La relación entre EEUU y Venezuela, plagada de desencuentros en la era Chávez
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela
han estado llenas de desencuentros desde que el presidente Hugo Chávez
llegó al poder en 1999, con duros enfrentamientos durante el Gobierno de
George W. Bush y fracasos en los intentos de reconciliación bajo el
mandato de Barack Obama.
"Chávez nunca perdió de
vista su objetivo de desafiar a Estados Unidos", comentó a Efe en
Washington Stephen Johnson, director del programa para América del
independiente Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS).
Las relaciones entre ambos países, tradicionalmente estrechas,
comenzaron a deteriorarse a raíz del golpe de Estado que derrocó
brevemente a Chávez en abril de 2002.
La "tibia"
reacción de Estados Unidos y su apoyo al efímero Gobierno surgido del
golpe fue interpretada por Venezuela como una prueba de que la
Administración de Bush estuvo "detrás" de la intentona, algo que
Washington siempre ha negado.
Chávez no cesó de
denunciar la política "intervencionista" de Estados Unidos en
Latinoamérica, animando a la región a unirse a su cruzada contra "el
imperio", logrando adhesiones de países como Bolivia, Ecuador y
Nicaragua.
George W. Bush, que ocupó la presidencia
de Estados Unidos entre 2000 y 2008, fue el principal objetivo de sus
críticas y lo tildó incluso en varias ocasiones de "genocida y loco".
Casi todo lo auspiciado por Bush fue rechazado por Chávez, como ocurrió
con el proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que
fue descartada durante la Cumbre de las Américas de Mar del Plata
(Argentina) en 2005, frente a la Alianza Bolivariana para las Américas
(ALBA), promovida por el gobernante venezolano.
Con
la llegada de Obama a la Casa Blanca en 2009, Chávez expresó su
esperanza en un cambio en la política de Estados Unidos hacia su país y
de una normalización de las relaciones bilaterales.
Obama dijo en varias ocasiones que quería mejorar las relaciones con
Venezuela y la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton,
llegó a reconocer que la política de Bush de aislar a ese país no había
funcionado.
Sin embargo, bajo el mandato del
presidente Obama los informes que emite anualmente Estados Unidos sobre
la situación de los derechos humanos y la lucha antiterrorista en el
mundo han seguido penalizando a Venezuela, cuya cercanía al régimen
iraní también preocupa mucho a Washington.
Chávez,
quien en la Cumbre de las Américas de 2009 en Trinidad y Tobago le dijo a
Obama que quería ser su "amigo", pasó luego a calificar al presidente
estadounidense de "farsante" y consideró que uno de los grandes
"errores" de su primer mandato fue no dar importancia a la relación con
América Latina.
La relación bilateral, congelada
desde la retirada mutua de los embajadores en 2010, se enfrió aún más en
enero de 2012 con el cierre del consulado venezolano en Miami, que
sucedió a la expulsión de la cónsul Livia Acosta Noguera.
La expulsión de la diplomática se produjo después de que la cadena
Univisión transmitiera el documental "La amenaza iraní", sobre una
supuesta planificación en 2006 para atacar a los sistemas de varias
plantas nucleares en Estados Unidos, además de la Casa Blanca, el FBI y
la CIA.
Algunos de los entrevistados dijeron que las
embajadas de Irán, Cuba y Venezuela habrían participado, algo que
Caracas tachó de "acusaciones sin fundamento".
Mientras, Venezuela ha promovido el nacimiento de la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), de la que no forman parte
Estados Unidos ni Canadá y que Chávez quiso que sustituyera a la
Organización de Estados Americanos (OEA), "vieja y desgastada" a su
juicio.
No obstante, Venezuela sigue teniendo una
fuerte dependencia comercial de Estados Unidos, ya que sus exportaciones
a ese país, principalmente petroleras, superaron en 2011 los 40.000
millones de dólares.
A Chávez nunca le interesó
"buscar una reconciliación" con Washington, ya que eso hubiera
debilitado su base de apoyo electoral, concluyó Johnson.
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