Viaje de Obama a América Latina supone recuperar terreno perdido para EEUU en la región
El viaje de Obama a América Latina “se inscribe en una estrategia de la Casa Blanca de volver a posicionarse en lo que históricamente llamaron su patio trasero”, señaló el historiador Leandro Morgenfeld.
Esa dominación hegemónica se vio mermada en los últimos años “por la creciente integración y coordinación política de los países latinoamericanos, con organismos como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), o la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA)”, que dejó a la Organización de Estados Americanos (OEA) más relegada, añadió el experto.
“Al mismo tiempo aparecieron en los últimos años potencias emergentes extrahemisféricas, fundamentalmente China y Rusia, que desafiaron ese dominio de Estados Unidos en la región”, observó Morgenfeld, autor de los libros Relaciones peligrosas, Argentina y Estados Unidos, y de Vecinos en conflicto.
Por su parte, el analista internacional Jorge Castro, presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico (IPE), explicó que Obama visitó Argentina en un momento muy especial, ya que se encuentra “muy fortalecido políticamente por sellar no solo el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), sino también por el acuerdo sobre el programa nuclear iraní “que fue en los últimos quince años el mayor conflicto del sistema de seguridad internacional del sistema mundial”.
El histórico pacto al que EEUU llegó con Irán en julio del pasado año limitó el programa nuclear a ese país a cambio de un levantamiento de las sanciones, mientras que el TPP, firmado el pasado mes de febrero por Washington y otros once países (Australia, Brunei, Chile, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam, Canadá y México), busca liberalizar el comercio de sectores como las compras gubernamentales, internet, cultura, y propiedad intelectual, entre otros.
Además, continuó el experto, EEUU restableció las relaciones diplomáticas con Cuba mediante un pacto con el presidente de ese país, Raúl Castro, para iniciar “un proceso de integración profunda en lo económico, lo comercial y en lo tecnológico”.
“La presencia en Argentina del presidente Obama es la continuación de otras presencias internacionales de primer nivel en el país, como la del presidente François Hollande de Francia, o el primer ministro de Italia, Matteo Renzi”, añadió Jorge Castro.
LIDERAZGOS
La visita de Obama a 100 días de que asumiera el Gobierno de Macri en Argentina “trata de potenciar al presidente argentino como un líder regional que demuestra al resto del continente que entramos en una nueva era, con el fin de los Gobiernos de izquierda y el inicio de una nueva era”, sostuvo Morgenfeld.
Por eso Macri ha manifestado su interés de relacionarse con “los poderes constituidos a nivel internacional, de ingresar a la política de librecambio, de tomar las políticas de los organismos financieros internacionales y de establecer una política exterior alineada con Estados Unidos”, añadió.
“Por eso Estados Unidos aplaude el acuerdo de Argentina con los fondos buitre, impulsa el proceso de endeudamiento de Argentina, y fuerza a que se abra el mercado argentino”, indicó el analista.
Entre tanto, más empresas norteamericanas participarán en la economía argentina, señaló Castro por su parte.
De hecho, ambos países firmaron un acuerdo para facilitar el intercambio regional, “dado que si bien Estados Unidos tiene un fuerte superávit, en los últimos años se quejó, e interpuso sanciones contra el país, producto de la regulación de las importaciones” durante el Gobierno de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), concluyó Castro.
Tras su histórica vista a Cuba, Obama viajó a Argentina en una visita oficial de dos días en la que relanzó las relaciones diplomáticas y comerciales entre su Gobierno y el de Macri.
(Sputnik)
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