Nuevo reclamo argentino por el petróleo en Malvinas
Por Natasha Niebieskikwiat (Clarín)
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En la víspera de la visita de un grupo de parlamentarios británicos, que ya se encuentran en Buenos Aires, el Gobierno argentino envió 200 cartas a compañías petroleras y a la Bolsa londinense, donde cotizan varias de estas empresas, informaba esta mañana el periodista Terry Macalister, del diario The Guardian.
La visita de los congresistas estaba programada desde principios de año, aunque aún no se ha informado formalmente los nombres de los legisladores. Se sabe que es una delegación multipartidaria, y que están en el país, con agenda no pública, de la mano de la Unión Interparlamentaria. La visita es prácticamente histórica dada la quebrada relación con el Reino Unido por la cuestión Malvinas. Más allá de la accidentada visita de este año del canciller Héctor Timerman a Londres, y de los choques en cumbres de la presidente Cristina Kirchner y el premier David Cameron, no hubo en estos diez años intercambios de alto nivel de casi ningún tipo entre Londres y Buenos Aires.
Macalister señalaba hoy en The Guardian que las 200 cartas enviadas a través de la embajadora en Londres, Alicia Castro, hicieron hincapié en los trabajos de exploración hidrocarburífera que Premier y Rockhopper están realizando en las Islas, junto a otras compañías. Premier tiene el 60 por ciento de los intereses de Rockhopper en la cuenca norte del archipiélago y quiere estar produciendo crudo para 2017. El corazón de las cartas de protestas advierten que las operaciones son ilegales y son rechazadas por Argentina.
No se informó si la embajadora en Washington, Cecilia Nahón, está haciendo los mismo que Castro entre las petroleras locales y la bolsa neoyorquina. No sería por cierto la primera vez. Desde que los británicos e isleños recomenzaron las exploraciones petroleras en las aguas del disputado archipiélago, en febrero de 2010, Argentina apeló a este recurso de advertencia y protesta contra las empresas.
Fiel a las instrucciones del gobierno kirchnerista, de no atender los llamados de la prensa no oficialista, Castro optó por transmitir el mensaje a los periodistas británicos. Una fuente de sus oficinas aseguró que el exquisito gas, "altamente promisorio" y otros en tierra y aguas alrededor de Argentina, será denegados a cualquier compañía que está explorando en las islas. “Es un hecho político. Si usted encuentra que una roca en Argentina es buen negocio, después usted no debería estar involucrado en la explotación en las Islas Malvinas. Usted estaría prohibido automáticamente”, le dijeron al periodista en el equipo de Castro.
La visita de los congresistas estaba programada desde principios de año, aunque aún no se ha informado formalmente los nombres de los legisladores. Se sabe que es una delegación multipartidaria, y que están en el país, con agenda no pública, de la mano de la Unión Interparlamentaria. La visita es prácticamente histórica dada la quebrada relación con el Reino Unido por la cuestión Malvinas. Más allá de la accidentada visita de este año del canciller Héctor Timerman a Londres, y de los choques en cumbres de la presidente Cristina Kirchner y el premier David Cameron, no hubo en estos diez años intercambios de alto nivel de casi ningún tipo entre Londres y Buenos Aires.
Macalister señalaba hoy en The Guardian que las 200 cartas enviadas a través de la embajadora en Londres, Alicia Castro, hicieron hincapié en los trabajos de exploración hidrocarburífera que Premier y Rockhopper están realizando en las Islas, junto a otras compañías. Premier tiene el 60 por ciento de los intereses de Rockhopper en la cuenca norte del archipiélago y quiere estar produciendo crudo para 2017. El corazón de las cartas de protestas advierten que las operaciones son ilegales y son rechazadas por Argentina.
No se informó si la embajadora en Washington, Cecilia Nahón, está haciendo los mismo que Castro entre las petroleras locales y la bolsa neoyorquina. No sería por cierto la primera vez. Desde que los británicos e isleños recomenzaron las exploraciones petroleras en las aguas del disputado archipiélago, en febrero de 2010, Argentina apeló a este recurso de advertencia y protesta contra las empresas.
Fiel a las instrucciones del gobierno kirchnerista, de no atender los llamados de la prensa no oficialista, Castro optó por transmitir el mensaje a los periodistas británicos. Una fuente de sus oficinas aseguró que el exquisito gas, "altamente promisorio" y otros en tierra y aguas alrededor de Argentina, será denegados a cualquier compañía que está explorando en las islas. “Es un hecho político. Si usted encuentra que una roca en Argentina es buen negocio, después usted no debería estar involucrado en la explotación en las Islas Malvinas. Usted estaría prohibido automáticamente”, le dijeron al periodista en el equipo de Castro.
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