El
presidente estadounidense Donald Trump aplaudió el plebiscito
inconstitucional organizado por la oposición el 16 de julio
Telesur
"Si
el presidente Maduro realiza una Constituyente el 30 de julio, Estados
Unidos tomará fuertes acciones económicas", indicó Donald Trump en un
comunicado publicado en Twitter.
El presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este lunes que tomará "rápidas y
fuertes acciones económicas" contra Venezuela si el presidente de ese
país, Nicolás Maduro, realiza la Asamblea Nacional Constituyente (ANC)
prevista para el 30 de julio.
"Si el Gobierno de
Maduro convoca la Asamblea Constituyente el 30 de julio, EE.UU. tomará
decisiones económicas urgentes", señaló Trump en una declaración.
Estas declaraciones surgen a raíz del plebiscito inconstitucional
celebrado por la oposición venezolana el domingo en paralelo al ensayo
electoral para la Constituyente.
"Millones de votos
de los venezolanos no deben ser ignorados (...) EE.UU. insta al Gobierno
venezolano a renunciar a las elecciones a la Asamblea Nacional
Constituyente", agregó.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, este lunes.MICHAEL REYNOLDSEFE
Donald Trump aprieta las tuercas al régimen de Nicolás Maduro. En un comunicado
este lunes, el presidente de Estados Unidos advirtió al Gobierno
chavista que tomará "fuertes y rápidas acciones económicas" si procede
con la celebración de una Asamblea Nacional Constituyente convocada para
el 30 de este mes.
"El domingo, el pueblo venezolano repitió de manera clara que apoyan
la democracia, la libertad y la ley. Sin embargo sus acciones valientes y
rotundas siguen siendo ignoradas por un líder malo que sueña con
convertirse en un dictador", afirmó Trump. El presidente también aseguró
que EE UU no permanecerá quieto ante el derrumbe de Venezuela.
Las declaraciones llegan un día después de que más de siete millones de venezolanos, dentro y fuera del país, votaran en una consulta popular
organizada por los líderes de la oposición, la Mesa de Unidad
Democrática (MUD), para poner a prueba su apoyo entre la ciudadanía. El
éxito supone un rechazo a la Asamblea planeada por Maduro para adquirir
mayor control. Este lunes, Freddy Guevara, uno de los diputados y
organizadores del plebiscito, anunció que la oposición utilizará el
apoyo ciudadano para justificar el nombramiento de nuevos jueces al Tribunal Supremo y establecer un Gobierno de unidad nacional.
La amenaza de este lunes supone un endurecimiento del discurso de
Washington ante las acciones del chavismo, que desde hace meses trata de
aferrarse al poder con pequeñas concesiones como la reciente liberación del líder opositor Leopoldo López.
También presiona a Maduro con una fecha límite, obligándole a proceder o
retroceder con su convocatoria a la Constituyente, que le serviría para
aniquilar a la oposición e imponer un mayor control.
Hasta ahora, EE UU ha afrontado la crisis de Venezuela —saldada desde
principios de abril con al menos 90 muertos y miles de heridos—
asumiendo un papel protagonista en las constantes denuncias de la
situación en la Organización de Estados Americanos (OEA). Además, el
Gobierno de Trump ha emitido durante los últimos meses nuevas sanciones
contra miembros del chavismo como el vicepresidente Tareck El Aissami o los magistrados del Tribunal Supremo.
Estas medidas han servido para privar a miembros del chavismo de
activos y propiedades que pudieran tener en EE UU, bloqueándoles el
acceso a recursos económicos. Sin embargo, desde hace meses el Gobierno estadounidense valora aplicar sanciones sectoriales contra el país
para ejercer mayor presión sobre Maduro. En particular contra
industrias como la petrolera, que supone un importante sostén económico
para el régimen al estar en su control. PDVSA, la empresa estatal de
petróleo venezolano, es la tercera suministradora de EE UU, razón por la
cual se había escapado de las sanciones hasta ahora.
La subida de tono de EE UU también llega tras un aparente parón en
los esfuerzos multilaterales, que se vieron frustrados cuando la OEA —el
órgano hemisférico más importante— fue incapaz el pasado junio de aprobar una resolución de condena contra el régimen chavista. El fracaso, que marcó la cumbre anual de la organización y a la cual no acudió el secretario de Estado, Rex Tillerson, supuso una "decepción" para EE UU, según afirmó el vicepresidente Mike Pence.
Horas antes del mensaje de Trump, el portavoz de la Casa
Blanca, Sean Spicer, insistió en la preocupación por la crisis de
Venezuela y aplaudió la participación masiva en la consulta popular del
domingo organizada por los grupos opositores al presidente Nicolás
Maduro. Spicer, aseguró que el éxito del plebiscito envía un “mensaje
inconfundible” al régimen chavista.
“Hemos estado observando lo que ha ocurrido. Felicitamos al
pueblo venezolano por la participación masiva en el referéndum del
domingo”, afirmó Spicer. “Condenamos la violencia de los colectivos
contra votantes inocentes así como los esfuerzos del gobierno (de
Maduro) por erosionar la democracia en Venezuela”, concluyó.
En paralelo, el Departamento de Estado también difundió su propia declaración.
"Las voces de millones de venezolanos no deben ser ignoradas", escribió
una portavoz, instando a los demás países de las Américas a hacer un
llamamiento para que Maduro anule la convocatoria a la Constituyente.
En sus comunicados, el Gobierno de EE UU también volvió a
solicitar la celebración de elecciones libres y justas en el país
bolivariano, tal y como han exigido otros diplomáticos estadounidenses
desde que comenzó la última ola de protestas.
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