EL ENVIADO DE OBAMA DIJO QUE EL GOBIERNO NORTEAMERICANO ACTUABA DENTRO DE LA LEGALIDAD
Kerry justificó el espionaje en Brasil
Página/12
El gobierno de Dilma le manifestó al secretario de
Estado el malestar que causaron las denuncias del espionaje
estadounidense de alcance mundial. Y él contestó que las actividades de
las agencias evitan atentados terroristas.
En el
mismo día en que el secretario de Estado John Kerry se reunió con la
presidenta Dilma Rousseff en Brasil, el canciller Antonio Patriota le
pidió que Estados Unidos ponga fin a las prácticas que atentan contra la
soberanía. Tanto con Dilma como con Patriota, Kerry intentó bajar la
tensión al expresar que su país está ansioso por recibir a Rousseff el
23 de octubre. En una rueda de prensa junto a su par brasileño, Kerry
aseguró que Washington hará lo necesario para que esos problemas no
interfieran en las relaciones y defendió que su país actúa dentro de la
legalidad. A su vez, Patriota reiteró el malestar que causaron en Brasil
las revelaciones del espionaje estadounidense filtradas por el ex
agente norteamericano Edward Snowden.
El enviado de Obama explicó que no podría discutir cuestiones
operacionales relativas a la seguridad nacional en una conferencia de
prensa, pero aseguró que todas las actividades de las agencias
estadounidenses se dan en los marcos de leyes aprobadas por el Congreso
después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, cuando las acciones
se llevaron a cabo para evitar que inocentes sean asesinados por las
organizaciones terroristas.El secretario de Estado llegó en la noche del lunes a Brasilia en un momento en que las autoridades brasileñas estaban a la espera de más información sobre el espionaje que denunció Snowden, otrora empleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Según el diario O Globo, los brasileños fueron los más espiados por Washington después de los estadounidenses, con más de 2300 millones de mensajes y llamadas interceptados. Se trataba de personas en tránsito o radicadas en el país y empresas norteamericanas que operaban en Brasil. La revelación tensó las relaciones bilaterales, luego de que Brasilia pidiera explicaciones a la Casa Blanca.
Según Patriota, cuando la relación entre dos países alcanza el grado de madurez que existe entre la que mantienen Brasil y Estados Unidos, es necesario abordar todos los temas relevantes. Patriota recordó que, desde que se conocieron las denuncias del ex agente Snowden y el impacto del espionaje en Brasil, el gobierno de Rousseff abrió canales de diálogo técnico y político con Washington.
El ministro de Relaciones Exteriores citó que el Mercosur acordó formular una protesta ante las Naciones Unidas, lo que hicieron sus pares de los países miembros del bloque, y sostuvo que esa situación refleja una preocupación legítima de la región y la comunidad internacional. “Son prácticas que pueden atentar contra la soberanía, contra los derechos individuales e incluso contra los derechos humanos”, definió Patriota.
Kerry escuchó las declaraciones de su colega y trató de minimizar el impacto de las acusaciones subrayando que es necesario mirar hacia adelante. “En el caso de Brasil, seguirá dialogando para que haya certezas y el gobierno entienda y esté de acuerdo con lo que Estados Unidos debe hacer para garantizar su seguridad y la seguridad del mundo en general”, indicó.
El funcionario estadounidense remarcó además que, en los últimos años, un cierto número de grupos terroristas han atentado contra los intereses no sólo de Estados Unidos, sino también de otros países, y que el gobierno de Obama sólo está intentando evitar que esas cosas ocurran. Además, dijo que el presidente norteamericano está decidido a proporcionar la información solicitada por los países sobre las agencias de Estados Unidos. Según Kerry, Brasil y Estados Unidos deben seguir trabajando juntos y concentrarse en las realidades más importantes de las relaciones bilaterales, como la promoción de los valores democráticos, el fomento del comercio y las relaciones económicas.
La reunión con la mandataria en el Palacio del Planalto trató sobre temas comerciales y sobre la agenda en común que abordarán en Washington. Según fuentes oficiales, también se habló sobre el tema del espionaje, y las mismas fuentes reconocieron que la llegada de Kerry no se produjo en un buen momento. Ambas partes esperan que el incidente no afecte la visita de Estado que realizará Rousseff a Washington en octubre. La reunión entre Obama y Dilma será la primera entre un presidente estadounidense y un par brasileño desde 1998.
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