Advertimos sobre los peligros de la Alianza del Pacífico y el intento de reconstruir un nuevo ALCA. Acá, una vez más, los apoyos que cosecha en el liberalismo vernáculo:
El avance de la Alianza del Pacífico
Confirmando que nuestra región está
profundamente dividida cuando de visiones y estrategias económicas de
desarrollo se trata. México, Colombia, Chile y Perú acaban de suscribir,
en la ciudad de Bogotá un acuerdo de libre comercio al que se conoce
por Alianza del Pacífico. Con el doble objetivo de integrar -aún más- a
sus respectivas economías y acercarse en conjunto, todo lo posible, a la
región que hoy es claramente la más dinámica del mundo: la de Asia. De
alguna manera, la referida iniciativa equilibra lo que de otra manera es
la presencia económica dominante de Brasil en nuestra región.
Sus participantes creen en las economías abiertas y de mercado. Y en la empresa privada como motor esencial de su desarrollo
La idea esencial de la Alianza del Pacífico es la de liberar lo sustancial del comercio recíproco de bienes y servicios
entre sus partes -el 92%, concretamente- que fluirá entonces entre las
cuatro naciones sin encontrar obstáculos ni barreras aduaneras o
tarifarias. El 8% restante se liberará paulatinamente, todo a lo largo
de los próximos años. Además, los países de la Alianza están, en
paralelo, integrando sus respectivos mercados de capitales y comenzando a
coordinar sus políticas monetarias, en tiempos de volatilidad.
De esta manera se ha conformado un mercado conjunto de
algo más de 210 millones de almas. Más grande que el de Brasil. Uno que
incluye nada menos que al 35% del PBI de América latina y del Caribe, combinados.
Sus participantes creen en las economías abiertas y de
mercado. Y en la empresa privada como motor esencial de su desarrollo.
Con tasas de inflación moderadas y políticas monetarias prudentes, las
economías del Pacífico se abren sin mayores
recelos a la inversión extranjera. Esto, a diferencia de la Argentina,
Brasil y Venezuela que, desconfiando -aunque ciertamente en distintas
medidas- del libre comercio y de la globalización, apuestan por su parte
a crecer con una fuerte participación del Estado en toda su actividad
económica.
Por el momento, los resultados de ambos modelos son muy
distintos. Mientras los países del Pacífico crecen a un promedio del
4,3% anual de su PBI, los del Atlántico coquetean hoy con la recesión y
Brasil, concretamente, proyecta crecer este año a un ritmo de apenas el
2% de su PBI.
Nosotros, es evidente, nos hemos quedado afuera, con actitud de desinterés
Por esto Costa Rica, Panamá y hasta Uruguay están
haciendo señales de interés en acoplarse al esquema comercial del
Pacífico. Ocurre que los hechos muestran que allí la intención de
integrarse es real y sumamente ambiciosa. Lo que se demuestra con el
hecho de que Chile, por ejemplo, ya tiene suscriptos -y en
funcionamiento- acuerdos de libre comercio con sus tres socios en la
Alianza. Más allá de la retórica fácil y de la declamación pomposa, la
voluntad común de integración de los países del Pacífico se manifiesta,
queda visto, con avances concretos y políticas contundentes.
La Alianza del Pacífico en rigor fue fundada en junio
del 2012 y está llamada a tratar de remplazar al fallido esfuerzo
norteamericano por crear una zona de libre comercio en todo nuestro
hemisferio. Aquel que fuera dejado de lado en la inusualmente agresiva y
sorpresivamente patológica Cumbre de las Américas de Mar del Plata,
ante la que en su momento fuera una cerrada -y belicosa- oposición de
nuestro país y de Venezuela.
En tiempos en los que la demanda china de materias
primas se ha moderado, la iniciativa de los países del Pacífico
parecería brindar una alternativa dinámica, con un sentido de
oportunidad muy particular. Por esto la atracción que ella ejerce,
dentro y fuera de América latina. Nosotros, es evidente, nos hemos
quedado afuera, con actitud de desinterés. Por voluntad propia,
ciertamente.
Gracias por postear el articulo del ex-embajador Cárdenas. Muy interesante. Sin duda a los países del Pacifico les ha ido mejor que a la Argentina con Mercosur. Quizás lo mejor seria salir de Mercosur. Entiendo que esta corriente esta cobrando fuerza hoy por hoy. Javier
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