Analistas consideran positivo que la
Corte de Apelaciones no haya descartado de plano la propuesta del
Gobierno y que, por el contrario, exija a los demandantes responder por
escrito
Por Silvia Pisani
| LA NACION
Las
primeras reacciones dan algo de oxígeno a la posición argentina en su
batalla judicial con los llamados "fondos buitres", luego de que la
justicia neoyorquina les reclamara que respondan "por escrito" a la
propuesta de pago formulada por el Gobierno el viernes pasado.
"Esto es importante porque, en cierto modo, altera la
carga de la prueba y la deposita sobre los demandantes", explicó a LA
NACION el economista Eugenio Díaz Bonilla, del International Food Policy
Research Institute (Ifpri), con sede en esta ciudad, y ex representante
argentino ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
"Ahora son ellos los que tienen que explicar que, no
obstante estar ganando bastante dinero -y no perdiéndolo-, están
dispuestos a hacerles daño a la Argentina, al Bank of New York (BoNY), a
los bonistas que entraron en el canje, a la plaza de Nueva York y a la
Corte. Me parece que los demandantes están ahora obligados a expedirse
sobre algo sobre lo que tal vez no quieran".
Tal como indicó LA NACION en su edición de ayer, la
Corte de Apelaciones pidió a los "buitres" una respuesta por escrito
sobre la propuesta de pago que formuló la Argentina, y les dio plazo
hasta el próximo 22 para hacerlo.
Pese a que ese giro entraba dentro de las posibilidades
que se reservó el tribunal -y a que se da por seguro que los buitres
rechazarán la oferta-, las primeras reacciones registran cierta
expectativa favorable a la posición del país. "La decisión de la Corte
es un giro positivo. En cierto modo, le da alguna credibilidad a la
propuesta de pago argentina", sostuvo la consultora Bulltick Capital
Market en su informe al respecto.
Como contracara, aún se mantiene incierta la
posibilidad de que la Corte consulte también a los llamados "terceros
afectados" para requerirles similar opinión. La posibilidad de esas
nuevas consultas "permitiría, cuando menos, ganar tiempo" a la
Argentina, dijeron fuentes familiarizadas con el proceso por el que los
fondos especulativos obtuvieron una sentencia, por ahora en suspenso,
para que se les paguen no menos de 1300 millones de dólares.
La expectativa era que, de ser consultadas, esas
"terceras partes" volverían a argumentar en favor de la posición
argentina, como ya lo hicieron durante la audiencia pública del pasado
27 de febrero. En aquella ocasión, y desde perspectivas distintas, tanto
los bonistas que sí aceptaron los canjes ofrecidos por el Gobierno como
el BoNY, que es el agente por el que perciben sus dividendos,
argumentaron a favor de que se rechace el fallo condenatorio a la
Argentina.
Los tres jueces de la Corte de Apelaciones dejaron
abierta la puerta para consultarlos nuevamente, una vez que la Argentina
presentara el detalle de la "oferta de pago", así como su compromiso a
cumplirla, su cronograma y garantías. "Desde ya, si les piden opinión a
los fondos litigantes, estos la rechazarán", anticipó el abogado Eugenio
Bruno, experto en litigios financieros internacionales del Estudio
Garrido.
Fijarán esa posición de rechazo a pesar de que algunos holdouts
-a los que no identificó- "están dando señales de fatiga y ánimo de
considerar la propuesta" de pago argentina, matizó. En sentido
contrario, el letrado opinó que, "a los fines de un fallo favorable",
sería "necesario" que los jueces pidieran un escrito al BoNY para que
"explique cómo funciona el fideicomiso vigente que protege" los fondos
girados por el Gobierno del embargo que quiere aplicarles el juez Thomas
Griesa y que, al menos por ahora, está en suspenso.
Para que ese embargo no llegue a ser operativo, la
Argentina necesita que el BoNY quede al margen del esquema de embargo
dispuesto por Griesa en su primer fallo. Pero esa posibilidad pareció
tambalearse en la audiencia pública. "Es necesario revertir esa imagen
negativa", sostuvo Bruno, al justificar la necesidad de una nueva
argumentación del agente de la entidad financiera.
Otra de las posibilidades que se manejaron es que,
también antes de producir sentencia, la Cámara se tome tiempo para hacer
una consulta sobre la presentación argentina con el propio Griesa.
"Sería razonable", dijo el abogado Mark Paterson, que viene siguiendo el
caso en la Escuela de Negocios Wharton.
Pero las opiniones en este punto son disímiles. "No veo
la necesidad de una nueva consulta con el juez de primera instancia
cuando, desde el momento en que asumió el caso, la Cámara tomó el
derecho de modificar la fórmula de pago", dijo el abogado Richard Samp,
de la Washington Legal Foundation, al ser consultado por LA NACION.
No está claro cuándo la Cámara producirá fallo. En
rigor, a partir de ahora podría hacerlo en cualquier momento. Pero la
coincidencia es que lo hará en un plazo "de dos a tres meses", período
que podría extenderse en el caso de que operen las nuevas consultas en
las que confían cerca del Gobierno.
En la espera de una decisión
El fallo de la Corte podría demorar hasta tres meses
- Tiempo para responder
Los fondos buitres tienen hasta el 22 de este mes para contestar, por escrito, qué piensan de la propuesta argentina
- Optimismo
Analistas juzgan alentador que la justicia les haya dado ese plazo, en lugar de rechazar directamente la oferta del Gobierno
- El objetivo
El país necesita que no se incluya en un eventual embargo al Bank of New York
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