El FMI no respaldará al país contra los holdouts
Decidió cambiar su posición tras la falta de apoyo de Washington
WASHINGTON.- En un
serio revés para las expectativas del Gobierno, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) dio un giro de 180 grados respecto de lo que había
anunciado y decidió finalmente "no acompañar" a la Argentina en su reclamo para ser escuchada ante la Corte Suprema de Estados Unidos por el conflicto con los "fondos buitre".
La decisión es la primera consecuencia política de la medida que, en igual sentido, ya había adoptado el gobierno de Barack Obama , según se confirmó anoche aquí.
Un vocero del organismo explicó que la directora
gerente del organismo, Christine Lagarde, decidió "retirar" su moción de
respaldar a la Argentina luego de que el gobierno de Obama hiciera lo
mismo.
La fuente afirmó que la decisión inicial de Lagarde de
respaldar la posición de la Argentina se había adoptado ante la
convicción de que contaría con el apoyo de Estados Unidos, "por lo que
no sería apropiado seguir adelante" ahora que es evidente que ese
respaldo no está.
Por el momento, esto deja sola a la Argentina en su
reclamo de ser escuchada ante el máximo tribunal norteamericano, cuando
faltan apenas 48 horas para que venza el plazo procesal para presentar
ese tipo de recursos. Expertos consultados por LA NACION coincidieron en
señalar que, sin el respaldo inicial de Washington -y ahora el del FMI-
"decrecen mucho" las posibilidades de que el caso llegue a la Corte
Una versión había asegurado que, tal vez, el gobierno
de Francia acompañaría al país. Pero eso hasta ahora no se produjo y,
ante lo ocurrido ayer, disminuyen las posibilidades de que suceda.
Lo que sí mantuvo el organismo fue la convicción de que
un fallo en favor de los buitres tendría "consecuencias" en los
procesos de reestructuración de deuda en general, situación que le
genera "profunda preocupación".
El FMI no hizo ninguna referencia a favor de la
Argentina. De hecho, una de las condiciones para que el recurso -ahora
descartado- pudiera ser aprobado por el directorio era que "no tuviera
mención alguna de respaldo" a políticas del país en la materia.
Una expresión sugestiva en la explicación del Fondo es
que su decisión se circunscribe a "esta etapa" del proceso. Eso
parecería dejar abierta la puerta a una posible intervención en el
futuro, sobre todo, si su opinión le es requerida.
El abrupto giro fue un baldazo que se conoció apenas
horas después de que tanto la embajadora Cecilia Nahón como el
representante argentino ante el organismo, Sergio Chodos, comparecieran
por primera vez para defender la posición de nuestro país en la materia
en un panel que elogió el respaldo del Fondo.
Ambos funcionarios intentaron, sin embargo, no
explayarse en la materia. "Prefiero esperar a que esté aprobado", dijo
Chodos en un momento de la intervención. Nahón, en tanto, se negó a
contestar cuál había sido el impacto de la negativa de EE. UU. a
respaldar al país. "Por mi posición, no corresponde que hable sobre
eso", dijo.
Fue la primera vez que ambos funcionarios decidieron
hacer una defensa pública y conjunta de la posición del país ante el
reclamo de los holdouts, tal como se conoce a los tenedores de bonos de
deuda en default que no aceptaron ninguno de los dos canjes ofrecidos
por el Gobierno.
Organizada en el Capitolio, la comparecencia
transcurrió sin que estuviera ninguno de los 600 legisladores que lo
integran. Fue la primera vez que se intentó de ese modo replicar la
prédica a favor de sanciones contra el país. Pero ni pareció llegar a
tiempo para evitar este desenlace.
La posición del FMI no dejó lugar a dudas. "La
directora del FMI ha retirado su recomendación para que el directorio
presente un amicus curiae en el caso de la Argentina, siguiendo la
decisión de las autoridades de Estados Unidos de no respaldar esa
presentación en esta etapa", dijo un vocero de la entidad.
Argumentó que la recomendación inicial de Lagarde
"contaba con la premisa del apoyo de EE. UU., por lo que no sería
apropiado seguir con la presentación sin ese respaldo". El vocero
añadió, sin embargo, que el organismo se mantiene "profundamente
preocupado" por las consecuencias que en un fallo a favor de los "fondos
buitre" podría tener "en general, para los procesos de reestructuración
de deuda" del sistema financiero.
La Argentina está pendiente de una resolución de la
justicia de Nueva York, que dejó en suspenso un fallo por el que el juez
Thomas Griesa la condenó a pagar US$ 1300 millones de una vez a los
fondos NML Capital y Aurelius Management, así como a una docena de
inversores privados.
El Gobierno, sin embargo, hizo ya reserva de derecho
para peticionar ser escuchado ante el máximo tribunal, una aspiración
que sin el respaldo de Washington y del FMI pierde un buen porcentaje de
sus posibilidades, según coinciden abogados del foro local.
Sin embargo, sí cabe la posibilidad de que tanto el
gobierno demócrata como el FMI expongan su criterio "si éste le es
requerido" como opinión por el tribunal. En el gobierno argentino
confían en que así será.
No es suficiente con hacer lo que se quiere y gobernar en un país al antojo, por fuera de éste hay que enfrentarse a la justicia eficiente de otros.
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