Revista Defensa Nacional y Pensamiento estratégico 2 (julio 2015)
Leandro Morgenfeld
Resumen
Las relaciones entre Estados Unidos y Nuestra América
en el siglo XXI plantean la necesidad de revisar el sistema interamericano en
general y la seguridad regional en particular. En ese marco, algunos países de
la región vienen planteando la necesidad de denunciar el Tratado Interamericano
de Asistencia Recíproca (TIAR), calificándolo como un resabio de la guerra fría. ¿Es anacrónico este pacto
militar? ¿a qué intereses responde? ¿qué rol cumple en la actualidad? ¿qué
acciones deben tomar los países latinoamericanos y la Argentina en particular?
En
este artículo se analizan, con documentación de los principales archivos
argentinos y estadounidenses, la Conferencia
de Río de 1947 en la cual se estableció el TIAR y la IX Conferencia
Interamericana (Bogotá, 1948), en la que se aprobó la Carta de la Organización
de los Estados Americanos (OEA). Se
estudian, en primer lugar, los entretelones de ambas reuniones continentales,
en el marco del enfrentamiento entre Argentina y Estados Unidos durante el
gobierno peronista. En segundo lugar, se retoman los debates actuales sobre el
TIAR y se plantea cuál es el rol que Argentina debe cumplir en el proceso de transición
desde un esquema con eje en Washington hacia una organización de defensa de
Nuestra América.
Introducción
Las nuevas relaciones entre Estados Unidos y Nuestra
América[1]
plantean la necesidad de revisar el sistema interamericano en general y la
seguridad regional en particular. En ese marco, algunos países de la región
plantearon recientemente la necesidad de denunciar el Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca (TIAR), calificándolo como un resabio de la guerra fría, y procedieron a abandonarlo.
Esta situación vuelve imprescindible abordar los siguientes interrogantes: ¿Es
anacrónico este pacto militar? ¿a qué intereses responde? ¿qué rol cumple en la
actualidad? ¿qué acciones deben tomar los países latinoamericanos y Argentina
en particular?
El artículo se divide en tres partes. En la primera, se analizan, con documentación de los
principales archivos argentinos y estadounidenses, dos reuniones
interamericanas claves. En la Conferencia
para el Mantenimiento de la Paz
y la Seguridad
(Río de Janeiro, 1947) se estableció el TIAR. Estados Unidos y Argentina,
representada en esa ocasión por el canciller Juan Atilio Bramuglia –quien
aprovechó el cónclave para exponer la tercera
posición de Perón-, se enfrentaron sobre el carácter que debía tener dicho
tratado. En la IX Conferencia Interamericana (Bogotá, 1948) se aprobó la Carta
de la Organización de los Estados Americanos (OEA). La delegación argentina
volvió a enfrentarse a la estadounidense para evitar, entre otras cosas, que la
nueva organización interamericana tuviera injerencia en las actividades
militares de cada país.[2] Entender los debates en estas conferencias realizadas
en la inmediata posguerra –cuando se iniciaba la guerra fría- nos ayudará a comprender el carácter del TIAR, el
sentido (o no) de que siga existiendo en el siglo XXI y el rol que debe jugar
la Argentina. En aquella ocasión, mientras Estados Unidos pretendía fortalecer su
dominio continental y avanzar en instituciones que aseguraran la hegemonía en
su amplio patio trasero, en plena
constitución del mundo bipolar, la delegación argentina, encabezaba por
Bramuglia, expresaba el nuevo lineamiento más autónomo del gobierno de Perón.
En estos dos primeros años de gobierno peronista, cuando se llevaron a cabo
estas cruciales conferencias, predominaron los enfrentamientos con el país del
Norte, aunque luego estos se vieron matizados por las necesidades económicas
del gobierno argentino, y por la capacidad de la Casa Blanca de aprovechar las
expectativas de los países latinoamericanos de recibir ayuda económica.
En la segunda parte, se estudian las apelaciones al
TIAR en las décadas siguientes, cuándo y por quién fue invocado y qué rol jugó.
Nos ocuparemos aquí de la crisis que derivó en el golpe de estado para derrocar
a Arbenz en Guatemala (1954), del bloqueo a Cuba durante la crisis de los
misiles (1962), de la intervención en Santo Domingo (1965) y de la guerra de
Malvinas (1982), entre algunos de los principales acontecimientos militares en
América. En este apartado se analiza el significado que fue adquiriendo el TIAR
durante distintas etapas de la guerra
fría y a qué intereses respondió.
En la tercera parte, se analiza la nueva coyuntura
regional en el siglo XXI y de las relaciones interamericanas, se reconstruyen
los debates actuales sobre el TIAR y se plantea cuál es el rol que Argentina
debe cumplir en el proceso de transición desde un esquema con eje en Washington
hacia una organización de defensa de Nuestra América. México se retiró del TIAR
en el año 2002, Perú en 1990 (aunque retiró la renuncia en diciembre de 1991),
y Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Ecuador, integrantes del ALBA, anunciaron conjuntamente
el abandono del Tratado en junio de 2012. Esta merma –de los 34 países de la
OEA, sólo 17 integran el TIAR- potencia el debate sobre la pervivencia y el
sentido de este pacto militar, e impulsa a la Argentina a tomar una decisión estratégica
sobre su permanencia en el mismo.
En síntesis, el artículo pretende poner en discusión
un eje clave de la seguridad hemisférica y las alternativas de la Argentina
frente a las distintas posiciones que emergen en Nuestra América en el siglo
XXI.
- acá podés leer el artículo completo -
[1] Tanto la expresión Nuestra
América como América Latina refieren en este artículo al conjunto de los países
de América Latina y el Caribe, es decir a todos los del continente, menos
Estados Unidos y Canadá.
[2] MORGENFELD, Leandro. “Del TIAR a la
OEA: Argentina, Estados Unidos y el sistema interamericano”. Revista CONfines de Relaciones
Internacionales y Ciencia Política, Número
12, Monterrey, México,
agosto-diciembre de 2010. Págs. 13-49.
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