BRASIL Y EE.UU. FIRMAN ACUERDOS MIGRATORIOS, COMERCIALES Y MEDIOAMBIENTALES EN WASHINGTON
Dilma y Obama relanzaron la relación
Al afirmar que confía en Obama, la presidenta brasileña dio por superada la crisis provocada en la relación bilateral por las revelaciones del ex espía Edward Snowden, sobre el espionaje en Brasil de la Agencia de Seguridad Nacional.
Página/12
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió en Washington a su par brasileña, Dilma Rousseff. Como fruto del encuentro, Estados Unidos y Brasil cerraron un acuerdo que permite a ciudadanos brasileños un ingreso más rápido en los puntos de entrada aérea al país norteamericano para mediados de 2016, y otro que elimina las contribuciones dobles a la seguridad social. También sellaron otros compromisos destinados a estrechar el comercio bilateral, permitir la importación a Estados Unidos de carne fresca de vacuno brasileña y ampliar el uso de fuentes renovables en su producción de energía. En este sentido, pusieron énfasis en cooperar en el área ambiental, con acciones de combate al calentamiento global, y en una declaración pidieron un acuerdo mundial ambicioso durante la conferencia COP 21 sobre el clima que tendrá lugar en diciembre en París. “Dilma, quiero agradecerle por haber llevado la alianza entre nuestros dos países a un nuevo nivel”, dijo Obama en una conferencia de prensa conjunta luego de una reunión de dos horas en el Salón Oval de la Casa Blanca. “Creo en el presidente Obama. Me dijo que cuando necesite alguna información sobre Brasil me llamará por teléfono. Tengo la seguridad de que las condiciones son diferentes ahora”, señaló Rousseff durante la conferencia de prensa.
Después del encuentro, Obama y Rousseff anunciaron la participación de Brasil en el programa estadounidense Global Entry, que agiliza la entrada de viajeros en los aeropuertos de Estados Unidos. El programa establece un sistema de aprobación previa de ciertos viajeros considerados de bajo riesgo, que tienen la opción de evitar los controles migratorios regulares y proceder en su lugar a unos quioscos automatizados, lo que puede reducir los tiempos de espera. Hasta el momento, ese programa está disponible únicamente para ciudadanos de Estados Unidos, residentes permanentes en el país y ciudadanos de México, Panamá, Alemania, Holanda y Corea del Sur, según la página web de la Oficina de Protección de Fronteras de Aduanas de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés). Perú inició en febrero los trámites para entrar en Global Entry, y confía en convertirse en el primer país latinoamericano en sumarse al programa.
Brasil sigue trabajando, además, en el cumplimiento de los requisitos para participar en el Programa de Exención de Visas (Visa Waiver Program, en inglés), que permitiría a los brasileños viajar a Estados Unidos sin necesidad de visado para visitas centradas en negocios o turismo por un período no superior a 90 días. En la reunión de ayer, los mandatarios también firmaron un acuerdo que permitirá a los ciudadanos brasileños que trabajen en Estados Unidos y los estadounidenses en Brasil que se reconozcan sus contribuciones a la seguridad social en ambos países, de acuerdo con el comunicado. “El acuerdo elimina las contribuciones dobles a la seguridad social, que ocurren cuando un trabajador de un país trabaja en el otro”, señaló la nota.
Al suprimir el doble pago de ciertos beneficios, la Casa Blanca estima que el acuerdo supondrá un ahorro para las compañías estadounidenses y brasileñas de más de 900 millones de dólares en los próximos seis años. Otro de los acuerdos suscriptos supone que el Departamento de Agricultura de norteamericano enmendará sus reglas para permitir la importación de carne fresca de res bajo condiciones específicas que mitigan el riesgo de fiebre aftosa, de acuerdo con otro comunicado. En el área comercial, el Departamento de Comercio de Estados Unidos y el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Extranjero de Brasil firmaron un memorándum para ampliar su cooperación respecto de sus estándares de regulación. Asimismo, Estados Unidos y Brasil iniciarán consultas antes de fin de año sobre la implementación de un sistema de “ventanilla única” para la importación de bienes que, en palabras de Rousseff, “facilitará y simplificará los plazos de tiempo requeridos en los procedimientos de aduanas”.
Ambos gobiernos se proponen trabajar conjuntamente y con otros socios para resolver potenciales obstáculos para un acuerdo ambicioso y equilibrado en París, aseguró la declaración que los mandatarios suscribieron en materia de medioambiente. En el documento, Brasil se compromete a actuar para reducir a cero la deforestación ilegal en la próxima década. De acuerdo con el texto, el resultado de la esperada conferencia COP 21 enviará una fuerte señal a la comunidad internacional de que los gobiernos, empresas y sociedad civil están enfrentando con firmeza los desafíos del cambio climático. Rousseff recordó el compromiso de llegar a deforestación cero en 2030.
Al afirmar que confía en Obama, la presidenta brasileña dio por superada la crisis provocada en la relación bilateral por las revelaciones sobre el espionaje en Brasil de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). “Esta visita supone un relanzamiento de nuestra relación”, afirmó Rousseff. Su visita estaba inicialmente programada para octubre de 2013, pero la mandataria la canceló tras enterarse, por las revelaciones del ex analista de la NSA, Edward Snowden, que ella misma había sido víctima del espionaje estadounidense. “Desde entonces, algunas cosas han cambiado, en particular debido al hecho de que Obama y el Gobierno de Estados Unidos nos han indicado en varias ocasiones que ya no intervendrán en actos intrusivos de espionaje a países amigos”, aseguró Rousseff. “Creo en el presidente Obama”, sostuvo. Su colega estadounidense aseguró que ha tenido una excelente relación con Rousseff desde que la presidenta llegó al poder en 2011. “Confío completamente en ella, siempre ha sido muy honesta conmigo, y además ha cumplido lo que ha prometido”, sostuvo Obama.
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