Apoyará las políticas monetarias,
fiscales y de estructura que llevan a cabo los países del G-20 para
impulsar el crecimiento de sus economías
Por
segunda ocasión en tres meses, el presidente estadounidense Donald
Trump viajará a Europa para promover su agenda económica y de seguridad
ante algunos de sus principales aliados del mundo congregados esta
semana en Alemania para la cumbre de líderes del G-20.
A
diferencia de su viaje de mayo por el Medio Oriente, Italia y Bélgica,
la audiencia que Trump encontrará será menos acogedora a la que
experimentó en Israel y Arabia Saudita, y no está en claro si su agenda
de Estados Unidos Primero será bien recibida por las mayores economías
del planeta.
De
acuerdo con H.R.McMaster, asesor de Seguridad Nacional de la Casa
Blanca, los objetivos del viaje serán promover la prosperidad de Estados
Unidos, proteger sus intereses y proporcionar liderazgo.
“Estos
tres objetivos unen todos los compromisos que el presidente Trump tiene
con los líderes extranjeros”, dijo al explicar los alcances de la gira
que el mandatario iniciará este miércoles y que le llevará a Polonia y
Alemania.
En
Varsovia, la primera escala de este periplo, Trump asistirá a la
llamada Conferencia de Tres Mares donde se reunirá con los líderes de
Europa Central, y la región de los Balcanes y del mar Adriático donde se
buscará forjar una nueva alianza energética para confrontar la
influencia de Rusia en este ámbito.
McMaster
dijo que el discurso de Trump en ese foro estará centrado en el
desarrollo de infraestructuras y la seguridad energética, destacando el
primer envío de gas natural licuado que Polonia hizo a Estados Unidos a
principios de este mes.
En
Hamburgo, Alemania, Trump se volverá a ver las caras con algunos de los
líderes con quienes se reunió durante la cumbre de la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN), donde su decisión de no respaldar el
principio de defensa colectiva causó incertidumbre.
Gary
Cohn, director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, dijo
que el objetivo principal de Trump en el G-20 será impulsar la agenda
económica colectiva frente al débil crecimiento económico global.
Indicó
que Trump apoyará las políticas monetarias, fiscales y de estructura
que llevan a cabo los países del G-20 para impulsar el crecimiento de
sus economías, de la misma manera que lo ha hecho él en Estados Unidos.
Contraria
a la percepción de aislamiento que ha generado la política trumpiana de
Estados Unidos Primero, Cohn dijo que ello no significa que su país
será una isla en su política comercial.
“Esperamos
poder participar en un comercio libre y justo con las economías del
G-20. Los Estados Unidos se mantienen firmes en contra de todas las
prácticas comerciales desleales, incluidas distorsiones masivas en el
mercado mundial del acero y otras prácticas no mercantiles que
perjudican a los trabajadores estadounidenses”, apuntó.
Mucha
de la atención empero estará centrada en lo que sucederá fuera del
salón plenario, durante las reuniones bilaterales que Trump celebrará al
margen de esos trabajos.
Destacan
los encuentros con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, con quien se
reunirá en momentos en que el Congreso investiga la injerencia de Moscú
en las pasadas elecciones presidenciales y la posibilidad de que haya
existido colusión entre funcionarios de ese gobierno y miembros de su
campañaa presidencial.
Trump
celebrará también un encuentro con el presidente de México, Enrique
Peña Nieto, el segundo desde el que sostuvieron en la Ciudad de México
el año pasado cuando él era el abanderado presidencial republicano.
Las
relaciones entre ambos países tampoco atraviesan por su mejor momento
dado la agresiva postura hacia México adoptada por Trump desde el inicio
de su campaña política, ejemplificada en su decisión de construir un
muro en la frontera sur.
Trump
celebrará encuentros con la canciller federal de Alemania, Angela
Merkel; la primera ministra del Reino Unido, Theresa May; el primer
ministro de Japón, Shinzo Abe; los presidentes de Corea del Sur, Moon
Jae-In; de China, Xi Jinping e Indonesia, Joko Widodo; así como el
primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong.
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