Holdouts
Dura audiencia para el país en la justicia de EE.UU. por el default
Enojo de los jueces ante la negativa argentina a acatar un posible fallo adverso
NUEVA YORK.- En una durísima audiencia,
la justicia norteamericana calificó como "víctimas" que hace "once años
esperan pago" a los llamados "fondos buitre", que reclaman más de US$
1300 millones en un proceso que amenaza con poner al país al borde de
una nueva cesación de pagos.
La Argentina optó nuevamente por desafiar al tribunal
y anticipar que "voluntariamente no acatará el fallo si éste ordena el
pago total de la acreencia", según expresó el abogado del gobierno
argentino, Jonathan Blackman. Por momentos, al letrado le costó resistir
la presión que los magistrados pusieron sobre la Argentina, y su
estrategia pareció no caer bien en la Corte.
"Cuando uno se somete a la Justicia es porque piensa
aceptar sus veredictos", reprendió, molesta, la jueza Reena Raggi, una
de las integrantes del tribunal y la más activa durante las dos horas y
cuarto que duró la audiencia.
De hecho, algunos observadores coincidieron en que tal
vez la mejor noticia que tuvo la Argentina fue lo prolongado del
encuentro, ya que eso revelaría interés de los jueces por ahondar en las
consecuencias de un fallo adverso para el país.
Pero incluso eso tuvo su matiz. "La función de la Corte
es hacer cumplir los contratos, no reescribirlos", gatilló la misma
jueza cuando la defensa argentina insistía en las "razones políticas"
por las que el país "no acatará" una posible orden de pago.
Despachado a Nueva York
de urgencia por la presidenta Cristina Kirchner, el vicepresidente
Amado Boudou encabezó la nutrida delegación de funcionarios que
presenció el debate. "La Argentina no pagará sobre el hambre de su
pueblo", dijo luego, al hacer declaraciones a medios afines al Gobierno.
"Tratamiento igualitario sería que todos los acreedores
aceptaran las mismas condiciones", acotó, por su parte, el ministro de
Economía, Hernán Lorenzino, en alusión a la renovada oferta de lanzar un
nuevo y tercer canje.
Integrado por tres magistrados, el tribunal no produjo
ayer un veredicto sobre lo que hará con el fallo -por ahora en suspenso-
del juez Thomas Griesa, por el que se ordenó a la Argentina pagar el
100% de la deuda en poder de esos inversores, a los que se define como
holdouts y a los que el Gobierno alude como "fondos buitre".
La resolución podría ocurrir en cualquier momento, con
la impresión coincidente de que "no tardará mucho". Su contenido
develará lo que ocurra con el fallo, por el que Griesa ordenó el pago de
una vez y al contado de US$ 1330 millones a los holdouts . La
demanda fue impulsada por los fondos NML Capital y Aurelius -los mismos
que consiguieron el embargo temporario de la Fragata Libertad- así como
por un grupo de ahorristas argentinos.
Video: Fondos Buitre: audiencia clave (C5N)
Lo prolongado de la audiencia fue señalado como la
mejor noticia que tuvo la parte argentina. "Revela que los jueces no
tenían tan claro qué hacer", dijo Sean O'Shea, uno de los abogados que
defiende a los bonistas que sí aceptaron los canjes.
Como contracara, la mala noticia pareció ser la
confirmación de que la de ayer fue la última audiencia oral en esta
instancia. "No habrá otra", anunció Rosemary Pooler -la jueza amiga de
Hillary Clinton- apenas comenzó el encuentro. Para la Argentina, que
busca estirar el camino judicial lo más posible, no fue un buen dato.
Para colmo, tampoco lo tuvieron muy fácil las llamadas
"terceras partes" afectadas, que en los hechos, y si bien por caminos
distintos, argumentan a favor de la posición de la Argentina.
Tanto el Bank of New York Mellon (BoNY), que opera como
agente de pago de la deuda, como el llamado Exchange Bondholders Group
(EBG), que agrupa a los bonistas que sí aceptaron los canjes,
comparecieron para pedir que la resolución final "no afecte" la cadena
de pagos.
Con una insistente línea de preguntas, la jueza Raggi
apuntó a poner en duda que el BoNY sea agente independiente de la
Argentina. "Ustedes reciben honorarios del país", constató la jueza,
luego de presionar a uno de los letrados, al extremo de obligarlo, en
dos ocasiones, a pedir pausa para consultar con sus colegas antes de
responder.
"La Argentina puede pagar, no hay dudas sobre eso",
afirmó Ted Olson, uno de los abogados de NML Capital. "Nunca ha querido
hacerlo ni tampoco, en todos estos años, ha intentado una negociación
seria", dijo.
Una mala respuesta
El letrado de los "fondos buitre" fue más lejos al
pedir que, por su comportamiento, el país debería "ser prohibido en los
mercados de capitales hasta tanto aprenda a cumplir con las leyes". "Ha
habido enorme paciencia con este país", añadió.
Una vez más, el letrado recordó las palabras tanto de
la presidenta Cristina Kirchner, en el sentido de que no se le pagará
"ni un centavo" a los holdout s, como del ministro Lorenzino en sentido similar.
"Bueno, usted sabe que a veces los políticos dicen
cosas que luego, en realidad, no cumplen", deslizó la jueza Pooler, en
uno de los pocos momentos de distensión que tuvo la audiencia. Hubo
algunas sonrisas en la sala, pero no en el banco argentino.
Uno de los tantos momentos de tensión fue, en cambio,
cuando Blackman sostuvo que la Argentina no acatará "voluntariamente"
una orden de pago.
"¿Qué significa no acatar algo en forma voluntaria? Acá
no venimos a hablar de emociones ni de sentimientos, sino de
resoluciones", lo cruzó la jueza Raggi.
El abogado insistió por el lado de que el Gobierno
"tiene principios" que no piensa violar y que no acatará medidas que
vayan "en contra de su línea política", un argumento en línea con las
declaraciones que más tarde hicieron Boudou y Lorenzino. Aunque poco
después, no obstante, el letrado trató de suavizar el momento y deslizó
la idea de que, a veces, "se pierde la paciencia".
De hecho, a eso -la impaciencia- atribuyó el fallo
"francamente fuera de lo común" por el que el juez Griesa ordenó a la
Argentina que les pague a sus acreedores.
"El problema es que eso no será el final del problema.
Habrá una catarata de juicios y nadie saldrá favorecido", pronosticó
Blackman, en uno de sus mejores momentos.
Anoche, la Corte incorporó al expediente el documento
que da por leído y escuchado el caso. Ahora sólo hay que esperar el
veredicto.
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