Algunas reflexiones personales a 60 días de gestión
Por Susana Malcorra
15 de febrero de 2016
[Comunicación interna de Cancillería]
Estimados colegas,
A sesenta días de haber asumido la conducción de la Cancillería
quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones e ideas acerca de
nuestra visión de la actual situación internacional y a partir de ella-
lo que entiendo deben ser los ejes centrales del
accionar de nuestro Ministerio.
La Cancillería, como instrumento de política exterior, debe
trabajar para aumentar el protagonismo de la Argentina a nivel global y
regional, sin olvidar que nuestra función debe estar centrada en la
promoción y protección de los intereses argentinos.
Nuestra política exterior debe sobresalir por su claridad en los
mensajes a sus interlocutores y por su consistencia para la consecución
de sus intereses, ello a fin de transmitir al mundo previsibilidad y
coherencia.
Como bien saben, el Presidente Mauricio Macri ha fijado como
prioridades de su acción de gobierno los siguientes objetivos: i) la
pobreza cero; ii) la lucha contra el narcotráfico; y iii) la unión de
los argentinos dentro de la institucionalidad democrática.
El logro de estos tres objetivos fundamentales debe constituirse en
la meta de nuestra labor diaria, ya que no es posible hacer política
hacia fuera sin tener en mente el bienestar, el progreso y las demandas
de todos nuestros compatriotas. En ese entendido,
una diplomacia ambiciosa y efectiva, que tenga como foco principal
maximizar el bienestar de todos los argentinos, será indispensable para
alcanzar estas metas. Deberá para ello deberá contar con un marco
sólido, coherente y preciso que guíe su accionar.
La contribución de la Cancillería en la obtención de resultados
concretos en el marco de las prioridades fijadas por el Ejecutivo
Nacional deberá concebir a la Argentina como un miembro activo y
constructivo de la comunidad internacional, con un rol protagónico
-por su historia y potencial- en los diferentes temas de la agenda
global del Siglo XXI. Solo a manera de ejemplos, esto cubre el Cambio
Climático, la Agenda 2030, el terrorismo violento, refugiados, la
seguridad nuclear y las múltiples formas de tráfico ilegal.
La Cancillería es y seguirá siendo la cara visible del país en el
exterior, proyectando una imagen atractiva y genuina de la Argentina
que dé cuenta de nuestra identidad, nuestro capital humano, de la
diversidad cultural y geográfica que ofrecemos al
exterior. Es a la política exterior a quien le cabe abrir el camino
también a las amplias oportunidades de complementación con el mundo en
materia de industria, comercio e inversiones.
En particular, pondremos especial énfasis en los aspectos
vinculados a las inversiones y al comercio exterior. No hay mejor
generador de trabajo sustentable para los argentinos que estas dos
palancas. Para ello tendremos que aumentar el protagonismo
de nuestras Embajadas y Consulados, mejorando nuestra capacidad de
análisis de mercados, buscando los nichos en los que Argentina tiene
diferencial competitivo y poniendo foco en esos sectores. Nuestra
presencia en exposiciones y congresos dista de ser suficiente
para generar oportunidades reales. Seremos evaluados a través de
resultados tangibles como el aumento del intercambio comercial y el
flujo de inversiones directas para. Esto requiere de una mayor formación
y capacitación continuas de nuestros profesionales.
Debemos desarrollar vinculaciones significativas con los países de
la región y globalmente, ya sea mediante el fortalecimiento de
relaciones ya maduras y sostenidas en el tiempo como el desarrollo de
otras que por razones varias se hayan deteriorado o
mantenido a baja intensidad. Asimismo, debemos expandir los vínculos
externos de nuestro país en aquellas áreas en las que los mismos no
hayan sido planteados, hasta el momento, del modo más conveniente para
nuestro país.
En un mundo interdependiente y dinámico, el multilateralismo es la
vía más eficaz para abordar los enormes desafíos que se nos presentan.
Como un país de desarrollo medio con presencia en diferentes temas de la
agenda global y regional, una mayor y mejor
inserción internacional de la Argentina implicará un arduo trabajo junto
a quienes comparten nuestros principios y valores y uno aún más
complejo con quienes nuestra afinidad es menor. Sin pérdida de tiempo,
debemos abocarnos a la construcción de lazos y
coaliciones específicas para cada tema de la agenda global que
posibilite un alineamiento con las prioridades del Gobierno Nacional
facilitando la obtención de resultados exitosos y, en definitiva,
beneficiosos para nuestros compatriotas.
En un escenario internacional en constante modificación, deberemos
trabajar en pos de la rápida y eficiente adaptación de las instituciones
regionales a estos cambios de época. En este contexto, debemos abogar
por un MERCOSUR más ágil, dinámico y acorde
a los actuales flujos de comercio mundial. La concreción del acuerdo
entre nuestro Mercado Común y la Unión Europea, como así también una
mayor proyección a la región de Asia-Pacifico, serán avances
significativos en ese sentido.
Mantendremos nuestro reclamo histórico sobre Islas Malvinas,
Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos
circundantes, conforme al derecho internacional y de acuerdo con el
mandato de la Disposición Transitoria Primera de la Constitución
Nacional es para nosotros una prioridad.
Con una política exterior basada en principios, nuestro país
enfatizará la defensa de los sistemas democráticos de gobierno y el
respeto a los Derechos Humanos, como políticas de Estado.
La lucha contra el narcotráfico es para el gobierno argentino un
tema prioritario de cooperación en la agenda de trabajo con
Latinoamérica y con todos los países del mundo y agencias
internacionales que llevan a cabo un decidido enfrentamiento contra este
flagelo. Argentina será un activo promotor de la cooperación en los
ámbitos regional, hemisférica e internacional para intercambiar
información y coordinar acciones contra el narcotráfico, tanto desde la
perspectiva de seguridad como en el lavado de dinero
que favorece su crecimiento. Con igual énfasis se cooperará
internacionalmente en los aspectos que refieren a la demanda, desde una
perspectiva de atención en salud e inserción social de los adictos.
Otro aporte a nuestra presencia en el mundo será una promoción
activa de nuestra cultura, turismo, nuestro arte y el deporte de forma
comprehensiva, difundiéndolos en el exterior, dando espacio al
federalismo, en sus manifestaciones provenientes de cada
rincón de nuestro país.
La priorización y la promoción del diálogo interreligioso y de la
libertad religiosa y el mantenimiento de vínculos de colaboración y
dialogo permanente con el conjunto de los cultos es parte de las
libertades irrenunciables de los ciudadanos por lo que
seguirá siendo un pilar en las políticas de este gobierno. En un mundo
en profunda crisis alrededor de estas cuestiones, la Argentina puede
mostrarse como un modelo maduro de convivencia en la diversidad.
La Representación del Estado argentino en el exterior implica
también la importantísima misión de asistencia y protección de nuestros
connacionales residentes en el extranjero, en especial la de aquellos
que por diferentes circunstancias se encuentran
en situaciones de mayor vulnerabilidad y peligro. En este sentido, es
vital contar con un servicio consular de excelencia que brinde una
protección adecuada a nuestros ciudadanos cuando más lo necesiten.
Asimismo, se debe promover un mayor diálogo con ellos,
atendiendo sus demandas y propiciando el mantenimiento de sus vínculos
con el país, especialmente a partir de redes que los agrupen y
contengan de acuerdo a sus ocupaciones o intereses. La existencia de las
redes de científicos argentinos en algunas jurisdicciones
del exterior que potencian la cooperación con la Argentina es una buena
práctica en ese sentido.
Una mejor y mayor vinculación con el mundo empieza por casa. Así,
debemos promover y beneficiarnos de una mayor articulación con los
distintos Ministerios en la elaboración de las recomendaciones de
políticas a ejecutar en el exterior, como también de
estrechar aún más los lazos con la sociedad civil, con un enfoque que
privilegie aquellos actores relevantes en los distintos temas de interés
para el país.
La actual coyuntura nos sitúa frente a una gran oportunidad para
demostrar que la Argentina puede ser un actor relevante en el mundo.
Deseo que estas reflexiones que me permito compartir con ustedes, y que
sé que no cubren la totalidad de la rica agenda
internacional de nuestro país, sean leídas como el punto de partida de
un dialogo constructivo -que continuará- para la elaboración de los
lineamientos de la política exterior de los próximos años.
Confío que el Ministerio ofrecerá en el corto, mediano y largo
plazo- resultados concretos y valiosos, producto de la profesionalidad,
el compromiso y el talento de su capital humano; la inteligente
asignación de recursos; y un trabajo colaborativo con
los demás Ministerios y actores claves de la sociedad civil.
Teniendo esto en mente, quisiera reiterarles como lo hiciera en mi
primera comunicación- que representa para mí un orgullo trabajar junto
ustedes en esta etapa del país, donde tanto las oportunidades como los
desafíos internos y externos- nos obligan
a redoblar esfuerzos y trabajar en pos de una Argentina mejor.
Los saluda,
Susana
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