Bolivia: Cumbre de Cochabamba, documento final (agosto de 2013)
Contra el Imperialismo y el Colonialismo: Seis Estrategias por la Soberanía, la Dignidad y la Vida de los Pueblos
En Bolivia se celebra una Cumbre Antiimperialista y Anticolonial de
los Pueblos de América Latina y el mundo, en un momento de
contraofensiva imperial que busca silenciar la voz de rebeldía de los
pueblos que luchan por otro mundo posible en el que se conquiste la
emancipación del ser humano y de la Madre Tierra.
Por eso, reunidos en Cochabamba, desde el 31 de julio al 2 de agosto de 2013, manifestamos lo siguiente:
La actual crisis del capitalismo es una crisis de múltiples
dimensiones: financiera, productiva, climática, alimentaria, energética y
político-ideológica; es decir, es una crisis civilizatoria que amenaza
la vida del capitalismo como tal, pero también de la humanidad y del
planeta. Sin embargo, ante la crisis del capitalismo, y en el marco de
acciones desesperadas de revivirlo y fortalecerlo, los gobiernos afines y
acólitos del capital y sus imperios promueven más acciones de
privatización, de depredación de la Madre Tierra, de destrucción de los
derechos sociales, y de saqueo de los recursos naturales.
En plena crisis, el guerrerismo y el golpismo promovidos por el
imperio se constituyen en medios para la instalación de gobiernos
títeres y para la captura de los recursos naturales estratégicos. La
invasión a los países y el sabotaje a los procesos de cambio son las
respuestas que el imperio viene dando a la crisis del sistema
capitalista.
La contraofensiva imperial tuvo un primer momento con la intervención
de la OTAN en el desmembramiento de muchos de los países del campo
socialista y de la antigua Yugoslavia, donde se puso en marcha una
estrategia de fragmentación territorial que el imperialismo ha tratado
después de usarla en Bolivia, Venezuela y Ecuador.
También forman parte de este momento histórico las invasiones a
Afganistán e Irak, donde el imperio ha buscado apoderarse de los
recursos naturales y desplegar una serie de estrategias geopolíticas
para seguir imponiendo las relaciones Norte-Sur e impedir el
fortalecimiento de las relaciones Sur-Sur.
Asimismo, con la administración de Barak Obama, a partir de 2008, el
imperialismo ha emprendido el camino de una mayor ofensiva militar con
el objetivo de encarar la resolución de la crisis del capitalismo. Libia
se ha convertido en su primera víctima y ahora se encuentran en la mira
Siria e Irán, en medio de la complicidad de las Naciones Unidas, cuyo
Consejo de Seguridad se encuentra virtualmente secuestrado por Estados
Unidos, Inglaterra y Francia.
El brazo militar transnacionalizado de EEUU se llama OTAN que, a
partir de su nuevo concepto estratégico, ha convertido al planeta en el
teatro global de sus operaciones de dominación. América Latina también
se encuentra amenazada conla petición de Colombia de incorporarse como
socio cooperante de la OTAN.
Otra manifestación de la contraofensiva mundial del imperialismo es
la violación de los convenios y tratados internacionales que surgieron
después de la II Guerra Mundial. Desde la invasión a Irak, EEUU y sus
socios europeos en la OTAN han dejado más que claro que por encima del
orden internacional están sus intereses geopolíticos para apoderarse de
los recursos naturales que hay en el mundo.
Una de las últimas violaciones de ese orden internacional es el
secuestro del Presidente Evo Morales, el 2 de julio pasado, cuando
cuatro países europeos le negaron el derecho a repostaje y uso de
espacio aéreo, atentando contra su vida. Es evidente que hay un antes y
un después desde el 2 de julio de 2013. Tampoco es casualidad que el
único país que le permitió el aterrizaje fuese Austria, país que no es
miembro de la OTAN.
La contraofensiva mundial del capitalismo se expresa en América
Latina con la apertura de más bases militares en nuestro continente; la
puesta en marcha del Plan Colombia, la Iniciativa Mérida, la Iniciativa
Andina y la Iniciativa del Caribe; los fracasados y derrotados golpes de
Estado contra Chávez en Venezuela (2002), Morales en Bolivia (2008) y
Rafael Correa en Ecuador (2010); el golpe militar contra Manuel Zelaya
en Honduras (2009), y la activación de la IV Flota (para controlar el
océano y tener posibilidades de rápido despliegue).
Una vez derrotada el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en
la Cumbre de Mar del Plata de 2005, el imperialismo se ha rearmado en
el escenario político y económico impulsando la Alianza del Pacifico, un
bloque de países defensores del libre comercio que pretende
contrarrestar política, económica e ideológicamente los procesos de
integración en la región, apuntando especialmente a reconfigurar los
equilibrios geopolíticos y hacer un contrapeso a la creciente influencia
del ALBA que sí apuesta por fortalecer la UNASUR y la CELAC.Es decir,
la Alianza del Pacifico supone un intento por reeditar el modelo
neocolonial del ALCA.
El imperialismo y el colonialismo vienen empleado los medios de
comunicación como los instrumentos más apropiados para crear
desequilibrios en nuestros pueblos y deteriorar el apoyo social a
nuestros gobiernos progresistas; también se vienen desarrollando
sofisticadas redes tecnológicas como parte de la intromisión y la
injerencia del imperialismo estadounidense en nuestros países.
Para enfrentar este contexto bastante difícil, los movimientos y
pueblos del mundo reunidos en Cochabamba hemos acordado la
implementación de seis estrategias por la soberanía, la dignidad y la
vida de los pueblos, contra el imperialismo y el colonialismo. (...)
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