domingo, 6 de agosto de 2017

“Kissinger y la Argentina”. Por Leandro Morgenfeld



Videla recibe a Kissinger, invitado al Mundial de Fútbol de 1978



9 al 11 de agosto de 2017 / Mar del Plata-Buenos Aires

MESA 54
Historia de las relaciones internacionales y la integración regional de América Latina, siglos XIX, XX y XXI.
 Miércoles 9 (11 a 20hs) y Jueves 10 (9 a 13 hs), AULA 61

Coordinadores
Julián Kan (UBA, UNQ) / Leandro Morgenfeld (UBA, CONICET) / Alejandro Simonoff (UNLP)


TÍTULO DE LA PONENCIA: “Kissinger y la Argentina”
 
AUTOR: Leandro Morgenfeld



Introducción

Henry Kissinger jugó un rol central en la elaboración de la política exterior estadounidense, y en particular en el vínculo con las dictaduras en el Cono Sur. En esta ponencia indagamos, en particular, su relación con la Argentina, no sólo cuando se produjo el golpe de 1976, y él encabezaba el Departamento de Estado, sino en los primeros tiempos del gobierno de Carter. 
La Casa Blanca, tras haber apoyado el golpe de Augusto Pinochet contra Salvador Allende, que generó rechazo en muchos países del continente, intentó recomponer las relaciones con América Latina. Richard Nixon y Kissinger, quien en septiembre de 1973 fue nombrado Secretario de Estado –aunque ya era un asesor clave en materia de política exterior-, lanzaron un Nuevo Diálogo con la región. Durante el gobierno de Isabel Perón (1974-76), la relación bilateral fue contradictora. Desde la Casa Rosada se enviaron señales a Washington para mejorar el vínculo, a la vez que se anunciaron ciertas políticas nacionalistas que afectaban importantes negocios estadounidenses. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la banca estadounidense retuvieron créditos destinados a la Argentina que ya habían sido aprobados, hasta asfixiarla financieramente, previamente al anunciado golpe de Estado.
El vínculo bilateral dio un giro desde marzo de 1976 cuando, luego de la asunción de Jorge R. Videla, se conoció el nombramiento como ministro de economía de Alfredo Martínez de Hoz, con fluidos vínculos con David Rockefeller y la gran banca estadounidense. Videla proclamó rápidamente su alineamiento con Occidente y la lucha contra el comunismo, siguiendo la Doctrina de Seguridad Nacional. Sin embargo, tras los primeros meses de la dictadura, los roces con la Casa Blanca estuvieron a la orden del día, fundamentalmente durante la Administración Carter (1977-81).
La figura de Kissinger es clave para entender el rol de Estados Unidos, antes, durante y después del golpe de estado del 24 de marzo de 1976. Más que una política de no intromisión, lo que hubo fue un doble discurso por parte del Secretario de Estado, planteando el público la preocupación por la violación de los derechos humanos, y en privado avalando el terrorismo de estado, conocido por la Administración Ford apenas semanas después del golpe. En dos entrevistas entre Kissinger y el canciller argentino César Augusto Guzzetti, en junio y octubre de 1976, el primero respaldó el terrorismo de Estado y hasta sugirió que “hicieran lo que tuvieran que hacer” lo más rápidamente posible. Y esto perduró, más allá de las voces disidentes en el propio gobierno estadounidense y en la opinión pública de ese país. Los nuevos documentos desclasificados por Estados Unidos en 2016 y 2017 arrojan más luz sobre el apoyo de Kissinger a la dictadura, incluso luego de abandonar el Departamento de Estado.

En esta ponencia nos enfocamos en el rol de quien fuera un funcionario clave de Nixon y Ford, en el vínculo de Estados Unidos con la dictadura argentina y en qué tensiones implicó su posición al interior del gobierno de Estados Unidos.

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