Deuda: del apoyo de Bush en 2003 al silencio de Obama en 2013
Clarín
“Nunca se supo de nadie que pudiera cobrar deuda a los muertos”.
Néstor Kirchner pronunció esta frase en su primer discurso ante la
Asamblea Anual de las Naciones Unidas diez años atrás. Fue en septiembre
de 2003. Ayer, una década más tarde, Cristina Kirchner habló de lo
mismo: de la deuda en default.
Claro que existen diferencias entre
el momento aquel y el actual. Primero, en 2003, el país tenía el 100%
de su deuda en default y sin reestructurar. Hoy sólo el 7%. Segundo,
hace 10 años la economía viajaba de la crisis rumbo a las tasas chinas.
Hoy, por el contrario, transita el andarivel que la ubicará más cerca
del estancamiento que del crecimiento.
Sin embargo, la principal
diferencia sobre la negociación de la deuda en 2003 y 2013 es otra.
Aquella vez, minutos antes de que Kirchner se parara delante de la
Asamblea para dar su discurso, el presidente argentino se había reunido
con su par estadounidense. “Siga negociando con firmeza con los
acreedores”, le espetó George W. Bush. Hacía dos días la Argentina había
lanzado, en Dubai, su primera oferta de canje para los tenedores de
deuda en default. Sería el canje 2005.
Los discursos de Néstor y
Cristina Kirchner brindados en Nueva York en estos diez años tuvieron
denominadores comunes. Uno de ellos, el crecimiento de la economía. La
creación de puestos de trabajo, el aumento de la inversión, la caída de
la pobreza, las tasas chinas. Todos logros que no menos de una veintena
de países emergentes, como la Argentina, consiguieron. Ningún ‘milagro
’.
En 2008, también en la Asamblea de la ONU, Cristina Kirchner
mencionó que el país daría una segunda oportunidad a los bonistas que no
habían entrado en el canje de 2005. Y que la deuda con el Club de París
se saldaría. Sólo se reabrió el canje (en 2010).
Hoy la Argentina
enfrenta un juicio en Estados Unidos donde tres fondos buitre y 13
inversores demandan US$ 1.550 millones. El país tiene dos sentencias en
contra y, ahora, anhela que la Corte Suprema decida si toma el caso.
Hecho que tendrá un primer veredicto el lunes próximo cuando el tribunal
analice si accede o no.
El Gobierno sigue el tema con
preocupación. El miedo es que Cristina no consiga un respaldo del
presidente de EE.UU. como el que logró Néstor diez años atrás. “Siga
negociando con firmeza con los acreedores”. Por ahora, silencio de
Obama. Es por ahora.
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