Videla recibe a Kissinger, invitado al Mundial de Fútbol de 1978
9 al 11 de agosto de 2017 /
Mar del Plata-Buenos Aires
MESA 54
Historia de las relaciones
internacionales y la integración regional de América Latina, siglos XIX, XX y
XXI.
Miércoles 9 (11 a 20hs) y Jueves 10 (9 a 13 hs), AULA 61
Coordinadores
Julián Kan (UBA, UNQ) /
Leandro Morgenfeld (UBA, CONICET) / Alejandro Simonoff (UNLP)
TÍTULO DE LA PONENCIA: “Kissinger y
la Argentina”
AUTOR: Leandro Morgenfeld
Introducción
Henry Kissinger jugó un rol central en la elaboración
de la política exterior estadounidense, y en particular en el vínculo con las
dictaduras en el Cono Sur. En esta ponencia indagamos, en particular, su
relación con la Argentina, no sólo cuando se produjo el golpe de 1976, y él encabezaba
el Departamento de Estado, sino en los primeros tiempos del gobierno de
Carter.
La Casa Blanca, tras haber apoyado el golpe de Augusto
Pinochet contra Salvador Allende, que generó rechazo en muchos países del
continente, intentó recomponer las relaciones con América Latina. Richard Nixon
y Kissinger, quien en septiembre de 1973 fue nombrado Secretario de Estado
–aunque ya era un asesor clave en materia de política exterior-, lanzaron un Nuevo Diálogo con la región. Durante el
gobierno de Isabel Perón (1974-76), la relación bilateral fue contradictora.
Desde la Casa Rosada se enviaron señales a Washington para mejorar el vínculo,
a la vez que se anunciaron ciertas políticas nacionalistas que afectaban
importantes negocios estadounidenses. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y
la banca estadounidense retuvieron créditos destinados a la Argentina que ya
habían sido aprobados, hasta asfixiarla financieramente, previamente al
anunciado golpe de Estado.
El vínculo bilateral dio un giro desde marzo de 1976
cuando, luego de la asunción de Jorge R. Videla, se conoció el nombramiento
como ministro de economía de Alfredo Martínez de Hoz, con fluidos vínculos con
David Rockefeller y la gran banca estadounidense. Videla proclamó rápidamente
su alineamiento con Occidente y la lucha contra el comunismo, siguiendo la Doctrina de Seguridad Nacional. Sin
embargo, tras los primeros meses de la dictadura, los roces con la Casa Blanca
estuvieron a la orden del día, fundamentalmente durante la Administración
Carter (1977-81).
La figura de Kissinger es clave para entender el rol
de Estados Unidos, antes, durante y después del golpe de estado del 24 de marzo
de 1976. Más que una política de no
intromisión, lo que hubo fue un doble discurso por parte del Secretario de
Estado, planteando el público la preocupación por la violación de los derechos
humanos, y en privado avalando el terrorismo de estado, conocido por la
Administración Ford apenas semanas después del golpe. En dos entrevistas entre
Kissinger y el canciller argentino César Augusto Guzzetti, en junio y octubre
de 1976, el primero respaldó el terrorismo de Estado y hasta sugirió que
“hicieran lo que tuvieran que hacer” lo más rápidamente posible. Y esto
perduró, más allá de las voces disidentes en el propio gobierno estadounidense
y en la opinión pública de ese país. Los nuevos documentos desclasificados por
Estados Unidos en 2016 y 2017 arrojan más luz sobre el apoyo de Kissinger a la
dictadura, incluso luego de abandonar el Departamento de Estado.
En esta ponencia nos enfocamos en el rol de quien
fuera un funcionario clave de Nixon y Ford, en el vínculo de Estados Unidos con
la dictadura argentina y en qué tensiones implicó su posición al interior del
gobierno de Estados Unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario