RAUL CASTRO ANUNCIO QUE LA HABANA Y WASHINGTON PODRIAN TENER
REPRESENTANTES EN 45 DIAS
Página/12
Castro señaló que La Habana y Washington podrían nombrar a
los respectivos embajadores a partir del 29 de mayo. Estados Unidos, por su
parte, reaccionó con mesura y dijo que no hay plazos para el intercambio
diplomático.
El presidente de Cuba, Raúl Castro,
se mostró dispuesto a intercambiar embajadores con Estados Unidos, luego de que
se retirara a Cuba de la nómina de países promotores del terrorismo. La Casa
Blanca dijo, en un tono más cauto, no estar lista para anunciar nada. Castro
señaló que La Habana y Washington podrían nombrar a los respectivos embajadores
a partir del 29 de mayo, cuando culmina el plazo legal para que el presidente
Barack Obama pueda eliminar a Cuba de esa polémica lista. “En 45 días podremos
tener, nombrar los embajadores”, afirmó Castro, tras despedir al mandatario
francés François Hollande, quien culminó una histórica visita a Cuba. “Va bien
la cosa, desde luego a nuestro ritmo”, agregó en alusión al proceso de
acercamiento con Estados Unidos, el viejo enemigo de la Guerra Fría, iniciado
en diciembre, con el objetivo de normalizar los lazos diplomáticos rotos hace
medio siglo.
Estados Unidos, por su parte, reaccionó con mesura a las
declaraciones de Castro. “No hay un plazo fijo para esto. Aún estamos en
negociaciones para restablecer las relaciones diplomáticas”, dijo en Washington
el vocero del Departamento de Estado, Jeff Rathke. “No tenemos ningún anuncio
para hacer sobre fechas o confirmación sobre esto”, agregó. La Habana y
Washington celebraron desde enero tres reuniones sobre el restablecimiento de
relaciones diplomáticas, rotas en 1961, pero Cuba exigió ser sacada de la lista
negra terrorista confeccionada por Estados Unidos antes de la reapertura de
embajadas. El 14 de abril, tres días después de sellar el histórico
acercamiento en una reunión con Raúl Castro en la Cumbre de las Américas de
Panamá, Obama notificó al Congreso su decisión de excluir a la isla de esa
nomina, en la que también aparecen Irán, Siria y Sudán. A partir de esa fecha,
la Casa Blanca debe esperar un plazo de 45 días para que se haga efectiva la
medida, que se cumple el 29 de mayo.
Castro destacó que Washington y La Habana están ahora
discutiendo algunos temas pendientes para reabrir las embajadas, paso previo al
inicio del largo y complejo proceso de normalización de las relaciones
bilaterales. “Con eso (el nombramiento de embajadores) extendemos relaciones,
pero normalizar las relaciones ya es otro tema, pues para eso tiene que
eliminarse el bloqueo completo (vigente desde 1962) y la base (estadounidense)
de Guantánamo debe ser devuelta”, declaró Castro. La base está situada en pleno
territorio cubano y Castro la llamó el “pecado original en las relaciones entre
los dos países”. Rathke señaló que las negociaciones han tomado mucho esfuerzo
y “aún hay trabajo por hacer, de forma que no estamos listos para anunciar
nada”.
Castro sostuvo asimismo que todavía serán necesarios varios
pasos antes de que se nombren los embajadores y recordó que los dos países
deben tener una nueva ronda de conversaciones bilaterales, aún sin fecha. Entre
los temas en discusión, el presidente cubano admitió que su mayor preocupación
sigue siendo el comportamiento que tendrán los diplomáticos de la embajada
estadounidense en La Habana. “Ya yo les manifesté a ellos, al presidente
(Obama) concretamente, que lo que más me preocupa es que continúen haciendo las
cosas ilegales que hacen ahora, o que han estado haciendo hasta ahora”, dijo.
Como ejemplo mencionó la capacitación a periodistas independientes, ya sea en
la SINA (Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, que cumple tareas
consulares) o en casa de diplomáticos estadounidenses en Cuba.
“Les dan clases, pantallas, teleconferencias desde los
Estados Unidos, no sé si títulos y, por supuesto, la correspondiente mesada.
Esas cosas no se pueden hacer. Sencillamente, lo que planteamos es que todos
tenemos que ajustarnos a los acuerdos sobre el comportamiento de los
diplomáticos en todo el mundo, aprobado en la Convención de Viena de 1961”, apuntó
el jefe de Estado cubano.
Obama buscó la reapertura de embajadas antes de la Cumbre de
Panamá, en la que Cuba participó por primera vez, pero su intento no prosperó.
Sobre la apertura de embajadas en Washington y La Habana, Castro refirió
detalles pendientes como el radio de movimiento de los diplomáticos, y reseñó
que fue el gobierno de Ronald Reagan el que impuso límites al desplazamiento de
los funcionarios cubanos en la capital estadounidense y en Nueva York. “Cuba
hizo lo mismo con sus funcionarios en La Habana”, manifestó, y refirió que
ahora los estadounidenses alegan que sus diplomáticos no deben tener menos
autorización de movimiento que la que tienen en Rusia, China, Vietnam. Castro
se refirió también a la posición común de la Unión Europea (UE) hacia la isla y
dijo que “no debió de existir nunca” y añadió que eso se va a resolver, en
alusión a la negociación que mantienen el bloque europeo y Cuba para alcanzar
un acuerdo de diálogo político y cooperación.
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