El Mercosur toma energía
Emiliano Guido (Miradas al Sur)
La Cumbre de Brasilia fue significativa para el
bloque regional.
La incorporación definitiva de Venezuela y la futura membrecía de
Bolivia y Ecuador como socios plenos implica acrecentar la autonomía
petrolera y gasífera del Sur.
El encuentro de jefes de Estado del Mercosur del último viernes en
Brasilia volvió a confirmar que los primeros mandatarios regionales
saben utilizar con destreza estas citas como una tribuna política desde
dónde amplificar sus reclamos contra los países centrales. Cada cual a
su turno, primero la jefa de Estado Dilma Rousseff, luego el nuevo
presidente pro tempore José Mujica y, por último, la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner, intervinieron en el plenario final con discursos
políticos encendidos y contundentes contra el proteccionismo europeo o
norteamericano. En ese sentido, el parlamento más ocurrente fue el de la
primera mandataria argentina, quien luego de disfrutar discretamente
del brunch tropical servido por el personal de ceremonial local como
paso previo al almuerzo de protocolo fijado, recordó que: “Estamos
cansados de que se nos tilde de proteccionistas cuando Europa tiene años
de proteccionismo. La manteca francesa tiene un arancel del 120% o
130%, el arroz japonés casi un 300%. Estamos dispuestos a ser socios de
la Unión Europea pero no queremos ser depositarios de las mercaderías
que sobran”.
Las palabras de la jefa de Estado argentina no sólo marcaron una continuidad de la queja diplomática presentando por el Palacio San Martín ante la OMC por las barreras arancelarias contra los productos locales. También fueron una manera de marcar la cancha ante la inminente cumbre de la Celac y la Unión Europea, fijada para el próximo enero en la capital chilena.
Por otro lado, la cumbre de Brasilia tuvo varias particularidades. En principio, Venezuela estuvo representada por su ministro de Energía y tanto el presidente Hugo Chávez como el vice Nicolás Maduro optaron por quedarse en su tierra a sólo siete días de los comicios regionales. Luego, estuvo la ausencia del presidente paraguayo, aunque por motivos totalmente distintos. En ese sentido, trascendió que la suspensión temporaria de Asunción –consumada desde que se desencadenó el golpe parlamentario contra Fernando Lugo– se levantaría una vez que transcurran los comicios presidenciales de abril próximo. Hasta aquí el vaso medio vacío de la cita regional. La otra noticia de Brasilia, y ésta es mucho más significativa, pasa por la presencia de los nuevos socios vecinales.
Las palabras de la jefa de Estado argentina no sólo marcaron una continuidad de la queja diplomática presentando por el Palacio San Martín ante la OMC por las barreras arancelarias contra los productos locales. También fueron una manera de marcar la cancha ante la inminente cumbre de la Celac y la Unión Europea, fijada para el próximo enero en la capital chilena.
Por otro lado, la cumbre de Brasilia tuvo varias particularidades. En principio, Venezuela estuvo representada por su ministro de Energía y tanto el presidente Hugo Chávez como el vice Nicolás Maduro optaron por quedarse en su tierra a sólo siete días de los comicios regionales. Luego, estuvo la ausencia del presidente paraguayo, aunque por motivos totalmente distintos. En ese sentido, trascendió que la suspensión temporaria de Asunción –consumada desde que se desencadenó el golpe parlamentario contra Fernando Lugo– se levantaría una vez que transcurran los comicios presidenciales de abril próximo. Hasta aquí el vaso medio vacío de la cita regional. La otra noticia de Brasilia, y ésta es mucho más significativa, pasa por la presencia de los nuevos socios vecinales.
Expansión. Desde la Patagonia al Caribe y, ahora, desde la
llanura pampeana hasta las costas del Océano Pacífico, previo paso por
el Altiplano boliviano. El mapa del Mercosur, poco a poco, va
expandiéndose por toda Suramérica. Sepultado el proyecto norteamericano
de libre comercio del ALCA más la virtual parálisis de la Comunidad
Andina de Naciones, la alianza regional de los países de la Cuenca del
Plata se esta convirtiendo, prácticamente, en el único instrumento
económico donde convergen la mayor parte de los países de la Unasur. Por
lo pronto, la Cumbre de Jefes de Estado en Brasilia aceleró dicha
tendencia política ya que fue la primera cita institucional del bloque
donde Venezuela participó como socio pleno y, además, el encuentro
presidencial en el Palacio Itamaraty oficializó el inicio del proceso de
adhesión de Bolivia al organismo y, en el caso de Ecuador, el
presidente Rafael Correa prometió estudiar el tema con sus ministros
para ir adecuando el esquema arancelario de su país. El dato geopolítico
no es menor ya que el ingreso de Caracas, La Paz y Quito al Mercosur
implica un salto cualitativo enorme en el patrimonio energético común.
Previo al inicio de la Cumbre de Brasilia, los voceros de la Cancillería anfitriona destacaba en sus comunicados oficiales los nuevos números estadísticos sorprendentes que representa el Mercosur modelo 2012: “Una población de 275 millones de personas (un 70% de Suramérica), un territorio de 12,7 millones de kilómetros cuadrados (un 83% del subcontinente) y un Producto Interno Bruto (PIB) de 3,32 billones de dólares, que representa el 83% de la región)”. Claro, de aquí a un plazo no muy largo, cuando Bolivia y Ecuador terminen de homologar sus tasas arancelarias con el bloque regional –un trabajo más espinoso para el país del Pacífico ya que su modela nacional aún es el dólar–, la potencialidad objetiva del Mercosur será mucho mayor, sobre todo en su segmento energético.
En ese sentido, Miradas al Sur consultó a Federico Bernal, autor del libro Petróleo y Malvinas, sobre las perspectivas que se abren en la región a partir de la ampliación societaria del Mercosur. “Con la entrada de Venezuela y la futura adhesión de Bolivia y Ecuador al Mercosur seremos el bloque político regional más autosuficiente en energía de todo el mundo. Además, el nuevo Mercosur tiene un condimento geopolítico enorme. Los países de la Cuenca del Plata más Caracas, Quito y la Paz están consolidando un anillo energético que nos brinda autonomía en petróleo y gas para los próximos dos siglos”, advirtió Bernal, asiduo columnista del diario Tiempo Argentino.
Por último, el especialista desgranó su diagnóstico optimista con datos bastante concretos: “Venezuela no sólo es la principal reserva de crudo del mundo. También es uno de los principales países refinadores de combustible. Después, está Ecuador, que es miembro de la OPEP, donde convergen los principales países petroleros no alineados con Washington. Por último, Bolivia, que es la segunda reserva gasífera de Suramérica, contribuye a re- equilibrar el vínculo energético entre los países hispánicos del Sur con Brasil, ya que La Paz prioriza sus exportaciones a otros países que no sean sólo el gigante suramericano.”.
Previo al inicio de la Cumbre de Brasilia, los voceros de la Cancillería anfitriona destacaba en sus comunicados oficiales los nuevos números estadísticos sorprendentes que representa el Mercosur modelo 2012: “Una población de 275 millones de personas (un 70% de Suramérica), un territorio de 12,7 millones de kilómetros cuadrados (un 83% del subcontinente) y un Producto Interno Bruto (PIB) de 3,32 billones de dólares, que representa el 83% de la región)”. Claro, de aquí a un plazo no muy largo, cuando Bolivia y Ecuador terminen de homologar sus tasas arancelarias con el bloque regional –un trabajo más espinoso para el país del Pacífico ya que su modela nacional aún es el dólar–, la potencialidad objetiva del Mercosur será mucho mayor, sobre todo en su segmento energético.
En ese sentido, Miradas al Sur consultó a Federico Bernal, autor del libro Petróleo y Malvinas, sobre las perspectivas que se abren en la región a partir de la ampliación societaria del Mercosur. “Con la entrada de Venezuela y la futura adhesión de Bolivia y Ecuador al Mercosur seremos el bloque político regional más autosuficiente en energía de todo el mundo. Además, el nuevo Mercosur tiene un condimento geopolítico enorme. Los países de la Cuenca del Plata más Caracas, Quito y la Paz están consolidando un anillo energético que nos brinda autonomía en petróleo y gas para los próximos dos siglos”, advirtió Bernal, asiduo columnista del diario Tiempo Argentino.
Por último, el especialista desgranó su diagnóstico optimista con datos bastante concretos: “Venezuela no sólo es la principal reserva de crudo del mundo. También es uno de los principales países refinadores de combustible. Después, está Ecuador, que es miembro de la OPEP, donde convergen los principales países petroleros no alineados con Washington. Por último, Bolivia, que es la segunda reserva gasífera de Suramérica, contribuye a re- equilibrar el vínculo energético entre los países hispánicos del Sur con Brasil, ya que La Paz prioriza sus exportaciones a otros países que no sean sólo el gigante suramericano.”.
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