Viaje imprevisto
Lorenzino trata de suavizar en EE.UU. las críticas del FMI por la inflación
El
ministro mantuvo reuniones con funcionarios del organismo, que
discutirá el 29 un duro informe sobre las estadísticas oficiales;
también se reunió con abogados que defienden al país
Con el fin de atenuar varios frentes de
tormenta simultáneos, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, viajó a
Washington el fin de semana para mantener una serie de reuniones sobre
el nuevo índice de precios al consumidor (IPC) y seguir de cerca la
causa judicial con los holdouts .
Fuentes del Palacio de Hacienda indicaron a LA NACION
que el ministro mantuvo ayer reuniones con autoridades del Fondo
Monetario Internacional (FMI) acompañado por el secretario de Finanzas,
Adrián Cosentino. El FMI recibió la semana pasada la noticia de esta
sorpresiva visita, de la que también participaron el director técnico
del cuestionado Indec, Norberto Itzcovich, y otros cuatro funcionarios
argentinos. Estaba previsto que viajara Ana Edwin, la jefa del
organismo, pero lo canceló presuntamente por motivos de salud.
El FMI no hizo comentarios sobre estas reuniones,
aunque trascendió en Washington que algunos funcionarios del organismo
interpretaron esta misión como una "presión".
El 29 de este mes, el staff del Fondo elevará al
directorio un informe acerca de la situación de las cuestionadas cifras
del Indec de inflación y crecimiento, por lo que la intención del
ministro fue exhibir en forma personal los presuntos avances logrados
con el nuevo índice de precios nacional. "Hay una serie de reuniones hoy
y mañana sobre temas varios, entre ellos con el FMI; también hay
reuniones de trabajo con el estudio de abogados que representa al país"
en la causa en Nueva York, indicó la fuente oficial, sin brindar más
detalles. Esta noche, los funcionarios regresarán a Buenos Aires tras
encontrarse con el staff que conduce el director del Departamento del
Hemisferio Occidental del Fondo, el argentino-mexicano Alejandro Werner.
La intención oficial es suavizar el duro informe de los
técnicos del FMI -que podría dar lugar a otra sanción al país antes de
fin de año por parte del directorio del Fondo- con la promesa de que
estará listo en breve el nuevo IPC nacional, que reemplazará al IPC
metropolitano, manipulado desde principios de 2007.
También el ministro viajó para discutir con los
abogados de Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton, que representan al
país, la situación de la causa judicial que la Argentina perdió en dos
instancias con un grupo de fondos buitre y de minoristas argentinos y
que el 30 de este mes será recibido formalmente por la Corte Suprema de
Estados Unidos. La recepción del expediente en esa fecha, según abogados
que siguen la causa de cerca, no significa que el alto tribunal decida
en forma instantánea sobre la suerte del expediente, ya que lo más
probable es que en algún momento del año le pida opinión al procurador
general del gobierno de Barack Obama sobre la conveniencia de estudiar
el fallo que obliga a la Argentina a pagarles a los holdouts US$ 1500 millones.
Al menos ayer no hubo contacto con el Departamento del
Tesoro norteamericano sobre estos temas. No se confirmó si hubo
reuniones con inversores para sondearlos por el nuevo canje para salir
del default.
El gobierno demócrata no opinará antes de que la Corte Suprema se lo solicite, indicaron calificadas fuentes a LA NACION.
Sobre la posibilidad de que se cierre en el corto plazo
un acuerdo con un grupo de empresas norteamericanas que demandaron y le
ganaron causas al Gobierno ante el Ciadi (tribunal arbitral del Banco
Mundial), como informó ayer el diario Ámbito Financiero, las fuentes
oficiales no hicieron comentarios. La idea de ofrecerles bonos en los
mismos términos que a los bonistas que participarán del nuevo canje de
la deuda trascendió hace más de un año y medio, pero hasta ahora no se
selló.
Si se cerrara este conflicto con las empresas Blue
Ridge y Azurix, habría mayor esperanza de que Estados Unidos revea su
postura de votar en contra de nuevos créditos para la Argentina en el
Banco Mundial, por unos US$ 4000 millones, claves en este contexto de
continua salida de capitales.
Para acceder a esos fondos, la Argentina debería torcer
también la negativa de varios gobiernos europeos enojados -como Estados
Unidos- por las trabas informales al comercio y por la falta de avances
en la negociación con el Club de París, con el que se acumula un
default de US$ 9000 millones. El Gobierno dejó trascender que quiere
recibir inversiones por el mismo monto que le debe a este grupo de
países.
La Corte sólo resolvería el caso en marzo
NUEVA YORK.- La Argentina tiene escasas probabilidades
de dirimir su pelea judicial con Paul Singer, dueño de los fondos buitre
Elliot Management y NML Capital, en la Corte Suprema de Estados Unidos,
aunque el "no" del máximo tribunal podría llegar sólo hacia fines del
año próximo. Así concluyeron seis abogados convocados por la Emerging
Markets Trade Association (EMTA) para un seminario sobre el caso
argentino, en el que estimaron que la Corte rechazará o dejará
pendiente, el próximo 30, el pedido que ya elevó la Argentina para que
escuche el caso.
El tribunal optaría por esperar una segunda solicitud
de los abogados del país, que llegará luego de que la Corte de
Apelaciones de Nueva York rechace el pedido a una audiencia "en banc".
Una vez que se concrete ese pedido, la decisión final de la Corte
Suprema podría llegar en marzo del año próximo o estirarse hasta el
otoño boreal de 2014.
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