Declaración ante la cumbre de
presidentes de la Alianza del Pacífico y del Mercosur,
Abril de 2017
Los pueblos
latinoamericanos decimos NO a los Tratados de Libre Comercio
¡Basta de privilegios
para las empresas a costa de nuestros derechos!
Las organizaciones y
coaliciones de lucha contra los Tratados de Libre Comercio (TLC) abajo
firmantes rechazamos el intento de los gobiernos de la Alianza del Pacífico y
del Mercosur de unificar América Latina bajo el signo del libre comercio. La reunión de presidentes de ambos
bloques planeada para este 7 de abril, significa avanzar en la agenda de libre
comercio entre nuestros países, la cual nos traerá más hambre y pobreza. Hoy
alzamos nuestra voz contra este intento de construir un “nuevo ALCA” que otorga
privilegios a las corporaciones y quita derechos a nuestros pueblos.
Los
TLC y sus efectos no son nuevos para los pueblos latinoamericanos. Nuestras
organizaciones han sido parte de la lucha contra el ALCA y el libre comercio en
el continente durante los últimos veinte años. Esta experiencia nos permite
correr la cortina sobre el mito de los supuestos beneficios de la
liberalización comercial. Las
consecuencias atroces de la apertura indiscriminada son notorias en los países
que ya avanzaron por este camino. En México, se ha pasado a depender del
maíz importado de EEUU a partir del TLCAN; en Colombia, el TLC con Corea del
Sur está destruyendo la industria de “línea blanca”; en Perú, el sector textil
ha sido impactado negativamente por la apertura indiscriminada al entrar en
vigencia el TLC con China; en Chile, el neoliberalismo ha tenido como vehículo
la firma compulsiva de decenas de acuerdos de liberalización comercial. Estos
TLC han significado la reprimarización y desindustrialización de nuestras
economías, además de la destrucción masiva de la naturaleza. Estos son sólo
algunos ejemplos que muestran que los beneficios del libre comercio no son para
las mayorías, sino sólo para los grupos económicos más concentrados que se
benefician de que nuestros países se transformen en plataformas de exportación.
Los
gobiernos neoliberales de América Latina han tomado el dogma del libre comercio
como una verdad revelada, sin siquiera mostrar estudios de impacto que puedan
reflejar algún mínimo beneficio para las grandes mayorías. Se involucran en
negociaciones secretas y a espaldas de las poblaciones pero no pueden
justificar cuáles son los supuestos efectos positivos de tal liberalización. Por
el contrario, la experiencia nos muestra
que la libertad de comercio significa bajar los estándares laborales, sociales
y medioambientales para ser “competitivos” y poder insertar a nuestros países
en las cadenas globales de valor. Pero todo esto está en el plano del
discurso y del deseo: la realidad muestra que el libre comercio es una carrera
al precipicio, donde los que pierden son las grandes mayorías y la Madre
Tierra.
Sabemos
que los TLC no son meros acuerdos sobre aranceles, ya que incluyen además temáticas tan sensibles como la
propiedad intelectual (patentes de medicamentos, semillas, software, etc.), los
servicios (incluyendo salud y educación), las compras públicas, las
telecomunicaciones, la agricultura, el comercio electrónico, las inversiones y
también las cláusulas que otorgan la posibilidad a los inversores extranjeros
de demandar a los países en centros arbitrales internacionales como el CIADI. Estas cláusulas aseguran los derechos de
propiedad de los inversores extranjeros, mientras impactan negativamente sobre
los aparatos económicos nacionales, especialmente sobre las pequeñas y
medianas empresas, generando así aumento del desempleo.
Es
por ello que hoy nos alzamos contra la agenda del libre comercio y los
privilegios para las grandes corporaciones. Entendemos que estas políticas sólo
plasman legalmente el poder de las empresas transnacionales, dejando de lado
los derechos humanos y medioambientales. Por eso rechazamos la agenda de liberalización en todas sus formas: tanto
los TLC como la agenda impuesta por la Organización Mundial de Comercio, que
este año se reunirá en Buenos Aires para avanzar en la agenda corporativa,
contraria a los pueblos.
Por
ello, exigimos:
ü Frenar las negociaciones de Tratados
de Libre Comercio y Tratados de Inversión entre los países de la región y con
terceros países, como la Unión Europea o países asiáticos;
ü La realización de estudios de impacto
de los efectos que el libre comercio ha tenido en los países de la región,
analizando sus consecuencias laborales, sociales y medioambientales;
ü Llamar a un diálogo abierto,
transparente y vinculante con las organizaciones sociales, sindicales y
políticas de los bloques de la Alianza del Pacífico y el Mercosur;
ü Avanzar en otras formas de integración
regional que no pasen por el libre comercio y la profundización de los
privilegios de las grandes corporaciones.
¡No más TLC en la
región!
Firman:
Argentina:
Asamblea “Argentina mejor sin TLC”
Brasil:
Red Brasilera por la Integración de los Pueblos (REBRIP)
Colombia:
Iniciativa “TLC al banquillo”
México:
Convergencia “México mejor sin TPP”
Paraguay:
BASE-IS
Perú:
Plataforma “Perú mejor sin TPP”
Uruguay:
REDES-Amigos de la Tierra
Primeras
firmas:
ATTAC
Argentina
Red Peruana por una Globalización
con Equidad (RedGE)
Red
Latindadd
Campaña Nacional Sin Maíz No Hay
País - México
Centro de
Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria OP, A.C. - México
Bia´lii,
Asesoría e Investigación, A.C - México
Medios Comunes - México
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