Brasil acusó a Canadá de espionaje energético
Página/12
“Urge que Estados Unidos y sus aliados pongan fin a
sus acciones de espionaje de una vez por todas”, expresó Dilma Rousseff.
El canciller brasileño Figueiredo pidió explicaciones al embajador de
Canadá en Brasilia.
El
gobierno brasileño reaccionó ayer duramente ante el presunto espionaje
por parte de Canadá. La información fue revelada por el programa
Fantástico de TV Globo el domingo, que mostró una presentación de la
Agencia Canadiense de Seguridad en Comunicación (CSEC) que le fue
entregada por el ex agente de los servicios secretos estadounidenses
Edward Snowden. Según lo emitido por la cadena brasileña, la red de
comunicaciones del Ministerio de Minas y Energía de Brasil fue
investigada en forma detallada, con información sobre llamadas
telefónicas, intercambio de correos electrónicos y utilización de
Internet. “Urge que Estados Unidos y sus aliados pongan fin a sus
acciones de espionaje de una vez por todas”, expresó la presidenta Dilma
Rousseff. Por su parte, el canciller brasileño, Luiz Alberto
Figueiredo, llamó al embajador de Canadá en Brasilia, Jamal Khokhar,
para pedirle explicaciones sobre las denuncias y expresarle su repudio.
También se pronunció el vicepresidente Michel Temer, quien calificó de
muy indeseable el espionaje energético realizado a Brasil. “Brasil ya
dio una palabra sobre este tema y esperamos que los organismos
internacionales cuiden de este asunto con la seriedad que merece”, dijo.
La mandataria manifestó que las denuncias confirman que las acciones
de espionaje son motivadas por razones económicas y estratégicas, y
exigió que se termine con esa práctica. Asimismo le pidió al ministro de
Minas y Energía, Edison Lobao, que refuerce la seguridad de las
comunicaciones del ministerio e implemente una rigurosa evaluación de
los sistemas de seguridad. El programa dominical reveló que Snowden tuvo
acceso al material durante una reunión del grupo conocido como Five
Eyes (“Cinco Ojos”), integrado por las agencias de inteligencia de
Australia, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Reino Unido. “Todo
indica que los cinco gobiernos y las millares de empresas que prestan
servicios de comunicaciones tienen amplio acceso a los datos de la NSA”,
afirmó Rousseff al respecto.Las primeras sospechas sobre un posible espionaje industrial surgieron el mes pasado, cuando los documentos de Snowden revelaron que la NSA capturó datos de las comunicaciones de Petrobras, compañía controlada por el Estado con importantes yacimientos de petróleo en el litoral brasileño. La directora de esa compañía, Maria das Graças Foster, declaró que las grandes reservas de hidrocarburos causan interés en otros países, y esto explicaría los numerosos casos de espionaje revelados por Snowden. La mandataria consideró estas denuncias más graves incluso que el espionaje supuestamente realizado por la NSA a la propia Rousseff y a sus asesores personales, también revelado por la prensa brasileña a partir de los documentos secretos en poder de Snowden.
La red de comunicaciones que fue blanco del espionaje es usada por el ministro para contactarse con las empresas estatales Petrobras y Electrobras, por la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP), por la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) y para hablar con Rousseff. De acuerdo con los documentos de Snowden, Canadá se valió de un programa de espionaje llamado Olympia, mediante el cual consigue monitorear las telecomunicaciones de las autoridades brasileñas.
Según la Cancillería, Figueiredo le dijo a Khokhar que los hechos denunciados son graves e inaceptables por constituir una violación de la soberanía nacional y de los derechos de las personas y empresas. Lobao, por su parte, comunicó que su cartera considera grave la invasión de los sistemas de comunicación y almacenamiento de datos. “Esta acción sugiere la intención de obtener informaciones estratégicas relacionadas con las áreas que corresponden a la cartera y merecen nuestro repudio”, opinó. Ese ministerio regula las concesiones petroleras, de yacimientos minerales, las obras de las grandes hidroeléctricas y gestiona todo el sistema eléctrico de Brasil.
Canadá es uno de los mayores inversores en minería en Brasil, donde se han implantado 55 compañías de ese país dedicadas a la explotación, 45 de equipamientos y veinte de servicios relacionados con el sector. Brasil es el mayor productor mundial de niobio, el segundo de hierro, manganeso, tantalita, y el tercero de bauxita, según datos del Instituto Brasileño de Minería (Ibram). Además es un importante productor de oro, níquel, magnesio, caolín y estaño, entre otros minerales, un sector cuya regulación y concesiones dependen del Ministerio de Minas y Energía.
Consultado por Fantástico, el gobierno canadiense dijo que no comenta temas de seguridad ni de inteligencia en el exterior. Igual respuesta dieron Washington y la NSA. Las denuncias se suman a las obtenidas por el mismo programa en julio pasado, cuando documentos de Snowden revelaron el espionaje sistemático de Estados Unidos a ciudadanos brasileños y a empresas extranjeras que operaban en el país, a Petrobras y a la presidenta Rousseff.
Por esos casos, Rousseff elevó su protesta hasta la Asamblea General de la ONU por este caso de espionaje, que consideró una violación de la soberanía de su país, una afrenta y una falta de respeto que no podía justificarse en la lucha contra el terrorismo.
El domingo, la presidenta anunció que su gobierno enviará en los próximos días al Congreso una nueva legislación sobre Internet, que servirá de base para elaborar una propuesta de regulación internacional del sector que será presentada a Naciones Unidas. Debido a la sospecha de espionaje, y por entender que el gobierno del presidente estadounidense Barack Obama no dio suficientes explicaciones, la mandataria brasileña decidió postergar la visita de Estado a Wa-shington inicialmente programada para el 23 de octubre.
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