Página/12
Muchas sonrisas y satisfacción tras el encuentro de Macri con Donald Trump, pero pocos resultados. Ayer, un organismo comercial de ese país confirmó que sigue la investigación por las denuncias de dumping contra la venta de biocombustibles argentinos.
El gobierno estadounidense anunció que continuará la investigación por supuesto dumping y subsidios sobre las exportaciones de biocombustible argentino a ese mercado. El presidente Mauricio Macri se había reunido con su par estadounidense Donald Trump en Washington, donde el mandatario argentino solicitó que interceda respecto de las suspensiones a la importación de limones y biodiesel. El magnate norteamericano fue concesivo en la primera, que implica en términos comerciales unos 50 millones de dólares, pero fue reticente con los biocombustibles, un negocio de 1140 millones. La Comisión de Comercio Internacional estadounidense confirmó una investigación sobre envíos del combustible argentino para determinar si entra a ese país con ventajas comerciales que perjudican a los productores locales, y postergó una decisión ante supuesta “nueva evidencia”. Ahora se abre una instancia que duraría hasta septiembre, mientras que los envíos estarían vedados al menos por un año.
La Comisión de Comercio Internacional inició en abril una investigación en respuesta al reclamo de pequeños productores de Estados Unidos, quienes denunciaron que un alza de las importaciones desde Argentina e Indonesia a precios por debajo de los costos (dumping) perjudicaba su capacidad para elaborar el combustible. Las importaciones de biodiesel en base a soja desde Argentina y de biodiesel en base a aceite de palma desde Indonesia subieron un 464 por ciento entre 2014 y 2016, según el Directorio Nacional de Biodiesel. Las importaciones del combustible por parte de Estados Unidos tocaron un record de 3500 millones de litros el año pasado, según datos del gobierno estadounidense.
El biodiesel es la principal exportación argentina a Estados Unidos, al tiempo que el 90 por ciento de la producción local exportable tiene como destino ese país. El año pasado sumó 1240 millones de dólares, lo que no impidió que la balanza comercial fuese deficitaria para la Argentina en unos 2200 millones de dólares. A raíz del inicio de la investigación, las operaciones quedaron virtualmente paralizadas, ya que los posibles compradores congelaron los pedidos ante la posibilidad de que la administración Trump imponga aranceles provisorios. La Organización Mundial de Comercio la había dado la razón a la Argentina en su defensa contra la Unión Europea frente a una denuncia del mismo tipo.
Tras el encuentro entre Macri y Trump, había quedado en el oficialismo una sensación de optimismo, la cual fue fogoneada por el anuncio del fin de la suspensión a la importación de cítricos del norte argentino. Para lograr destrabar esa situación también había viajado a Washington el ministro de Producción, Francisco Cabrera, quien se reunió con el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, y la expectativa era que hubiese una definición por estas horas. La postergación de la decisión imposibilitará, por el momento, que se recuperen las exportaciones argentinas de biodiesel a los Estados Unidos. “Estamos trabajando para volver a exportar biodiesel, de todas maneras lo importante es si nosotros tenemos un precio de mercado o no”, aseguró ayer Cabrera durante una exposición organizada por la Sociedad Rural Argentina.
La Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos, un órgano independiente del Departamento de Comercio de ese país, votó ayer por unanimidad continuar la investigación contra el biodiesel proveniente de Argentina e Indonesia, lo que incrementa más las posibilidad de establecimiento de aranceles punitivos. La siguiente etapa de la investigación es que el Departamento de Comercio determine si impone aranceles antidumping preliminares y aranceles para contrarrestar los supuestos subsidios. Los productores locales pidieron gravar al fluido argentino con un arancel de 23 por ciento.
La Comisión de Comercio Internacional inició en abril una investigación en respuesta al reclamo de pequeños productores de Estados Unidos, quienes denunciaron que un alza de las importaciones desde Argentina e Indonesia a precios por debajo de los costos (dumping) perjudicaba su capacidad para elaborar el combustible. Las importaciones de biodiesel en base a soja desde Argentina y de biodiesel en base a aceite de palma desde Indonesia subieron un 464 por ciento entre 2014 y 2016, según el Directorio Nacional de Biodiesel. Las importaciones del combustible por parte de Estados Unidos tocaron un record de 3500 millones de litros el año pasado, según datos del gobierno estadounidense.
El biodiesel es la principal exportación argentina a Estados Unidos, al tiempo que el 90 por ciento de la producción local exportable tiene como destino ese país. El año pasado sumó 1240 millones de dólares, lo que no impidió que la balanza comercial fuese deficitaria para la Argentina en unos 2200 millones de dólares. A raíz del inicio de la investigación, las operaciones quedaron virtualmente paralizadas, ya que los posibles compradores congelaron los pedidos ante la posibilidad de que la administración Trump imponga aranceles provisorios. La Organización Mundial de Comercio la había dado la razón a la Argentina en su defensa contra la Unión Europea frente a una denuncia del mismo tipo.
Tras el encuentro entre Macri y Trump, había quedado en el oficialismo una sensación de optimismo, la cual fue fogoneada por el anuncio del fin de la suspensión a la importación de cítricos del norte argentino. Para lograr destrabar esa situación también había viajado a Washington el ministro de Producción, Francisco Cabrera, quien se reunió con el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, y la expectativa era que hubiese una definición por estas horas. La postergación de la decisión imposibilitará, por el momento, que se recuperen las exportaciones argentinas de biodiesel a los Estados Unidos. “Estamos trabajando para volver a exportar biodiesel, de todas maneras lo importante es si nosotros tenemos un precio de mercado o no”, aseguró ayer Cabrera durante una exposición organizada por la Sociedad Rural Argentina.
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