lunes, 27 de abril de 2015

Entrevista: "Fragmentar a los países de la región fue, históricamente, un objetivo de Estados Unidos"


"Fragmentar a los países de la región fue,históricamente, un objetivo de Estados Unidos”

La revista digital de los estudiantes de la Universidad Nacional de Moreno 

Entrevistamos a Leandro Morgenfeld, Doctor en historia, docente, investigador del CONICET y autor de varios libros sobre relaciones internacionales. Quien amablemente accedió a responder nuestras preguntas, sobre la reciente cumbre de las Americas, las relaciones entre Cuba-Estados unidos y el nuevo tablero geopolítico que se esta gestando.

Por Barbara Bravo

Revista Morena: ¿Qué balance hacés de la 7ma cumbre de las Américas?

Leandro Morgenfeld: “El gobierno de Estados Unidos fue a Panamá buscando reposicionar el sistema interamericano -en torno a la OEA y las Cumbres de las Américas-, para debilitar la integración de Nuestra América, con organismos como el ALBA, la UNASUR y la CELAC, en los que no participa Washington. Invitó allí a no centrarse en las disputas pasadas, sino a mirar hacia adelante. Obama logró la foto con Raúl Castro y relativizó la acción ejecutiva que había firmado en marzo contra Venezuela. Con una decidida acción diplomática, llevada a cabo en las horas previas a la Cumbre, logró anular parcialmente los dos temas más espinosos –Venezuela y Cuba- y evitar el fracaso. La reunión de Panamá será recordada, entonces, como la del final del conflicto con Cuba y el inicio de una nueva etapa. Por eso la derecha neoliberal se apuró a festejar. Sin embargo, el presidente de Estados Unidos fue fuertemente criticado en el plenario de la Cumbre por los mandatarios de Argentina, Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Ecuador por las actitudes imperiales de su país. Los movimientos sociales participaron activamente de la Cumbre de los Pueblos, que planteó una agenda alternativa, defendió a Cuba y Venezuela, reclamó por la soberanía de las Malvinas, exigió el retiro de las bases militares de Estados Unidos en Nuestra América y desplegó una serie de reivindicaciones concretas sobre el desarrollo autónomo y los derechos sociales. Tampoco logró imponer una declaración final unificada, lo cual muestra que las diferencias en la región siguen vigentes. El eje bolivariano, una vez más, pudo marcarle la cancha a Estados Unidos, con algunos aliados, como lo fue en este caso el gobierno argentino, a diferencia del brasilero que tuvo un perfil más bajo”.


 RM: ¿Desde una perspectiva historica, consideras que el debilitamiento de la influencia de Estados Unidos en Latinoamérica, es de carácter coyuntural o estructural?

 LM:”El debilitamiento de la hegemonía estadounidense en Nuestra América es relativo. Es cierto que ya no domina como antes, tanto por el evance de la coordinación política latinoamericana (la UNASUR y la CELAC), la integración alternativa (a través del ALBA) y también por  la penetración de China, hoy socio comercial, inversor y prestamista privilegiado de muchos países de la región. Sin embargo Estados Unidos necesita controlar lo que históricamente consideraron su patio trasero. Mantiene una extensa red de bases militares, pretende recuperar el peso que supo ostentar la OEA, impulsa la Alianza del Pacífico, y también aislar a los procesos políticos y sociales más radicales. Es decir que el relativo debilitamiento estadounidense en Nuestra América tiene aspectos estructurales –vinculados a las nuevas relaciones económicas con actores extrahemisféricos como China o Rusia- y también a factores coyunturales –vinculados a la situación política de Nuestra América-. Si Estados Unidos logrará reposicionarse o no dependerá de la correlación de fuerzas en el continente”.


 RM:¿Respecto de la Alianza Asia Pacifico: ¿Podríamos entenderla como una respuesta pragmática ante el avance de china en Latinoamérica o una política de mediano plazo diseñada a fin de obstaculizar el afianzamiento de la Unasur como proyecto político?

LM:”Estados Unidos busca limitar y contener la penetración económica china. Al mismo tiempo, muchos de sus aliados de la región también profundizan las relaciones con China, en función de  la demanda de materiales primas y alimentos por parte del gigante asiático. Estados Unidos también procura limitar el desarrollo de instrumentos como la UNASUR y la CELAC que actúan sin el comando de Washington, a diferencia de la OEA, y fueron las instancias que actuaron ante crisis como la de Bolivia, Ecuador y Venezuela. Fragmentar a los países de la región fue, históricamente, un objetivo de Estados Unidos”.


RM:¿Que análisis haces de lo que parece ser una nueva etapa en las relaciones entre Cuba y USA.?

LM:”Estados Unidos cambió su política hacia Cuba, principalmente, por motivos geoestratégicos –los mencionados anteriormente, eliminar un escollo en la relación con Nuestra América-, aunque también por razones económicas y electorales. Mientras empresas chinas, españolas, canadienses y brasileras se instalan en la isla, los capitales estadounidenses no pueden avanzar en este codiciado mercado por las limitaciones que impone el bloqueo. En este sentido, hay un sector de la burguesía estadounidense que impulsa el relajamiento de las sanciones para desembarcar en un país que hasta 1959 había sido casi su área exclusiva de influencia económica. Por último, razones de orden electoral explican este giro de la Casa Blanca. El voto latino es crucial para las aspiraciones del Partido Demócrata de retener la Casa Blanca en 2016, luego de la dura derrota que sufrieron en noviembre pasado. El poderoso lobby anticastrista, los famosos gusanos de Florida, tienen una incidencia decreciente. Incluso parte de la comunidad cubana en el exilio, las nuevas generaciones fundamentalmente, rechazan el bloqueo. Así, Obama intenta pasar a la historia como el presidente que logró distender las relaciones con la isla luego de medio siglo, y a la vez tiene un buen argumento para intentar recuperar el entusiasmo con el que la población latina acompañó su elección en 2008”.


RM: En torno a la nueva correlacion de fuerzas que se esta viendo, ¿Cuál pensás que puede ser la estrategia de Usa con respecto a su relación con la Argentina, a la luz de las nuevas alianzas geopolíticas que se están afianzando con China y Rusia?

LM:”Hoy hay varios conflictos bilaterales (fondos buitre, disputas comerciales, roces políticos), que en parte se plasmaron en el duro discurso de la presidenta Cristina Kirchner en la Cumbre de Panamá, en abril pasado. El Departamento de Estado, por su parte, tiene expectativas avanzar en Argentina si se produce una restauración conservadora. Los tres candidatos que mejor miden en las encuestas, Massa, Macri y Scioli, cultivan fluidos vínculos con la Embajada estadounidense en Buenos Aires, como probaron los cables de Wikileaks. Tras una larga vacancia luego de la salida de Vilma Martínez –la representación diplomática estuvo a cargo del encargado de negocios Kevin Sullivan, quien tuvo roces públicos con la propia Cristina Kirchner- asumió en enero pasado Noah Mamet. El nuevo embajador mantuvo reuniones con los candidatos presidenciales, pero no con la presidenta. La diplomacia estadounidense esperará a conocer el resultado de las elecciones de octubre para decidir cómo encarar una nueva etapa del vínculo bilateral y si ello implica un cambio en el mapa político regional”.


Quienes esten interesados en seguir leyendo sobre relaciones internacionales, los pueden hacer en su blog: http://vecinosenconflicto.blogspot.com.ar/.


 Equipo Periodistico
 Entrevistador:
 Barbara Bravo
 Produccion periodistica:
 Tomas Lopez Mateo
 Fabian Pacheco
 Marcelo Rios

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