TIMERMAN SE REUNIO CON EL NUEVO CANCILLER DE BRASIL
En tándem contra el espionaje
Página/12
En la primera visita oficial de Figueiredo,
emitieron un comunicado conjunto en el que condenaron el uso de armas
químicas y una intervención militar en Siria, lo mismo que el espionaje
norteamericano. Reunión con CFK.
Argentina
y Brasil coincidieron en hacer un llamado a la comunidad internacional
para “buscar una solución por medios estrictamente pacíficos al
conflicto en Siria”, al tiempo que “condenaron el uso de armas químicas
por cualquier actor y en cualquier circunstancia”, luego de la reunión
que mantuvieron ayer el canciller Héctor Timerman y su par brasileño,
Luiz Alberto Figueiredo. También plantearon la necesidad de “realizar
acciones conjuntas” ante las revelaciones de espionaje realizadas por
Estados Unidos a los países de la región. Dado que se trató de la
primera visita oficial de Figueiredo, más tarde también fue recibido por
la presidenta Cristina Kirchner en la residencia de Olivos.
Figueiredo reemplazó en el cargo a Antonio Patriota, quien debió
renunciar luego del escándalo originado por la fuga del senador
derechista boliviano Roger Pinto de la embajada de Brasil en La Paz. En
realidad hicieron un enroque: Patriota pasó a ocupar la representación
brasileña en la ONU y Figueiredo, que ocupaba ese cargo, lo reemplazó en
la cancillería. Timerman lo invitó ayer a un primer encuentro en Buenos
Aires, tras el que emitieron un comunicado conjunto con Siria y el
espionaje norteamericano como temas destacados.“Los cancilleres pasaron revista a los avances en los proyectos prioritarios de la agenda bilateral, con la intención de dar continuidad y mayor profundidad a las políticas que se vienen ejecutando en materia de cooperación nuclear, espacial, defensa, aeronáutica y aprovechamientos hidroeléctricos binacionales”, indicó el comunicado.
Ambos cancilleres, además, “condenaron el uso de armas químicas por cualquier actor y en cualquier circunstancia y al mismo tiempo hicieron un llamado a buscar una solución por medios estrictamente pacíficos al conflicto en Siria”. Desde el vamos, Argentina planteó en el conflicto sirio la necesidad de frenar la ofensiva del gobierno de Barack Obama para conseguir el aval a una intervención militar.
En tanto, a Brasil le preocupa aún más el escándalo por el espionaje informático revelado por el ex topo Edward Snowden. Debido a las últimas publicaciones y a la falta de respuestas convincentes que recibió de parte de la Casa Blanca, la presidenta Dilma Rousseff suspendió la visita oficial que tenía prevista a Estados Unidos para el 23 de octubre. El gobierno argentino, además, comparte con el brasileño su preocupación porque se regule internacionalmente el manejo de la información a través de Internet. Ayer, los cancilleres plantearon “la necesidad de coordinar posiciones y realizar acciones conjuntas, frente a las actividades de espionaje de los Estados Unidos en la región, y de avanzar en el desarrollo de herramientas de ciberdefensa”.
Como es tradición en las Naciones Unidas, la presidenta de Brasil será la primera oradora de la Asamblea General luego de la apertura a cargo del secretario general Ban Ki-moon, el martes próximo, en Nueva York. Rousseff seguramente planteará allí sus quejas públicas por el espionaje del que fue víctima. Luego de ella le tocará a Barack Obama, que podrá ofrecerle allí alguna respuesta pública. Ese mismo día hablará Cristina Kirchner, y probablemente apoyará los planteos de Dilma.
En cuanto a los cancilleres, Figueiredo cerró ayer retribuyendo la invitación a Timerman para que lo visite en Brasil. Como cierre, mantuvieron un almuerzo del que participaron funcionarios de las cancillerías y embajadores de los países de la Celac.
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