Primeros comentarios sobre el ataque de EEUU a Siria
por Leandro Morgenfeld
1)
Lo de Siria es trágico. Desde 2011 murieron,
según la ONU, más de 400.000 civiles y emigraron más de 5 millones de personas.
2)
Ninguna potencia interviene militarmente en
favor de los civiles o por cuestiones humanitarias, sino por sus intereses
geoestratégicos, políticos y militares.
3)
Estados Unidos hace años que viene promoviendo a
grupos fundamentalistas para derrocar al presidente Assad.
4)
Cuando el tema se le fue de las manos, por la
creación de un califato por parte del Estado Islámico en parte de Siria e Irak,
plantearon que se habían equivocado de amigos (Hillary Clinton lo reconoció en
sus propias memorias) y la opción de derrocar al régimen pasó a segundo
plano.
5)
Hasta ahora, Trump había sido crítico de la acción
Obama-Clinton y prometido una salida
negociada con Rusia, aliada de Assad, para combatir juntos al Estado Islámico y
otros grupos.
6)
En 2013 hubo un ataque con armas químicas (1400
civiles muertos) por el que fue acusado el gobierno de Assad, que a su vez culpó
a los fundamentalistas, para provocar la intervención extranjera. Moniz
Bandeira documenta en su último libro (“El desorden mundial”) la improbabilidad
de que ese ataque haya sido ejecutado por el gobierno sirio.
7)
Las mismas dudas cabrían para el ataque de este
martes 4 de abril (unos 90 muertos). EEUU acusa a Assad, éste a los grupos
fundamentalistas que lo quieren derrocar.
8)
Trump, que enfrenta enormes conflictos políticos
internos, resolvió por primera vez atacar militarmente a Assad (antes, EEUU lo
hacía financiando y dándole armas a grupos “rebeldes”). Lo hizo en forma
unilateral (sin el acuerdo del Consejo de Seguridad de la ONU), lo cual
refuerza algo que venimos afirmando: no va a ser aislacionista, sino
unilateralista. Va a seguir aplicando el uso masivo de la fuerza militar, como
los anteriores gobiernos de EEUU (por algo acaba de aumentar el presupuesto
militar en 54.000 millones de dólares).
9)
Esta acción de guerra le permite recuperar el
apoyo del establishment político y del
complejo militar, a la vez que desvía la atención sobre sus vínculos con Rusia,
que complica a varios de sus asesores clave.
10)
No es descabellado pensar que el ataque químico del
martes sea una acción de sectores de la inteligencia estadoundiense, militares
o aliados (Turquía) para quebrar la aproximación de Trump a Rusia, tendiente a
distender la situación en Siria.
11)
Nada de todo lo anteriormente dicho implica
embellecer al gobierno de Assad ni desconocer la represión a la que somete a
la población siria. Tampoco condenar la invasión a Irak con falsificaciones (las
supuestas armas químicas que no existían) implicaba defender a Saddam Hussein.
12)
Pero no hay que ser ingenuos. El ataque de
Estados Unidos, como fueron las invasiones a Afganistán e Irak por parte de
Bush, no tiene NADA que ver con cuestiones humanitarias, y sí con la disputa
geopolítica entre Estados Unidos y Rusia y potencias regionales como Turquía,
Israel, Irán y Arabia Saudita.
Recomiendo leer este libro:
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