retenciones se deben eliminar o "bajar mucho más para la soja".
Vale recordar que en enero próximo el Gobierno aplicará, tras haber incumplido una rebaja del 5% el año pasado, un esquema de reducción del 0,5% mensual. En diciembre de 2015 el Gobierno bajó las retenciones a la soja del 35 al 30% y debería haber implementado otro recorte del 5% en 2016, pero no lo hizo.
Lo que sí hizo fue otorgar a los productores de soja del Norte un reintegro del 5%. En este escenario, en enero de 2018 debería activarse la rebaja mensual del 0,5 por ciento.

Cumbre de la OMC: “La Argentina se propuso ser el buen alumno para el exterior”




Cumbre de la OMC: “La Argentina se propuso ser el buen alumno para el exterior”

La cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se realizará en diciembre en Buenos Aires, y según fuentes oficiales, favorecerá la llegada de inversiones, y de paso preparar el terreno para la reunión del G-20 de fines de 2018, que también se realizará en Buenos Aires.
Luciana Ghiotto, Investigadora de Carrera del CONICET contó porque Argentina esta interesada en ser sede de estos encuentros.

- escuchá el audio acá






domingo, 24 de septiembre de 2017

"Posglobalización y ascenso de la extrema derecha: crisis de hegemonía y riesgos sistémicos"



La Maestría en Relaciones Internacionales de FLACSO Argentina tiene el agrado de invitarlos al conversatorio "Posglobalización y ascenso de la extrema derecha: crisis de hegemonía y riesgos sistémicos", a cargo de José Antonio Sanahuja (UCM, España). Una vez finalizado el evento, se dará lugar a la reunión informativa de la Maestría en Relaciones Internaiconales. Lunes, 25 de septiembre, 17.30 horas en FLACSO, Tucumán 1966, CABA. Entrada gratuita, inscripción en mri@flacso.org.ar



viernes, 22 de septiembre de 2017

Convocatoria a Audiencia Pública en el Senado: "La llegada de la OMC y su impacto en la economía argentina" (jueves 28/9, 18hs)






Gacetilla de prensa

Informamos que la Asamblea Argentina Mejor Sin TLC, junto con las organizaciones que integran el Encuentro Preparatorio de la Semana de Acción Global contra la OMC, convocamos a una Audiencia Pública en el Senado de la Nación Argentina, que se realizará el jueves 28 de septiembre de 18 a 20 hs, en el Salón Arturio Illia (Hipólito Yrigoyen 1835, Primer Piso)[1].
Allí expondrán 7 referentes de distintos espacios políticos y referentes de la Asamblea.
Los convocamos para que cubran la actividad y, en la medida de sus posibilidades, informen con anterioridad acerca de la realización de la misma.

Ese día, además, se les entregará a los participantes y a la prensa el Cuardernillo impreso  "DERECHOS SOCIALES VS LIBRE COMERCIO - EL DEBATE DETRAS DE LA OMC", que también pueden descargar aquí: https://mejorsintlcorg.files.wordpress.com/2017/02/cuadernillo-omc-final.pdf

LA LLEGADA DE LA OMC Y SU IMPACTO EN LA ECONOMIA ARGENTINA

Día jueves 28 de septiembre, 18 a 20 hs

Salón Arturo Illia del Senado de la Nación

Hipólito Yrigoyen 1835, Primer Piso

Expositores:
Senador Fernando Solanas
Carlos Bianco
Luciana Ghiotto
Graciela Rodríguez
Archibaldo Lanús
Javier Echaide
Marcelo Ramal


[1] Se requiere documento nacional de identidad para ingresar, aunque no es necesaria la inscripción previa.


"China-MERCOSUR: una relación en construcción". Panel, lunes 25/9 en Económicas, UBA


"Cerdos y peces: Macri se juega todos los porotos en su año de mayor exposición global"

Cerdos y peces: Macri se juega todos los porotos en su año de mayor exposición global

Por Alejandro Bercovich (BAE)
Ginebra
Enviado Especial
abercovich@diariobae.com


Cuando cumpla dos años en el poder, el 10 de diciembre, Mauricio Macri ya habrá superado más o menos aceptablemente el test de las elecciones legislativas y pondrá toda la carne al asador para que el mundo rico vuelva a prestarle la atención que le dispensó durante un par de meses, apenas asumió. Vendrá de asumir la presidencia rotativa del G-20, cuyos poderosos jefes de Estado pisarán Buenos Aires a mediados de 2018. Y ese mismo fin de semana largo, los ministros de Comercio de todo el planeta se acreditarán en el Hilton de Puerto Madero para la cumbre bienal de la Organización Mundial de Comercio (OMC), cuya misión de bajar las barreras aduaneras se ve jaqueada como nunca por la ola proteccionista que levantó Donald Trump. Será el inicio de un año de altísimo perfil internacional para el Presidente, cuyo plan económico depende de que se concrete la prometida lluvia de inversiones extranjeras. Pero también una apuesta arriesgada: en un mundo sacudido por atentados, protestas callejeras y amenazas de guerra nuclear, cualquier fracaso diplomático o traspié organizativo promete resonar enormemente.
Los preparativos de la cumbre de la OMC ya entraron en su recta final en esta ciudad apacible, pulcra y carísima a orillas del lago Leman, a cinco kilómetros de la frontera suiza con Francia. Su director general, el brasileño Roberto Azevêdo, anunció ayer entusiasta que el comercio mundial crecerá este año un 3,6% en volumen, muy por encima del 2,4% que preveía el organismo y de la tasa anual a la que aumentó durante el último lustro. "Este mayor crecimiento se debe a la reactivación de las corrientes comerciales desde y hacia Asia y América del Norte. Y se da pese al agravamiento de las tensiones políticas, al costo económico de las catástrofes naturales y a la posibilidad latente de que la creciente retórica proteccionista se plasme en efectivas medidas restrictivas del comercio", dijo Azevêdo a una docena de medios latinoamericanos -entre ellos BAE Negocios- invitados por la Fundación Friedrich Ebert a un seminario sobre la cumbre.

El comercio internacional viene de una revolución sin precedentes. Entre 2001 y 2008 se triplicó, de 5 a 15 billones de dólares anuales, sobre todo por la irrupción de China en el mercado mundial. La crisis financiera de 2008 con epicentro de Estados Unidos lo deprimió un 20%, a 12 billones al año, pero desde entonces se recuperó hasta volver casi a su récord previo. Ahora Estados Unidos amenaza con cerrar sus fronteras y revisa sus tratados de libre comercio más importantes (el NAFTA con México y Canadá y el bilateral con Corea del Sur), mientras otras potencias amagan con seguirlo. Argentina, en tanto, se lanzó de la mano de Macri a una apertura importadora audaz que empieza a afectar el empleo industrial pero que el Gobierno espera que sirva para modernizar la infraestructura, domar la inflación y aumentar la productividad.

En la capital de la neutralidad, donde funcionó desde 1919 la antecesora de la ONU y donde un 41% de la población es extranjera (muchos de ellos diplomáticos), nadie quiere oír hablar de Trump. "Retórica proteccionista no es lo mismo que proteccionismo. Pero puede convertirse muy rápidamente en eso", advirtió ayer Azevêdo, sin nombrarlo. Hasta ahora, el republicano no designó embajador ante la OMC y se negó a avalar la designación de nuevos jueces para el tribunal de solución de conflictos comerciales que funciona en su sede, donde Argentina acaba de ganarle a la Unión Europea (UE) una disputa por los aranceles que cobraba al biodiesel criollo. Su negociador comercial jefe (USTR), Robert Lighthizer, dijo esta semana que "China es una amenaza hasta ahora desconocida para el comercio mundial". Y agregó que las reglas de la OMC "no sirven" para lidiar con esa amenaza.
Agitados
¿Tendrá impacto local la cumbre del 10 al 13 diciembre? A los vecinos de Puerto Madero, en principio, los obligarán a registrar sus huellas dactilares para poder llegar a sus departamentos. Todo el resto tendrá vedada la entrada al barrio, para evitar que se acerquen a sus delegados las manifestaciones que ya preparan grupos como ATTAC, la CTEP, el Colectivo "Mejor Sin Tratados de Libre Comercio" y otros, con el apoyo de Madres de Plaza Línea Fundadora y una larga lista de gremios y organizaciones sociales. Los opositores al encuentro llaman a "hacer otro Seattle en Buenos Aires", en referencia a la batalla campal con más de 40 mil manifestantes que obligó a suspender aquella cumbre de la OMC en 1999.
El Gobierno teme que haya desbordes como en la cumbre del G-20 de julio último en Hamburgo. Lo desespera la posibilidad de que alguna movilización termine como la convocada a un mes de la desaparición de Santiago Maldonado, con heridos y detenidos, aunque los organismos de derechos humanos denuncian que esos incidentes fueron iniciados por la policía metropolitana precisamente para correr el foco del motivo de la protesta. Para evitar choques, esta vez, el Estado destinará la mitad de los $500 millones que le costará la cumbre al operativo de logística y seguridad.

Todo eso será apenas un ensayo para la reunión de presidentes del G-20 de mediados de 2018, cuando el Gobierno evalúa cerrar al tránsito peatonal y vehicular buena parte del centro porteño y durante la cual ya decidió ceder el control del espacio aéreo y marítimo adyacente a la cumbre a las fuerzas armadas de las principales potencias visitantes.

El otro riesgo, además del de un atentado o choques con manifestantes, es el de un fracaso de la cumbre. Si no hay más avances que un comunicado de buenas intenciones, todos culparán a Trump. Pero parte del costo lo pagará Macri, en parte debido a que la anfitriona (chair) de la cumbre es la excanciller Susana Malcorra, quien aterrizará en Ginebra en dos semanas para terminar de definir la agenda. El economista Héctor Torres, quien volvió a esta ciudad luego de un año en Washington como director argentino en el FMI (se fue cuando renunció Alfonso Prat-Gay), es uno de los expertos que la asesoran. "Esta cumbre es particularmente desafiante", dijo a BAE Negocios. "El riesgo es que se consume una pelea en casa, y a nadie le gusta eso", agregó.
Sobrepesca
El Gobierno, sin embargo, espera poder mostrar algunos logros para los negocios tras la cumbre de la OMC. El principal es un compromiso de todos sus socios para reducir los subsidios a la pesca. Sin esos subsidios, especialmente las ayudas para combustible que países como China, Japón y Taiwán otorgan a los miles de buques factoría que saquean los recursos ictícolas en el límite y también dentro de aguas argentinas, esa depredación dejaría de ser negocio. Los pesqueros no cubrirían los costos de viajar tan lejos. "Es un tema que tiene chances serias de avanzar", dijeron varios altos funcionarios del organismo consultados aquí. No es menor: desde hace un lustro, Argentina exporta más pescados y mariscos que carne vacuna.
La clave va a estar en cómo se definan los subsidios. Y en cómo jueguen países como Perú, que no quieren reducir los subsidios a sus pescadores ni sus ayudas para la industrialización local del recurso. Solo en América latina hay dos millones de personas que viven de la pesca y un 31% de los recursos ictícolas del mundo están "sobrepescados", según la organización de la ONU para alimentos y agricultura (FAO). Eso implica que sus poblaciones no se llegan a reproducir al ritmo al que las capturan.

Los demás ejes de discusión de la cumbre no prometen grandes avances. Europa no dejará de subsidiar a sus agricultores ni a sus ganaderos, muy combativos a la hora de defender esos beneficios. India tampoco renunciará a mantener sus galpones estatales llenos de trigo y arroz para cuidar su seguridad alimentaria, como querrían los popes de la OMC. Estados Unidos ni piensa revertir su bloqueo al biodiesel argentino. Sí festeja en cambio que Macri le haya abierto la puerta a sus cerdos durante la última visita del vice Mike Pence al país.

En pocos días, de todos modos, la ciudad alpina donde descansan los restos de Borges recibirá un aluvión de argentinos. Antes que Malcorra, el senador Julio Cobos y el diputado Luciano Laspina llegarán la semana próxima para un foro de parlamentarios que se reúne siempre en simultáneo a la OMC. También aterrizará junto al lago Leman el encargado del B-20 (G-20 empresario), Daniel Funes de Rioja, conocedor como pocos de la vida ginebrina por sus años de lobby pro-empleador en la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Son más de 70 reuniones paralelas durante todo un año y más de 5.000 participantes que llegarán a Buenos Aires en diciembre. Un desafío político y organizativo que muchos aquí temen que termine con un portazo de Trump.

jueves, 21 de septiembre de 2017

Una muestra más del alineamiento con Estados Unidos. A pedido del gobierno argentino, en octubre van a ingresar tropas estadounidenses para ejercicios militares conjuntos

Argentina reiniciará ejercicios militares conjuntos con EE.UU.

Entrevista a Thomas Cooney, encargado de negocios

Argentina reiniciará ejercicios militares conjuntos con EE.UU.

Lo dijo el encargado de negocios de ese país. Los primeros ejericios serán a fines de octubre.

El encargado de negocios de los Estados Unidos, Thomas Cooney, abrió la residencia de Libertador y Kennedy para una entrevista con dos medios locales, entre ellos Clarín. En la misma reafirmó que Argentina y EE.UU., son países "socios y amigos". Aseguró que la falta de nombramiento de embajadores en ambas capitales, tanto por parte de Donald Trump como de Mauricio Macri, no cambia las buenas relaciones. Dijo que había "continuidad" de política entre la administración de Obama y la de Trump respecto a la Argentina. Dijo que se encontrarán soluciones a las trabas del biodiésel argentino y reveló detalles de que se reiniciarán ejercicios militares conjuntos en la Patagonia. Efectivamente el 7 de septiembre pasado el Senado dio media sanción al proyecto enviado por el Ministerio de Defensa (a propuesta de la Armada Argentina) de permitir el ingreso de tropas norteamericanas al territorio nacional para llevar adelante un ejercicio combinado denominado “Cormoran”, que involucra la entrada al mar y a la Patagonia argentina de aeronaves estadounidenses.
Argentina reiniciará ejercicios militares conjuntos con EE.UU.
El encargado de negocios a cargo de la Embajada de los Estados Unidos en la Argentina Thomas Cooney.

-¿Puede detallar los ejercicios militares conjuntos? El kirchnerismo ya protestó por su realización. No se hacia algo similar desde 2009-2010
A fines de octubre tenemos un ejercicio de tamaño menor desde nuestro punto de vista al menos, involucra a 30 personas. Es un ejercicio para ayudar a la Armada de Argentina, a mejorar sus habilidades en términos de búsqueda y rescate de personal. También de observación de su territorio marítimo. Eso es lo que hacemos en muchos países socios, por todo el mundo. Para nosotros no es una cosa muy grande. Estamos reiniciando una serie de actividades de cooperación militar que son normales entre socios así.
-¿Esto es en el Atlántico Sur?​
Sí. No tengo todos los detalles. Son unos días de clases, de intercambio de información, y después un tipo de ejercicio que es sumamente normal, regular, en la mayoría de los países del mundo.​
-Pero no se hacían desde hace casi una década​
Es una muestra de que estamos regresando a una relación normal. Hay otra actividad que no tiene nada que ver con seguridad, pero yo creo que algunos periodistas se están confundiendo. La NASA está haciendo algo en cooperación con el Gobierno argentino para recoger y buscar más datos científicos que tienen que ver con la Antártida. Es una cooperación científica, en Ushuaia, pero no tiene nada que ver con lo que están denunciando. Los dos aviones involucran P3, porque son buenísimos en recoger información. Dos aviones distintos, uno es propiedad de NASA y el otro pertenece a la Armada. Y eso se usa para rescate y búsqueda.​
-¿Me puede dar precisiones sobre la cooperación en Seguridad y Defensa?
Hemos reiniciado la cooperación militar entre ambos países. Seguramente ustedes saben de la State Partnership Program, Guardia Nacional del Estado de Georgia, con Obama, en diciembre pasado, pero ese es un nuevo programa. Y lo que estamos haciendo mayormente ahora es cursos de capacitación en mantenimiento de la paz. Hay intercambios profesionales a EE.UU., estamos hablando de una docena de personas cada año que va a los EEUU y a la vuelta acá para estudiar en la Escuela de Guerra y cosas así. Hay otra parte que tiene que ver con el equipamiento: las FF.AA. tienen necesidades, y Argentina necesitaba nuevos aviones para capacitar a los pilotos. Estamos hablando de un avión que se llama T6, Texas, y no son armados, no son aviones de guerra, no son jets tampoco.​ Son 12 aviones y cuatro helicópteros.
Argentina reiniciará ejercicios militares conjuntos con EE.UU.
El encargado de negocios a cargo de la Embajada de los Estados Unidos en la Argentina Thomas Cooney.
-¿Cómo ven ustedes el hecho de que Macri no contemple la alternativa de la intervención militar en Venezuela que planteó Donald Trump?
Somos socios, y como los amigos, no tienen que estar de acuerdo en todo. En la opción militar, el Presidente Macri y el Canciller Faurie estuvieron muy claros con el Vicepresidente Pence, que “no estamos de acuerdo con este tipo de opción militar”.
- Otro motivo de diferencias sin dudas fue el anuncio del Departamento de Comercio de que aumentaban los aranceles al biodiésel.
Entre 2014 hasta 2016, las exportaciones de biodiesel subieron casi 900%, en sólo dos años. Un crecimiento muy rápido. Esto resultó, en marzo de este año, en una queja de los productores en EE.UU. Primero que nada, sabemos que es un asunto muy importante para Argentina, es el producto más grande de exportaciones a EE.UU., es un problema para Argentina, también para nosotros. Pero según la ley de EE.UU., si los productores tienen quejas y piensan que ha habido daño a su propia industria, tenemos la obligación legal de hacer investigaciones. Entonces, en marzo, el Departamento de Comercio y la Comisión de Comercio Internacional comenzó dos de ellas. Este proceso es cuasi-judicial, es casi como un procedimiento en las cortes. Fue muy desafortunado que la determinación preliminar que se anunció el 22 de agosto fuera justo una semana después de la visita espectacular del Vicepresidente. Es un proceso aparte, y nadie se puede tocar, desde la Casa Blanca, desde el Departamento de Estado.
- ¿Y qué solución le ve?
Lo que me da mucha confianza en la relación es que tenemos muy buen diálogo. Hay una ventana grande para llegar a una determinación. Pero no voy a predecir algo, no voy a decir que los aranceles son demasiado altos o bajo. Pero sí que tenemos un diálogo muy fluido de buena fe.
- ¿Esto significa que hay voluntad política de parte de ustedes de lograr un acuerdo y evitar que el conflicto, por ejemplo, pase a la OMC?
Estamos muy lejos de la OMC. Todavía estamos en el proceso, hay muy buena comunicación, no hay drama, no hay rencor. Estamos en muy buena comunicación con la información técnica, Argentina explica su posición y el panel de técnicos está estudiando los mercados, lo que ocurrió con el aumento muy grande de casi 1000% en sólo dos años. También se ha hablado de un acuerdo, entre los dos gobiernos, de suspensión de los aranceles. No sé si ustedes lo han escuchado. Esto existe, aunque no es muy común. Que no haya aranceles si hay algún tipo de acuerdo en términos de la exportación. Hay algo que se llama “acuerdo de suspensión”. Esto no es común en el mundo. Existe, y hay conversaciones entre el Departamento de Comercio y el Ministerio de Producción, así que hay dos vías.

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miércoles, 20 de septiembre de 2017

"El proteccionismo selectivo de Trump complica la estrategia de Macri"



Boletín IADE – Realidad Económica (20 septiembre 2017)

El proteccionismoselectivo de Trump complica la estrategia de Macri


Por Leandro Morgenfeld
(Especial para sitio IADE-Realidad Económica) 

"El gobierno de la Alianza Cambiemos no modificó su política exterior e intenta mantener el alineamiento con el nuevo mandatario estadounidense. De aquí en más, subordinarse al imperio acarreará para Macri costos políticos internos más altos y beneficios aún más inciertos", analiza el autor.

Como ya señalamos en otras oportunidades, desde que asumió el 10 de diciembre de 2015, el presidente argentino Mauricio Macri impulsó una nueva política exterior, subordinando su agenda a la de los gobiernos de Estados Unidos y Europa. Argumentó que así atraerían inversiones, facilitarían el crédito externo a tasas más bajas y ampliarían las exportaciones. A lo largo de su primer año, el nuevo gobierno argentino sobreactuó el alineamiento con Washington –retomando la senda que supo transitar Carlos Menem en los años noventa- y se ilusionó con la continuidad que suponía la previsible llegada a la Casa Blanca de Hillary Clinton. Sin embargo, la lluvia de inversiones no llegó, se disparó el endeudamiento externo a altas tasas y la balanza comercial muestra el mayor déficit en muchos años.
La llegada de Donald Trump la Casa Blanca profundizó el contexto externo negativo y muestra el fracaso de la estrategia aperturista ensayada por el gobierno argentino, situación que reconocen hasta los impulsores de la inserción internacional neoliberal. A pesar de estas evidencias, el gobierno de la Alianza Cambiemos no modificó su política exterior e intenta mantener el alineamiento con el nuevo mandatario estadounidense. De aquí en más, subordinarse al imperio acarreará para Macri costos políticos internos más altos y beneficios aún más inciertos.
El gobierno de Macri pareció no tomar nota de los cambios en el contexto mundial tras la asunción de Trump, a principios de este año. Como bien lo sintetiza Tokatlian: “En enero de 2016 el presidente asistió al Foro de Davos y tuvo diversas citas con CEOs de multinacionales, quienes, según el mandatario, estaban ‘muy entusiasmados con el cambio’ en la Argentina. Sin embargo, al pasar los meses se hizo evidente que la llamada ‘lluvia de inversiones’ no se produciría. Meses después se llevó a cabo el voto del Brexit y aún así en su visita a Ángela Merkel en Alemania y a las autoridades de la Unión Europea (UE) en Bruselas el presidente Macri destacó la voluntad a favor de un acuerdo de libre comercio UE-Mercosur; tema sobre el que nadie parecía muy interesado en comprometerse en Europa. Algo semejante ocurrió en relación a la elección presidencial en Estados Unidos: los pronunciamientos oficiales más importantes se manifestaron a favor de Hillary Clinton, quizás con la expectativa de que su eventual triunfo confirmaría que la globalización hoy existente es un fenómeno que debe ahondarse. Triunfó Donald Trump. En síntesis, y anticipando la conclusión, este texto apunta a subrayar que es hora de que el gobierno se aboque más sistemática y seriamente a un buen diagnóstico de los asuntos internacionales. La victoria de Trump debiera ser una nueva llamada de alerta para dejar atrás posturas ingenuas, voluntaristas, auto-gratificantes, de corto plazo y dogmáticas”[1].
Más allá de este cambio de contexto, el gobierno que encabeza Macri mantiene su discurso. Desde enero de este año buscaron casi con desesperación un contacto con Trump –ambos mandatarios hablaron por teléfono brevemente en febrero- y negociaron una visita a la Casa Blanca, que finalmente se concretó el 27 de abril. Mientras, la nueva administración estadounidense había revertido en enero algunas de las poquísimas concesiones que había otorgado Obama a la Argentina: suspendió la entrada de limones argentinos a Estados Unidos –en diciembre de 2016 se había anunciado el fin de la restricción fitosanitaria que bloqueaba esas exportaciones hacía 15 años- y la flexibilización en el otorgamiento de visas a argentinos. Para Trump, la subordinación casi gratuita de Macri es ganancia pura. Para Nuestra América, un problema. En vez de solidarizarse con México –que sufre particularmente la hispanofobia del magnate- e impulsar una coordinación y cooperación política con los países de la región, para enfrentar las amenazas que plantea el nuevo gobierno de Estados Unidos, Macri pretende ser el interlocutor predilecto de Trump, reemplazando a Peña Nieto, Temer o Santos. Ese alineamiento, ya transitado en los años noventa con Menem, es funcional a la lógica de fragmentación que Estados Unidos impulsa hace dos siglos en América Latina y que sólo trajo dependencia y falta de autonomía para los países de la región.
Luego de intensas gestiones, el presidente argentino fue recibido por su par estadounidense en Washington. El 27 de abril, Macri finalmente logró la foto con Trump en la Casa Blanca. ¿Por qué el magnate no le recriminó públicamente su explícito apoyo a Hillary Clinton en las recientes elecciones? Simplemente porque encuentra en el presidente argentino el delegado que necesita para reconstituir el poder de Estados Unidos en América latina, una región que en los últimos años supo coordinar políticas no siempre subordinadas a Washington. Más allá de la retórica ofensiva que desplegó en la campaña, el republicano precisa consolidar el dominio que históricamente su país ejerció en la región. Ante la debilidad política de los mandatarios de Brasil y México, Macri es el ideal: casi sin pedir nada a cambio, viene tomando acrítica y pasivamente los puntos de la agenda política, económica, militar e ideológica de Estados Unidos.
La frase que resume el encuentro es aquella que pronunció Trump ante los periodistas, antes de reunirse en el Salón Oval: “Él me va a hablar de limones, yo de Corea del Norte”. Humillante, sí, pero certera. Y Macri no contestó nada. Es más, apenas pudo colar una palabra ante los periodistas, ante la verborragia del magnate. Pocos días después, se confirmaron las magras concesiones: los limones argentinos por fin podrían entrar al mercado estadounidense (tema negociado hace años y ya anunciado por Obama en diciembre) y habría cierta facilidad en el trámite migratorio para argentinos que viajen a hacer negocios a Estados Unidos. La contracara es la amenaza a las exportaciones de biodiesel argentino al país del norte. Los limones sumarían apenas 50 millones de dólares. El biodiesel representó en 2016 la cuarta parte de las exportaciones argentinas a Estados Unidos, por un valor de 1240 millones. O sea, 25 veces más que los limones.
Pero eso no es lo más grave. Macri promete concesiones a los inversores, que van desde una menor regulación medioambiental, en el caso de la minería, a rebajas impositivas y del “costo laboral” (flexibilización mediante). O sea, peores condiciones para la mayoría de la población, además de una mayor extranjerización de la economía y una profundización del esquema extractivista. Desde el punto de vista político, Macri apuesta a la OEA, en detrimento de la UNASUR y la CELAC y ataca a los países no subordinados a Estados Unidos, como Venezuela. Además, se incrementa la compra de armas y la injerencia de las fuerzas armadas estadounidenses.
¿Qué más puede pedir Trump? Todo a cambio de una foto en la Casa Blanca, unas palmadas en la espalda, elogios y algunos limones. El problema es que ya experimentamos, hace un cuarto de siglo, lo negativas que resultaron las relaciones carnales con Estados Unidos. Frente a la crisis y la incertidumbre mundial, quizás es más bien el momento de profundizar una integración latinoamericana autónoma, y desde allí repensar el vínculo con el gigante del Norte.
El 14 de agosto, un día después de las PASO, se produjo la visita del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en el marco de una gira que incluyó, además de la Argentina, Colombia, Chile y Panamá. El mandatario estadounidense llegó días después de la temeraria amenaza de Trump de una intervención militar en Venezuela. Tras el encuentro con Macri, en el que elogió la política económica que viene implementando, anunciaron un acuerdo para habilitar el todavía demorado ingreso de limones en Estados Unidos, pero a la vez para permitir la exportación de carne porcina hacia la Argentina, lo cual produjo quejas de los productores locales, que denunciaron el riesgo de perder hasta 35.000 puestos de trabajo.
Apenas una semana más tarde, el 22 de agosto, se conoció la decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos de cobrar aranceles prohibitivos (57% en promedio) a las importaciones de biodiesel provenientes de Argentina. Esas ventas significaron el año pasado el 25% de las exportaciones al país del norte. Esta decisión produjo un cimbronazo en el gobierno argentino, quejas de múltiples productores y corporaciones agropecuarias y la muestra cabal del fracaso de la política de alineamiento, que hasta ahora no produjo ventajas económicas en el vínculo bilateral. La Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) rechazó el argumento del Departamento de Comercio estadounidense, en cuanto a la existencia de subsidios en beneficio de las exportaciones de biodiesel y consideró “llamativo que luego de la visita del vicepresidente de Estados Unidos, que expresó la voluntad de incrementar el comercio bilateral, nos llegue esta noticia tan negativa”[2].
Esta decisión del Departamento de Comercio de aplicar elevados aranceles al biodiésel argentino, anunciada apenas una semana después de la visita del vicepresidente estadounidense, echa por tierra las expectativas de una mayor convergencia comercial bilateral. El gobierno argentino insiste en abrir la economía, pero no logra revertir el proteccionismo agrícola de Estados Unidos y Europa, con lo cual la balanza comercial arroja saldos negativos. El déficit comercial del primer semestre de este año, por ejemplo, fue el peor en los últimos 23 años[3].
Además, pueden seguir sumándose malas noticias en materia comercial. Los productores locales de acero temen sufrir el mismo tipo de medidas que alcanzó a las exportaciones de biodiésel. El 20 de abril Trump firmó un memorándum en el que instruye al Departamento de Comercio a investigar si el acero importado pone en riesgo la seguridad nacional estadounidense. En esa oportunidad, el magnate, junto a ejecutivos de las más grandes empresas siderúrgicas de ese país, declaró: “El acero es crítico tanto para nuestra economía como para nuestro aparato militar; ésta no es un área donde podamos depender de países foráneos”[4]. El Secretario de Comercio, Wilbur Ross, parece dispuesto a ampliar el proteccionismo selectivo, y más en el rubro del acero, que sobra hoy en el mundo.
Esto es apenas una muestra de la necesidad de converger con los demás países latinoamericanos para negociar con las potencias extra regionales desde una posición de mayor fortaleza. Negociando individualmente con una gran potencia, Argentina tiene todas las de perder. En cambio, hay ejemplos históricos de negociaciones exitosas cuando se alentó la convergencia con otros países similares. En la reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) realizada en Cancún, en 2013, convergieron los países exportadores de bienes primarios y se pusieron de acuerdo para paralizar las negociaciones en tanto no se discutieran los subsidios agrícolas de Estados Unidos, Europa y Japón. La liberalización del comercio no puede abarcar solamente a la industria y los servicios. Algo similar ocurrió dos años después, cuando los países del Mercosur, más Venezuela, impidieron que avanzara el proyecto del ALCA.
Ante la llegada de Trump, los mega acuerdos de libre comercio –el TransPacífico, el TransAtlántico y el TISA- entraron en un compás de espera, con lo cual las burguesías más internacionalizadas buscan relanzar la Organización Mundial de Comercio como ámbito para debatir las nuevas reglas de la economía mundial: “la OMC busca abrir una nueva frontera de negocios como salida -siempre precaria- a la crisis global. De la mano de la revolución tecnológica en curso, las grandes multinacionales pretenden que la OMC en Buenos Aires sea sede de una globalización ‘recargada’ donde se consolide la regulación de los ‘nuevos temas’ como el comercio de servicios o la propiedad intelectual. En este sentido, uno de los puntos más peligrosos en curso es que se busca lograr una suerte de desregulación preventiva del comercio electrónico y del tráfico de datos”[5].
Desgraciadamente, Macri asume acríticamente la agenda que las corporaciones van a pretender imponer en la reunión ministerial de la OMC que se realizará en diciembre en Buenos Aires, evita articular una política común con los demás países latinoamericanos, promueve una apertura comercial que estimula la desindustrialización local y alienta acuerdos de libre comercio, como el que están negociando la Unión Europea y el Mercosur, que profundizarían los desequilibrios.
Macri recibirá a Obama en octubre, a la OMC en diciembre y a Trump el año que viene, en la Cumbre presidencial del G20, para mostrar que el gobierno argentino está comprometido con la globalización neoliberal y que aspira a ingresar a la OCDE y a adecuarse a los lineamientos del FMI. Mientras tanto, en el país crece la articulación de una resistencia contra esa inserción internacional. En el Encuentro Nacional contra la OMC realizado en la Universidad de Buenos Aires, el 24 de junio pasado, se acordó la primera Declaración del nuevo espacio: “Comprendemos también que veinte años de tratados de ‘libre’ comercio (TLC) en la región muestran los efectos nefastos de la desregulación y del avance de los privilegios corporativos sobre nuestros pueblos y el medio ambiente.  Frente a esto, es hora de avanzar en las alternativas sociales, políticas, económicas, feministas y ambientalistas que pongan fin a la impunidad corporativa, den primacía a los derechos humanos y garanticen la armonía con el medio ambiente. También es necesario revertir el desguace de las políticas e instituciones, como el ALBA-TCP, el CELAC, la UNASUR, que de diversos modos intentaron favorecer una mayor integración y complementariedad regional. Rechazamos la agenda de ‘libre’ comercio y protección de inversiones en todas sus formas, sea mediante acuerdos bilaterales o inter-regionales (como el tratado entre la UE y el Mercosur, que se intenta cerrar para diciembre de este año) por medio del ámbito multilateral como la OMC o por decisión de grupos como el G-20. Proponemos avanzar en la re-articulación de las agendas y las campañas de las organizaciones sociales y políticas, tanto en nuestro país como en la región y a nivel global. Es por esto que, desde este Encuentro Nacional, realizamos un llamamiento a todas las organizaciones y pueblos de Argentina y del mundo, a participar activamente en la organización y desarrollo de la Cumbre de los Pueblos en Buenos Aires entre los días 10 y 13 de diciembre de 2017, para oponernos al régimen que la OMC impulsa a nivel global  y pensar y discutir alternativas al capitalismo desde nuestros pueblos. Juntos/as, podemos construir esos otros mundos posibles”[6].
El próximo jueves 28 de septiembre, de 18 a 20, habrá una Audiencia Pública en el Senado de la Nación. Al día siguiente, una jornada de formación sobre el libre comercio y el sábado 30 de septiembre, de 10 a 17, en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA (Santiago del Estero 1029, CABA, Aula HU107), el Segundo Encuentro Nacional preparatorio contra la OMC. Estas iniciativas son parte de las actividades organizadas de cara a la crucial cita que en diciembre tendrá lugar en Buenos Aires. Por un lado, la agenda de las corporaciones para relanzar la OMC. Por el otro, la resistencia de los pueblos que plantean que otra integración es posible.

* Profesor UBA. Investigador Adjunto del CONICET. Co-Coordinador del Grupo CLACSO “Estudios sobre EEUU”. Autor de Vecinos en conflicto. Argentina y Estados Unidos en las conferencias panamericanas; de Relaciones peligrosas. Argentina y Estados Unidos y del blog www.vecinosenconflicto.blogspot.com

[1] Tokatlian, Juan Gabriel 2017 “La Argentina y Trump” en Archivos del Presente (Buenos Aires) marzo, p. 22.
[2] Página/12 2017 (Buenos Aires) 23 de agosto, p. 14.
[3] Infobae 2017 (Buenos Aires) 25 de julio.
[4] La Nación 2017 (Buenos Aires) 1 de septiembre.
[5] Cantamutto, Francisco y Treacy, Mariano 2017 “Organización Mundial de Comercio, recargada”, en La Izquierda Diario (Buenos Aires) 12 de agosto.
[6] “Declaración – Los Pueblos nos ponemos de Pie – NO OMC”. Puede leerse completa en www.mejorsintlc.org