CLACSO ha seleccionado sus nuevos Grupos de Trabajo para el
período 2016-2019
Cerca
de 500 propuestas se han presentado a la convocatoria internacional, de
las cuales, 110 han sido evaluadas positivamente por un
jurado compuesto por más de 130 reconocidos intelectuales de diversos
países del mundo.
GRUPO DE TRABAJO
"ESTUDIOS SOBRE ESTADOS UNIDOS"
Coordinadores:
Marco
A. Gandásegui (Panamá)
Casandra
Castorena (México)
Leandro Morgenfeld (Argentina)
Grupo integrado por 22 investigadores de 11 países americanos
Desde hace 12 años, el grupo de
trabajo de Estudios sobre EEUU se ocupa de analizar los cambios profundos del
mundo contemporáneo y, en particular, el papel central de EEUU en ese proceso.
El amplio equipo de académicos de varios países –que se ha ido expandiendo en
la última década– aborda la problemática en tres dimensiones. Por un lado,
revisando la desaceleración de la economía real y el papel del sector
financiero de EEUU en la economía mundial. Por otro, analizando los cambios que
está experimentando la estructura social de EEUU (cultura, población, trabajo y
otros elementos) como consecuencia del largo proceso de desaceleración y de la
crisis iniciada en la década pasada. Por último, estudia las relaciones
internacionales de EEUU, especialmente los lazos complejos y cambiantes entre
ese país y América latina y el Caribe.
Desde 2004, el grupo se ha ocupado
de estudiar la crisis de hegemonía de Estados Unidos y una evidencia más de
esto está reflejado en el segundo libro publicado en 2010 , el cual abordó el
concepto de crisis así como el de hegemonía en un sentido amplio. El
primero, como momento de cambio e incertidumbre y, el segundo, como capacidad
de legitimación de las relaciones de dominación entre clases, grupos sociales o
países.
Es menester
recordar que el concepto de hegemonía ofrece también un marco de referencia
sobre el ejercicio de la dominación de clase, la capacidad para expandirla y
las posibilidades de mantenerla. El grupo de trabajo sostiene que “en contraste
con el concepto de imperialismo, el
cual —al igual que la globalización— es una constante del capitalismo, el
concepto de hegemonía permite entender (y plantear hipótesis) sobre el futuro
de Estados Unidos en cuanto a su posición en el sistema capitalista mundial”.
De este modo,
tanto en las diferentes participaciones de los integrantes en foros y eventos
internacionales, como en cada libro publicado, aparecen trabajos que abordan la
cambiante situación global y el papel que juega Estados Unidos en ese escenario
en constante transformación; no obstante, existen diferentes perspectivas de
estudio que da cuenta de la pluralidad teórica y epistemológica del mismo
grupo, ya que algunos integrantes debaten sobre las causas de la aparente
pérdida de hegemonía de Estados Unidos debido a la disminución de la tasa de
ganancia de la economía norteamericana en los últimos años; otros destacan que,
a pesar de ello, la economía está robusta. Prueba de ello es su presencia en
los diferentes escenarios mundiales.
El cuarto libro
de grupo, titulado Estados Unidos y la
nueva correlación de fuerzas internacional (mayo 2016), analiza además la emergencia china como otro factor que ha
asumido un papel central en los aportes del grupo de trabajo. Pekín se ha
convertido en un exportador de manufacturas, capitales y cultura en todos los
continentes. Su relación privilegiada con Rusia y los BRICS constituyen un reto
al proyecto de dominación global de Estados Unidos. “La Ruta de la Seda”, el
Banco de Inversiones e Infraestructura Asiática (BIIA) y el proyecto de eje
Euroasiático se proyectan hacia un futuro que choca con Estados Unidos. Ante
dicho escenario, el grupo ha observado y discutido la reacción de Washington –a
través de la Casa Blanca, sus bancos y empresas transnacionales– ha repostado
con sus tratados comerciales y pactos militares tanto en Europa como en el
Lejano Oriente.
No obstante, el
grupo reconoce que EEUU es una entidad política con un sistema y estructura
políticas complejos y, por ende, es fundamental estudiar no sólo los diferentes
actores y mecanismos de checks &
balances que operan al interior; sino identificar y explicar cómo esta
dinámica impacta en la formulación de su política exterior hacia otras regiones
del mundo. La forma en que sus elites y clases sociales se organizan, generan un
rotación de las primeras e impulsan movimientos sociales en las segundas; es
decir, que existe una redefinición constante de la correlación de fuerzas.
Por otro lado,
es menester recordar que las políticas de externalización en EEUU han acelerado
la desindustrialización y dicho proceso está relacionado con la crisis
metropolitana de las fuerzas productivas basadas en el conocimiento ya
anunciado a partir de la década de 1970. Si bien es cierto que el movimiento
obrero organizado se ha debilitado, han aparecido fuertes movimientos sociales
que expresan las reivindicaciones de los sectores étnicos marginados, el
movimiento feminista y una amplia gama de grupos que protestan en torno a una
variedad de problemas.
En el ámbito
gubernamental, el grupo ha observado y discutido cómo los gobiernos han
impuesto severas medidas de austeridad que han alterado drásticamente la
distribución de las riquezas que se producen en sus respectivos países según
recomendaciones establecidas por entidades financieras como el Fondo Monetario
Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM) y que, al final, son perjudiciales
para su economía debido a la misma dinámica de la economía capitalista a escala
global.
En los
discursos y debates de la campaña presidencial de 2016 han predominado las
referencias al futuro de EEUU como potencia hegemónica. Los candidatos siguen
enunciando como principal amenaza el “terrorismo internacional”, el “continuo
flujo migratorio”; no obstante, una interpretación al respecto es su
preocupación por la pérdida de hegemonía que siente su clase gobernante sobre
el futuro de la potencia. Sólo un candidato menciona la necesidad de recuperar
el poderío productivo (industrial) del país y de su clase trabajadora. Los
otros insisten en fortalecer la capacidad militar de Estados Unidos para
conservar su dominación a escala global.
Por último, debido
a la continuidad del ascenso de EEUU como potencia mundial hegemónica –proceso
que se realizó desde la primera mitad del siglo XIX a través de la explotación
de riquezas naturales y humanas y que continuó en el siglo XX con la expansión
del capital estadounidense a nivel mundial– el grupo de trabajo seguirá
estudiando dicha relación y sus cambios correspondientes al siglo XXI.
De manera
particular, el grupo estudiará y reflexionará sobre las relaciones entre EEUU y
América Latina que históricamente han sido conflictivas, incluso antes de los
movimientos emancipadores de ambos a fines del siglo XVIII y principios del
siglo XIX. Los mismos próceres norteamericanos entendieron que las repúblicas
que nacieron como consecuencia del colapso del imperio español constituían un
premio estratégico para su expansión y ulterior consolidación como potencia
mundial (el “destino manifiesto”). Los enormes territorios, recursos naturales
y mano de obra barata le resultaban muy rentables. Para lograr estos objetivos
necesitaba anexar los territorios o someter a sus oligarquías. Ambas
alternativas exigían medios militares y, al mismo tiempo, nuevas estructuras
políticas.
El
neocolonialismo o las formas de dependencia que caracterizaron las nuevas
relaciones entre ambos extremos del hemisferio fueron acompañados por una
ofensiva ideológica que se tradujo en la elaboración de un fino tejido
hegemónico que subordinó el sur al norte. En la actualidad, la evolución de
esta historia arroja una relación económica que subordina a Nuestra América a
EEUU. También consolida la presencia militar de Estados Unidos en casi todos
los países de la región latinoamericana. No obstante, el giro hacia la
izquierda, que fue la característica de los gobiernos en los tres primeros
lustros del siglo XXI, pareciera estar revirtiéndose en la actualidad.
Esta nueva
propuesta de trabajo, como las anteriores, se estructura en tres secciones,
teniendo como centro la crisis de hegemonía EEUU, la estructura y condiciones
internas del país, y las nuevas relaciones entre EEUU y América Latina. Por lo
anterior, para los próximos tres años, el grupo seguirá analizando esas tres
dimensiones, en un momento donde se agudizan las tensiones y disputas
internacionales, para mantener o socavar la hegemonía estadounidense, a la vez
que se discuten nuevos mega acuerdos de libre comercio (TPP,TTIP, TISA) y EEUU
pretende reposicionarse en América Latina y el Caribe, luego de una década de
relativo desafío a su hegemonía. Hoy, más que nunca, es fundamental reflexionar
sobre el rol de EEUU a escala global, sobre sus transformaciones internas y
sobre el vínculo con el resto del continente americano.
Descargá acá el pdf completo de nuestro último libro:
(CLACSO, 2016)
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