sábado, 14 de septiembre de 2013

Argentina y Brasil se unen luego del espionaje de EEUU

ARGENTINA Y BRASIL DECIDIERON TRABAJAR JUNTOS EN MATERIA DE DEFENSA EN INTERNET

Juntos contra el ciberespionaje

Página/12
Lo acordaron ayer los ministros de Defensa Rossi y Amorim. Tanto Cristina Kirchner como Dilma Rousseff vienen planteando que se regule el espionaje luego de que se conocieran los casos difundidos por el ex topo Snowden.

Argentina y Brasil concertaron trabajar juntos en ciberdefensa, una cuestión particularmente sensible para la región luego de que se conocieran los casos de espionaje realizados por el gobierno de Estados Unidos que enojaron mucho a la presidenta brasileña Dilma Rousseff, una de las más afectadas por las filtraciones. El ministro de Defensa, Agustín Rossi, y su par brasileño Celso Amorim suscribieron ayer una declaración de trabajo conjunto y acordaron que una misión argentina viajara a Brasilia antes de fin de año. Rousseff promete agitar la cuestión dentro de dos semanas, cuando le toque hablar en la apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas y busque apoyos para regular el espionaje a través de Internet, una medida que también viene alentando Cristina Kirchner.
Amorim fue canciller de Brasil durante muchos años y mantiene desde entonces una muy buena relación con Cristina Kirchner, con quien estuvo reunido en la Casa Rosada el jueves por la noche. Ayer, Amorim mantuvo un encuentro con Rossi en el Edificio Libertador y recibió la condecoración Mariano Moreno al mérito. Los ministros anunciaron la “complementación en ciberdefensa” entre ambos países como uno de los puntos principales de la agenda bilateral en materia de Defensa.
“Hemos establecido que antes de fin de año haremos una reunión en Brasilia para intensificar nuestra complementación en materia de ciberdefensa. Este sistema de espionaje que ha existido merece, además de los esfuerzos individuales que hace cada uno de nuestros países, una complementación que permita disminuir las situaciones de vulnerabilidad”, sostuvo Rossi. “Ahora hay una invitación para que una misión argentina vaya a Brasil y eso va a generar el desarrollo de proyectos conjuntos”, destacó por su parte Amorim, quien apuntó que ambos países tienen potencialmente “una gran capacidad de producción de software” para esa materia tan sensible.
Brasil –junto a México– estuvo entre los países latinoamericanos más afectados por los casos de espionaje que dio a conocer el ex topo de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden. Se supo de mails y conversaciones interceptadas a Rousseff, pero en las últimas revelaciones periodísticas del caso se conoció que el espionaje abarcaba también a las autoridades de Petrobras, la petrolera brasileña, cosa que terminó de enfurecer a Dilma, porque dejó en claro que el interés norteamericano iba mucho más allá de la lucha contra el terrorismo, sino que se metía en cuestiones estrictamente económicas y estratégicas.
“Estas revelaciones son incompatibles con la convivencia democrática”, sostuvo la presidenta brasileña, quien le transmitió su malestar al propio Barack Obama en el encuentro que mantuvieron la semana pasada en San Petersburgo en el marco de la cumbre del G-20. El presidente norteamericano le aseguró que “no estaba al tanto” de las acciones de espionaje que llevaban adelante las agencias de su país, aunque luego se supo que la NSA enviaba un informe actualizado cada 72 horas sobre la información que recababa de Petrobras. Dilma puso en suspenso la visita oficial a la Casa Blanca pautada para el 23 de octubre.
Ayer, además, el nuevo canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, se reunió en Nueva York con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para transmitirle su preocupación sobre esta cuestión. En julio, cuando aún era embajador de Brasil ante la ONU, Figueiredo pronunció un discurso contra el espionaje cibernético norteamericano y sus consecuencias negativas para la privacidad de los internautas. Como es tradición, la presidenta del Brasil estará a cargo del discurso de apertura de la Asamblea General de la ONU, el martes 24 de septiembre, y se espera que plantee públicamente sus quejas por las filtraciones norteamericanas. Rousseff busca apoyos para llevar adelante un proyecto en las Naciones Unidas para la regulación internacional del espionaje en Internet.
Cristina Kirchner también hablará ese mismo día. La Presidenta argentina le llevó sus quejas al atribulado Ban Ki-moon el mes pasado, cuando viajó a las Naciones Unidas para participar de la sesión en la que Argentina asumió la presidencia del Consejo de Seguridad. Le recordó al secretario general de la ONU la película La mirada de los otros, que narraba la historia de un espía de la temible Stasi alemana. CFK se pronunció entonces por una regulación mundial en materia de espionaje por Internet, tal como ahora propone Rousseff. Hasta ayer no estaba confirmado que ambas mantuvieran un encuentro cuando coincidan en Nueva York para un planteo conjunto.

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