Malvinas: Londres desmiente a Macri y asegura que May no habló con él de soberanía
El
gobierno británico negó que Theresa May y el Presidente hayan dialogado
del reclamo argentino sobre las islas; sin embargo, hay optimismo para
retomar las relaciones bilaterales
El gobierno británico negó rotundamente que la primer ministra Theresa May
haya dialogado con el presidente Mauricio Macri sobre la
soberanía de las islas Malvinas en la breve reunión informal que
mantuvieron ayer en Nueva York en el marco de la Asamblea general de la
ONU.
"Nunca
se habló del tema de la soberanía de las islas Malvinas en la breve
reunión informal que May y Macri mantuvieron en Nueva York por lo que no
pudo haber existido una expresión de gran Bretaña en ese sentido", dijo
a LA NACION una fuente diplomática del Foreign Office.Las misma fuente destacó que no hubo posibilidad de armar una reunión bilateral entre Macri y May, pero destacaron que durante el cruce informal de tres minutos que ambos mandatarios tuvieron jamás se abordó el tema de la soberanía de Malvinas. Tampoco está previsto por ahora un encuentro entre Macri y May, informaron.
De esta manera, Londres desmintió al propio Macri que había destacado que May estaba dispuesta a hablar y discutir de una vez el conflictivo tema de la soberanía de las islas Malvinas.
Desde el Foreign Office remarcaron, no obstante, la buena predisposición que hay ahora en la Argentina para retomar las relaciones bilaterales amplias y más allá del caso de las islas Malvinas. Además, destacaron el acuerdo sellado entre la canciller Susana Malcorra y el vicecanciller británico de Asuntos Exteriores, Alan Duncan. Dicho acuerdo, según las fuentes británicas, tuvo siempre el consentimiento de los isleños que habitan Malvinas.
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MACRI ASEGURO QUE LA PRIMERA MINISTRA BRITANICA HABIA ACEPTADO DIALOGAR DE SOBERANIA PERO MALCORRA LUEGO LO RELATIVIZO
El juego del Gran Bonete con las Malvinas
El entredicho relegó su discurso. Macri contó que había acordado un diálogo por la soberanía. “No es un acuerdo”, dijo Malcorra.
Por Nicolás Lantos (desde Nueva York)
Página/12
El primer
discurso del presidente Mauricio Macri ante la Asamblea General en las
Naciones Unidas quedó relegado a un segundo plano luego de las idas y
vueltas generadas en torno al supuesto inicio de un diálogo formal con
el Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas.
Según aseguró Macri, la flamante primera ministra británica, Theresa
May, se acercó a saludarlo durante el habitual almuerzo de jefes de
Estado que tuvo lugar al mediodía en la ONU. “Le dije que estoy listo
para comenzar un diálogo abierto que incluya, por supuesto, el tema de
la soberanía sobre las islas. Me dijo que habría que comenzar a
conversar”, reveló Macri a la salida de la sede, en un breve contacto
con la prensa. Pero, al cierre de esta edición, el gobierno británico no
había realizado ninguna declaración confirmando o desmintiendo la
apertura de negociaciones. En cambio, quien salió por la noche fue la
canciller Susana Malcorra, en el papel de bombero a bajarle el tono a
las afirmaciones presidenciales. “Por supuesto la primera ministra dijo
que se encontrarían, pero no es que se habló de una hoja de ruta, o
dónde van a ser los próximos pasos, que este tema esté cerrado y
arreglado y avanzado”, interpretó, para concluir: “No es un acuerdo para
avanzar en el tema de la soberanía”.“Reitero nuestro llamado al diálogo, como mandan tantas resoluciones de esta organización, para solucionar amigablemente la disputa”, dijo Macri en el breve pasaje que le dedicó al tema durante su primer discurso ante la Asamblea General, llamando a establecer entre Buenos Aires y Londres “una relación bilateral que puede y debe ser mutuamente beneficiosa”. La premier inglesa no aceptó la reunión bilateral que buscaba con entusiasmo la cancillería argentina, aunque sí hubo tiempo para un saludo informal durante el almuerzo de jefes de Estado, sin foto ni declaración conjunta.
De acuerdo a la versión de Macri, durante ese breve diálogo lejos de las cámaras, May dio el visto bueno para iniciar conversaciones con un temario amplio que incluya la soberanía, algo que, de concretarse, marcaría el anuncio más importante en este tema desde la guerra de 1982. Por eso, se esperaba para hoy una confirmación desde Downing Street y más detalles sobre los alcances de este principio de acuerdo, pero Malcorra se apresuró anoche a bajar las expectativas sobre algo que había sido un contacto “informal”. “Puede que no lleguemos a nada, que avancemos en algunos temas y otros no o que nos tomen años. Es una señal de disposición de dialogar”, remarcó.
El antecedente inmediato de este anuncio había sido la controvertida declaración conjunta realizada por Malcorra la semana pasada con el vicecanciller británico Alan Duncan en la que Argentina se comprometía a “adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos”. Ese primer acuerdo siguió ayer generando rechazos en la oposición, pero también posiciones encontradas en el oficialismo que obligaron a Malcorra de adelantar su disposición a ir a dar explicaciones al Congreso (ver página 9).
Además de su pedido por el Atlántico sur, en su discurso, Macri reclamó “mayor colaboración internacional” para esclarecer los atentados a la embajada de Israel y la sede de la AMIA –aunque sin mencionar a Irán–, y prometió ampliar la ayuda de Argentina a refugiados sirios y de otros países de Medio Oriente. También habló explícitamente acerca de la nominación de Malcorra, quien lo escuchaba desde las sillas correspondientes a la delegación argentina, para suceder al secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki Moon, quien ayer dio apertura a la Asamblea General por última vez.
En campaña
El argentino fue uno de los oradores de la primera mañana de la Asamblea, un prime time por el que pasaron el flamante presidente brasileño Michel Temer, quien aprovechó la apertura de la sesión para justificar el golpe de Estado institucional contra la ex mandataria Dilma Rousseff; el local Barack Obama, que se despidió de la ONU con un encendido alegato de neto electoral sobre la situación en el país; Petro Poroshenko, de Ucrania, un Estado que resume los conflictos entre la OTAN y Rusia; Francois Hollande, de Francia, en el epicentro de la nueva ola de ataques terroristas de la Jihad en Occidente y el propio Ban Ki Moon, antes de encabezar un almuerzo con todos los jefes de Estado.
Los primeros minutos del mensaje de Macri, en la tónica de sus discursos del lunes ante la Iniciativa Global Clinton y la Bolsa de Nueva York, parecieron un discurso de campaña. “En la Argentina nos hemos planteado como horizonte tres grandes objetivos: la primera meta es avanzar hacia pobreza cero”, “el segundo objetivo es derrotar al narcotráfico”, “la tercera meta es unir a los argentinos a través del diálogo, el respeto a la ley y el fortalecimiento de la democracia”. Luego repasó logros de su gestión, sin números: “Normalizamos la macroeconom?a, comenzamos a fortalecer las relaciones con nuestros vecinos, y nos estamos vinculando de forma madura con el resto de los países y los organismos internacionales”.
Fue un texto con el que el Presidente buscó deliberadamente mostrarse diplomático, aunque para eso tuviera que decir cosas que jamás diría ante otras audiencias: “En los últimos años Latinoamérica hizo grandes esfuerzos para reducir la pobreza, gracias a políticas sociales robustas y a las condiciones económicas internacionales muy favorables”, dejó caer, aunque más no fuera como preparativo para gatillar una queja: “Hoy el contexto es diferente pues todos los países hemos visto disminuir nuestro crecimiento y el comercio global muestra un desempeño magro”, señaló.
En un sobrevuelo, habló del desafío del cambio climático y de la crisis de desplazados en Medio Oriente, dos temas fuertes de coyuntura en este 71º ciclo de la Asamblea General. Respecto al tema medioambiental, llamó a ratificar el Acuerdo de París para que entre en vigencia y destacó el trabajo que se está haciendo en el país en materia de energía renovable. Cuando se refirió a “la problemática de los refugiados”, prometió “ampliar la recepción de los refugiados de Siria o de sus países vecinos, privilegiando a grupos familiares con niños”.
Luego, aprovechó una reivindicación de la igualdad de género para hacer un proselitismo por Malcorra en la candidatura para la ONU. “Estamos trabajando para que la mujer tenga las mismas oportunidades que los hombres”, dijo. Y agregó: “En ese sentido, quiero agradecerle el apoyo que ha recibido nuestra canciller para la secretaría general de Naciones Unidas”. Citando, probablemente sin saberlo, un discurso de Cristina Fernández de Kirchner en el mismo auditorio, completó: “En el siglo XXI tener a una mujer al frente de esta organización sería un ejemplo alentador”.
También se refirió al “extremismo radical” que “amenaza inocentes y a poblaciones vulnerables”, e hizo una rápida mención a los ataques “en 1992 y 1994”, dando, al menos en la superficie, continuidad a una política de Estado instalada en la ?ltima década. El pedido de “mayor colaboración internacional para su esclarecimiento y castigo a los culpables” fue mucho más ligero, e incluso polisémico, comparado con los extensos alegatos sobre el tema que hicieron CFK y Néstor Kirchner cuando les tocó hablar en esa cita.
El discurso de Macri concluyó con una cita medio traída de los pelos al Papa Francisco –”Estamos juntos en esta casa común, que tenemos que cuidar y en la que tenemos que convivir en paz”– y un reconocimiento a Ban Ki-moon por su labor al frente de la ONU.
Fueron apenas unos segundos por encima de los 15 minutos, lo que sugiere las Naciones Unidas que deben durar los discursos, pero bastante menos del promedio de lo que suelen hablar los mandatarios en ese estrado. Le alcanzó para dejar una imagen sobria ante un auditorio global y mostrarse como referente centrista en una región en tiempos de cambios. Hoy tendrá su última jornada en esta ciudad, en la que podrá volver a dedicarse a su actividad favorita: buscar inversiones, antes de embarcarse por la tarde en el avión privado que alquiló para regresar a Buenos Aires.
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EL MANDATARIO INSISTIO CON LA "BUENA PREDISPOSICION" BRITANICA Y LA CANCILLER DESCREYO QUE LA SOBERANIA SEA PRIORIDAD EN UNA AGENDA BILATERAL
Macri sigue confundiendo cortesía con soberanía
Página/12
La
canciller Susana Malcorra volvió a desdecir al presidente Mauricio Macri
y calificó de "reacción positiva de cortesía" el diálogo informal entre
el mandatario y la premier británica, Theresa May, pero descartó que en
ese encuentro Gran Bretaña haya aceptado poner en el primer lugar de la
agenda la discusión soberana.
Macri insistió esta mañana con la "buena predisposición" británica
para alcanzar un acuerdo por la soberanía, aunque bajó las expectativas y
señaló que podría ocurrir "con el tiempo". "En la medida en que no te
sentés a dialogar en una mesa las cosas no empiezan a recorrer un curso
natural en el cual los argentinos estamos convencidos que, con el
tiempo, sí o sí, se va a terminar en lo que ya Naciones Unidas y muchos
han avalado, que es la soberanía nuestra sobre las Islas Malvinas",
analizó el presidente.Por su parte, Malcorra, en diálogo con radio Continental, matizó: "Lo que entiendo es que la primer ministra británica tuvo una reacción positiva de cortesía a la noción de hacer una agenda, que es parte de lo que intentamos hacer como hoja de ruta en la declaración conjunta de la semana pasada, pero soy absolutamente franca, no creo que haya dicho: 'Sí, suscribo que agendemos esto y que la soberanía sea el primer tema', porque no es pensable que así sea".
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