Artículo publicado en Realidad Económica N. 271:
Docentes
UBA/ISEN e Investigadores del IDEHESI y el CONICET
leandromorgenfeld@hotmail.com;
mariaceciliamiguez@yahoo.com.ar
Resumen
Una de las
principales medidas anunciadas por Arturo Illia (UCRP) en su campaña
presidencial (1963) fue la anulación de los contratos petroleros que había
firmado Arturo Frondizi durante su gestión (1958-1962). En su mayor parte, se
trataba de concesiones a compañías estadounidenses. Al mes de asumir, Illia
hizo efectiva esa decisión a través de los decretos 744/63 y 745/63. Ello
generó conflictos en la relación bilateral con los Estados Unidos y en el plano
interno. En cuando al ámbito local, sectores económicos dominantes manifestaron
su disconformidad. Ambos elementos contribuyeron al clima destituyente que fue
aumentando hasta derivar en un anunciado golpe de estado en junio de 1966.
1.
Introducción
La reciente expropiación del 51% de las acciones de Repsol-YPF por
parte de la Argentina volvió a poner en primer plano el tema del control
estatal de los recursos naturales estratégicos, en particular los hidrocarburos.
Desde el descubrimiento de petróleo en Comodoro Rivadavia, pero
fundamentalmente desde la fundación de YPF en 1922, el tema central en las
distintas políticas económicas, que generó múltiples tensiones con los países
centrales y sus compañías petroleras trasnacionales. La nacionalización de ese
recurso fue uno de los ejes en la campaña electoral que llevó a Yrigoyen a su
segunda presidencia, en 1928, y también en el golpe militar que lo depuso dos
años después. Fue clave también durante el peronismo, y el famoso pre-contrato
con la subsidiaria de la Standar Oil
Company de California generó múltiples discusiones y resistencias.
Frondizi, que se había opuesto a esa iniciativa de Perón, publicó Petróleo y política, impugnando la
cesión a Estados Unidos de ese recurso estratégico.
Cuatro años más tarde, cuando llegó a la presidencia, amplió la participación
del capital extranjero en el sector, en particular el estadounidense. Esta
medida generó amplia oposición en los partidos políticos, en las organizaciones
sindicales y también en sectores de las fuerzas armadas. Illia, en su campaña
electoral, hizo foco en la necesidad de anular esos contratos petroleros,
situación que generó preocupación en Estados Unidos. A través de diversa documentación,
en este artículo abordamos cómo la anulación de los contratos petroleros, que
perjudicó a grandes capitales estadounidenses, condicionó la relación entre
Argentina y Estados Unidos durante toda la gestión de Illia y hasta el golpe de
estado de 1966, que contó con la simpatía de no pocos sectores del establishment en Washington. Al mismo
tiempo, mediante el análisis de publicaciones de influyentes corporaciones
locales, analizamos las resistencias internas a esa iniciativa y su
contribución a la construcción de un clima destituyente.
Se puede leer completo el artículo acá: http://www.iade.org.ar/uploads/c87bbfe5-aa72-5bb7.pdf
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