Fue
una reunión privada y algunos la calificaron como "muy cálida".
Intercambiaron opiniones sobre la política exterior que llevan adelante
sus respectivos países, pero sin llegar al arduo debate. La embajadora
de Estados Unidos en la Argentina, Vilma Martínez, recibió ayer a la
designada representante del Gobierno en Washington, Cecilia Nahón, quien
planteó que la misión pedida por Cristina Kirchner será "reforzar las
relaciones comerciales" con la administración de Barack Obama.
El encuentro se realizó en la imponente residencia de
la embajadora norteamericana situada en Palermo y duró más de una hora.
Fue un tiempo suficiente para que la actual secretaria de Relaciones
Económicas Comerciales de la Cancillería explicara a Martínez que el
objetivo de la Casa Rosada es "equilibrar la balanza comercial" con
Washington. Sin que hiciera falta mencionarlo, se refería al eterno
reclamo de la Argentina para que Estados Unidos acepte el ingreso de
carnes y limones argentinos, entre otros productos. Fuentes calificadas
de la Cancillería explicaron a LA NACION que Nahón quería conocer a la
embajadora norteamericana y llevarle un mensaje similar al que emitió
hace una semana cuando el Senado le aprobó su pliego de embajadora:
durante su gestión en Washington buscará "hacer crecer el
posicionamiento argentino en el mercado norteamericano".La aclaración de Nahón resultó válida si se tiene en cuenta que la Argentina tiene con Estados Unidos la balanza comercial más deficitaria de su relación con el mundo. Con 3000 millones de dólares de déficit en el intercambio con Washington, ese resultado superará este año a la balanza negativa que tiene la Argentina con países como China o Brasil, según datos de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), que dirige Marcelo Elizondo.
Los voceros de la embajada de Estados Unidos sólo se limitaron a confirmar a LA NACION el encuentro y añadieron que "se intercambiaron diversos aspectos de las relaciones bilaterales". No dieron más detalles de la reunión privada, que no estaba en agenda oficial.
La secretaria de Relaciones Económicas Comerciales no respondió a las llamadas que hizo LA NACION para ahondar en detalles de su encuentro con Martínez.
No obstante, se supo que Nahón sólo podría asumir sus funciones en abril del próximo año y no antes, ya que Obama sólo otorga cuatro veces al año las credenciales para los embajadores en su país y el turno correspondiente a enero ya estaría cerrado. Hasta ese momento, el actual embajador Jorge Argüello seguirá al frente de la sede diplomática en Washington. Por ello, es muy probable que hasta entonces Argüello se haga cargo de la reapertura del canje de la deuda con los bonistas en default y de los reclamos judiciales contra los fondos buitre que se llevan adelante en la Cámara de Apelaciones de Nueva York.
Más allá de las relaciones comerciales entre ambos países, a la administración de Obama le preocupa, entre otras cosas, que la Argentina pague su deuda con los bonistas y con el Club de París, del que Estados Unidos forma parte junto con Alemania y Japón, entre otros países. También preocupa a Estados Unidos el acercamiento que la Argentina tiene en estos momentos con Irán, más allá de que la Casa Rosada aclaró que el diálogo con Teherán se limitará a la causa del atentado contra la AMIA donde están acusados ocho iraníes.
Al margen de la reunión con Martínez, Nahón dejó en claro que con su llegada a Washington se prevén tiempos de cambio y mayor dureza.
Otra nota:
Nahón lleva a Washington la diplomacia nacional y popular
Por Martín Dinatale | LA NACION
Será
"la voz indiscutida de Cristina Kirchner en Estados Unidos", como
admiten varios funcionarios de la Casa Rosada. También ejecutará la
misión de poner en el tope de la agenda bilateral el "equilibrio" de las
relaciones comerciales. No tendrá juego propio y la artillería de su
línea de ataque se sustentará, indistintamente, con los consejos de su
mentor, Axel Kicillof , y del todoterreno Guillermo Moreno. Todos estos
objetivos reúne la designación de Cecilia Nahón como embajadora argentina en Washington .
Cansada de los zigzagueos de Jorge Argüello y de su
alta exposición mediática, la Presidenta optó por poner en Estados
Unidos a una embajadora que reúne las condiciones que buscaba: lealtad
absoluta, desprecio por los medios, capacidad técnica y una sintonía
plena con el modelo nacional y popular.
Según coincidieron ante LA NACION varios funcionarios del Gobierno, desde el año pasado Cristina Kirchner se encandiló con la figura de Nahón
. La llevó a varios viajes y dialogó mucho con la hasta ahora
secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería.
Su trabajo académico titulado "Transformaciones
económicas en la década del 90 en la Argentina: la consolidación de la
valorización financiera" terminó por convencer a la Presidenta de que
Nahón era la elegida para ir a Washington. En ese texto Nahón sostiene
que "la elaboración de una estrategia de desarrollo nacional, incluso en
un contexto internacional, es insoslayable y debe ser integral,
coherente y coordinada como fue la reforma neoliberal, aunque con un
sentido progresivo e industrializador". Una mezcla del dogma de Kicillof
y la práctica de Moreno, señaló un funcionario que la conoce.
En su paso por el Senado previo a su designación, Nahón
dejó en claro que su "principal misión" en Washington "será responder a
desafíos en materia de economía y de comercio". Esto implicará revertir
el déficit de la balanza comercial y romper con las barreras que pone
Washington a la carne y los limones argentinos. Alguna de estas
negociaciones ya empezó a trabajar Nahón junto con Moreno hace 15 días,
cuando viajaron a Estados Unidos para reunirse con las autoridades de la
Oficina del Representante Comercial. Ese viaje fue uno de los
detonantes de la salida de Argüello.
La futura embajadora argentina lleva órdenes precisas
de Cristina Kirchner de insistir en "el modelo de equilibrio en las
relaciones comerciales". En algunos ámbitos diplomáticos preocupa el
tema por la forma y el modo en que presentará Nahón estos reclamos.
Cuentan allegados al despacho de Nahón que en la Universidad de Buenos
Aires, donde se recibió de licenciada en Economía y conoció a Kicillof,
le decían "Cecilia Nerón", por sus modales ariscos. Al parecer, sus
estudios en la London School of Economics no cambiaron su carácter. Si
no, habrá que preguntar en la Cancillería por qué se enojó con Ricardo
Arredondo, un destacado funcionario de la Secretaría de Relaciones
Económicas que le advirtió con un mes de antelación a su jefa que 40
países suscribirían una queja ante la OMC por las trabas a las
importaciones que impone Moreno. El funcionario pasó al destierro: fue
enviado al consulado de Los Ángeles.
¿Será Nahón una aliada a Moreno en detrimento de su
mentor el camporista Kicillof? La respuesta llega de varias fuentes de
la Casa Rosada: "Hará equilibrio entre uno y otro. Pero terminará
haciendo lo que diga Cristina". No queda en claro cuál será su
estrategia en torno a la situación de los reclamos de fondos buitre ante
tribunales norteamericanos. "Voy a ejecutar las instrucciones de la
Presidenta", se limitó a decir Nahón en el Senado.
Fuentes calificadas del Departamento de Estado aseguran
que la designada embajadora contará con el plácet de Washington y que
la semana próxima se reunirá con la embajadora norteamericana en Buenos
Aires, Vilma Martínez, quien no la conoce más allá de lo protocolar y en
los últimos días buscó referencias para profundizar en el currículum de
Nahón.
En el ámbito empresarial argentino Nahón tiene buenas
relaciones con los sectores más afines al Gobierno. Cosecha elogios
tanto del titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, como del
hipermorenista y ex menemista Carlos Spadone. "Nahón es una joven
preparada. La recuerdo con afecto cuando nos ayudó en una ronda con más
de 400 empresarios chinos en el Sheraton", dijo Spadone a LA NACION.
No piensan lo mismo algunos empresarios con contactos
en Washington, que no sólo la ven como una desconocida sino que creen
que para las negociaciones comerciales estará "muy lejos" del nivel que
tenía el ex embajador en Estados Unidos Alfredo Chiaradia.
Referentes de la Cámara de Comercio de Estados Unidos
en la Argentina expresaron a LA NACION que conocen a Nahón desde que
trabajaba en la Agencia Nacional de Desarrollo de Inversiones y no dudan
de su capacidad técnica. Aunque observaron que tendrá muchos retos por
delante: entre ellos, acordar un marco regulatorio para la exportación
de servicios y apaciguar los caldeados ánimos de los importadores y
exportadores ante el nuevo régimen de declaraciones juradas en el
comercio exterior.
Un ex embajador en Washington comentó poco después de
la designación de Nahón: "El Gobierno cometió el mismo error de poner
las relaciones comerciales por encima de todo y no valorar que antes se
debe crear un clima de confianza".
No será un error de cálculo de Nahón. En tal caso, es
una jugada de la Presidenta para relanzar su vínculo con los Estados
Unidos.
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