EEUU evita el abismo fiscal con un acuerdo 'in extremis' en la Cámara de Representantes
Público (España)
Republicanos y demócratas aprueban por primera vez en 20 años subir los impuestos a los más ricos. El país se salva de una segunda recesión que habría tenido consecuencias catastróficas en toda la economía mundial.
El presidente de EEUU, Barack Obama, y el vicepresidente Joe Biden, tras el pacto que evita el abismo fiscal. Reuters
Estados Unidos evitó la pasada madrugada, en el último minuto, las temidas consecuencias del llamado abismo fiscal,
con un acuerdo bipartidista que aumentará los ingresos del Estado pero
que aplaza las decisiones más difíciles sobre la reducción del gasto
público y la deuda. Es la primera vez en 20 años que ambos partidos se
ponen de acuerdo para subir los impuestos a los más ricos.
El resultado supone una victoria política indiscutible para el presidente Barack Obama, quien hizo de la protección de la clase media su banderín de enganche durante la pasada campaña electoral.
"Gracias a los votos de republicanos y demócratas en el Congreso voy a firmar una ley que sube los impuestos al 2% de los estadounidenses más acaudalados y evita al propio tiempo subidas impositivas que habrían devuelto al país a la recesión" subrayó Obama.
Los legisladores aprobaron sin cambios, por 257 votos a favor y 167 en contra, el proyecto remitido por el Senado, donde había recibido un día antes un respaldo abrumador.
Entre los representantes republicanos que votaron finalmente a favor
del compromiso estuvieron el propio presidente de la Cámara, John Boehner, y el excandidato a la vicepresidencia de EEUU Paul Ryan.
A punto de descarrilar
La votación en la Cámara baja se produjo después de una intensa jornada en la que los republicanos estuvieron a punto de hacer descarrilar el compromiso. Un número significativo de miembros republicanos había exigido introducir en el proyecto de ley una enmienda para recortar el gasto del Gobierno en 300.000 millones de dólares.
El intento de enmendar el compromiso del Senado habría supuesto, de
hecho, la muerte del preacuerdo bipartidista, debido a la falta de
tiempo para negociar los cambios con la Cámara Alta antes de la
instalación el día 3 de un nuevo Congreso.
Aumenta el impuesto para las parejas con rentas superiores a los 450.000 dólares y mantiene el subsidio por desempleo
Entre
otras medidas, la legislación aprobada hoy, que entrará en vigor en
cuanto la firme Obama, convierte en permanente el nivel actual de los
tipos impositivos para un 98% de las familias y un 97% de los pequeños
negocios. Aumenta, por el contrario, el impuesto para las parejas con rentas anuales superiores a los 450.000 dólares, que volverán a contribuir con un tipo del 39,6 %, como hace dos décadas, en lugar del 35 % actual.
El acuerdo no prorroga, sin embargo, la rebaja temporal de las retenciones
sobre los salarios que aprobó el gobierno de Obama dentro de las
medidas de estímulo a la economía, por lo que los estadounidenses sí
que notarán a partir de mañana una reducción de sus salarios netos.
La reforma sanitaria, en el punto de mira
A través de esa combinación de subidas de los tipos y reducción de ciertas deducciones para los más adinerados, el Gobierno espera recaudar 620.000 millones de dólares en nuevos ingresos en los próximos diez años. La ley amplía por un año, además, el subsidio de emergencia por desempleo
que beneficia a 2 millones de estadounidenses. Por último, aplaza por
dos meses los recortes automáticos previstos en el gasto del Gobierno
federal, lo que presagia nuevos enfrentamientos en poco tiempo entre
republicanos y demócratas.
Obama reconoció que el déficit del país "es demasiado alto"
y se declaró "completamente abierto" a un compromiso para reducirlo,
pero de forma "equilibrada". El próximo reto será, sin duda, la
búsqueda de un acuerdo sobre la reducción del gasto, especialmente del
destinado a algunos programas sociales muy populares, como Medicare para los jubilados y Medicaid para los pobres, cuyos costes se van a disparar por el envejecimiento de la población.
A este respecto, advirtió de que la racionalización de esos gastos deberá ir pareja con una reforma del código fiscal
que elimine los abusos y las lagunas que permiten la evasión. Obama
también avisó de que no está dispuesto a entrar de nuevo en largas
negociaciones con el Congreso sobre el aumento del techo de
endeudamiento nacional.
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