Argentina nunca se fue del FMI
Por Mario Hernandezwww.marcha.org.ar
Después de las recientes elecciones se abre la posibilidad de un nuevo panorama a nivel económico. Entrevista con Julio Gambina, economista, repasando la relación del gobierno con el empresariado, el pago de la deuda y las expectativas en el corto plazo.
- El presidente de la UIA bonaerense, Osvaldo Rial, dijo:
"Algunos integrantes del sector empresario han dado un salto hacia
movimientos que nos pretenden hacer retroceder una década, hacia la
Argentina de los 90, la de un país para pocos". ¿Hay un giro del
empresario a favor del gobierno?
-Hay empresarios oficialistas y opositores y éstos últimos de
distintas orientaciones. Está claro quién está opinando y en un tiempo
electoral, no solo de cara al medio turno legislativo, sino a la
renovación presidencial de 2015. No se puede pensar la economía al
margen de la política y viceversa. Todo conjunto de política económica
responde a intereses y hoy en Argentina está en discusión cómo y quién
gobierna el capitalismo argentino en el marco de una crisis global.
- Las nuevas medidas adoptadas por el gobierno han merecido el apoyo de prácticamente la totalidad del empresariado.
- Te referís al giro hacia el Banco Mundial (BM) y al acuerdo con el
Fondo Monetario Internacional (FMI). Venimos de una década de discurso
crítico contra el FMI pero ya había habido una especie de negociación
para tratar de arrimar la relación con el FMI y el mecanismo fue hacer
un acuerdo para que ayude "técnicamente" al Indec a elaborar un nuevo
índice de precios (IPC), que supuestamente entraría en funcionamiento a
principios del año que viene.
- Desde fines del 2008 Argentina participa en la Cumbre del
G20, integrado por presidentes para atender la crisis mundial y ahí el
FMI es un invitado principal y de hecho las medidas más importantes que
ha tomado el G20 han sido para fortalecer la capacidad de acción del
FMI.
-Por ese motivo es que había que ir desandando el camino de fuertes
críticas al FMI y generando condiciones de acercamiento, lo que supone
que el FMI terminará auditando las cuentas nacionales, algo que todavía
no ha ocurrido, pero en el último viaje del ministro de Economía a
EE.UU. hubo reuniones con el FMI para presentar el nuevo índice de
precios e intentar que retire una sanción aplicada en febrero pasado, lo
que podría ocurrir en noviembre cuando se reúna su Directorio.
- Vos mencionás en un reciente artículo que se cancelaron más de U$S 173.000 millones en los últimos diez años.
- Eso lo dijo la presidenta. Se trata de información oficial. Ahí
tenés un primer operativo buscando restablecer las relaciones y las
formas de funcionamiento de Argentina en el FMI, aunque nunca se fue. Le
pagó, pero Argentina nunca se fue del FMI. Es un dato para pensar, para
tenerlo en cuenta. Simultáneamente, se hizo un acuerdo estratégico con
el BM para un préstamo por U$S 3.000 millones que trasciende a la actual
administración porque va del 2014 al 2016 involucrando al próximo
gobierno. Son U$S 1.000 millones por año que el gobierno necesita para
restablecer las reservas internacionales. Desde enero se han perdido U$S
10.000 millones y estamos en el piso de los U$S 34.000 millones cuando
Argentina llegó a tener U$S 52.000 millones, lo cual muestra una fuga de
capitales.
- Una política de desendeudamiento hace que Argentina destine sus reservas internacionales para pagar deuda.
-También hay una disputa por quién se queda con los dólares. Está el
capital privado que los busca desesperadamente, por eso el dólar ilegal
pasó los $10 por unidad. Hay una disputa entre el poder económico que
quiere los dólares para ahorrar o fugarlos y el gobierno que los
necesita para pagar deuda, importar combustibles, etc. Entonces, hay una
disputa por una mercancía que aparece escasa y hay que llenar la
Argentina de dólares, por eso hay que traer inversiones externas, como
es el caso de Chevron o préstamos como se hizo en la década menemista.
Si el BM presta, eso habilita a que Argentina coloque títulos en el
mercado mundial o que aparezcan créditos del sistema financiero
internacional que está remiso a prestarle a nuestro país, con lo cual el
tema de la deuda vuelve a emerger y aparecer como un tema estructural
muy fuerte y condicionante de la economía argentina.
- Mencionaste a Chevron, pero las últimas medidas en el área
energética adoptadas por Brasil hacen pensar en un corrimiento respecto
de la propuesta de Hugo Chávez hacia una política energética
latinoamericana común.
- Así es. En realidad, la propuesta venezolana de formar Petroamérica
nunca terminó de cuajar y las recientes medidas de Brasil, que además
de sorprender porque entrega el pozo petrolero más importante de ese
país, hubo una intervención del ejército en la represión popular que se
oponía a la medida, lo cual significa un llamado de atención muy serio
en el cambio político de América Latina hacia una orientación "amigable"
con el capital financiero internacional, con las inversiones externas,
en el caso argentino, además, con el reconocimiento por primera vez de
las sentencias del CIADI para pagar U$S 500 millones.
- Argentina no venía acusando recibo de las cinco sentencias
firmes en su contra de ese organismo, pero en este viaje donde acuerda
con el FMI y el BM, también lo hace con el CIADI para cancelarlas y en
la cuenta de la deuda pública aparece registrada esa suma, por lo tanto,
en el presupuesto público son recursos que compiten con otras demandas
que tiene la población por salud, vivienda, empleo, desarrollo
económico. ¿Vamos a un ajuste después de las elecciones?
- Llama mucho la atención las tarifas de los servicios públicos,
sobre todo las eléctricas. En los últimos días han crecido mucho las
acciones de las empresas eléctricas y eso es asumido como que hay una
fuerte especulación pensando que se van a cortar muchos subsidios. Este
fue un tema anunciado después de las elecciones del 2011, que empezó a
materializarse, pero apenas se esbozó, se cortó, es probable que ahora
no se pueda sostener el ritmo de subsidios.
- En definitiva ¿hay que traducirlo como aumentos tarifarios que va a pagar el conjunto de la población?
- Esa es una de las expectativas que hay. La otra expectativa del
sector empresario es que baje la pretensión de incremento salarial en
las Convenciones Colectivas. También es de esperar una escalada de
incremento de los precios, del costo de vida que puede ir acompañado de
una tendencia a la disminución de la capacidad de compra de los salarios
de los trabajadores convencionados. En un marco donde 1/3 de la
población trabajadora continúa en situación informal, da cuenta de un
combo que puede disparar conflictos como la ya anticipada jornada de
movilización nacional para el próximo 20 de noviembre de la CGT y la
CTA, conmemorando el aniversario de la movilización del año pasado, que
motorizó una conflictividad más que interesante de los trabajadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario