Sesión al borde del abismo
Página/12
El Senado estadounidense debatirá esta tarde en
busca de un acuerdo entre demócratas y republicanos que evite el "abismo
fiscal", como se conoce a la suba automática de impuestos y recorte de
gastos por 600 mil millones de dólares, que entraría en vigencia el 1 de
enero. Esta mañana, el presidente estadounidense, Barack Obama, quien
suspendió sus vacaciones navideñas para realizar reuniones con los
legisladores, pidió al Congreso que apruebe a tiempo la ley que evite el
aumento de impuestos para las clases medias y advirtió sobre las
consecuencias recesivas que significaría no alcanzar un pacto.
Si no
hay una pronta resolución, se recortarían automáticamente gastos en
Defensa y dos tercios de los contribuyentes estadounidenses comenzarían a
pagar un promedio de 3.446 dólares más de impuestos a partir de marzo.
Según indicó Obama, la suba impositiva demandaría alrededor de 2 mil
dólares al año, lo que repercutirá en el consumo. Así, el temor es que
el país podría entre en recesión durante la primera mitad del año
próximo.
El acuerdo estará en manos del líder demócrata en el Senado, Harry
Reid, y su par republicano, Mitch McConell. La intención es aprobar una
ley que modifique las anteriores y ponga freno para el aumento de
impuestos en los hogares con ingresos menores a 400 mil dólares anuales,
además de mantener el seguro de desempleo para 2 millones de
norteamericanos.Los demócratas aspiraban a que ese umbral bajara hasta los 250 mil dólares, pero los republicanos se mantuvieron firmes en su demanda de evitar una suba de impuestos para los hogares más ricos.
Esa postura llevó a que el líder republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, perdiera la iniciativa a manos de los senadores después de que su propia bancada rechazara su moción de permitir aumento de impuestos sólo para los ingresos superiores a 1 millón de dólares al año.
Ahora es el Senado el que deberá decidir el destino de la economía estadounidense, trabado desde hace meses en el debate presupuestario en el Congreso, lo que Obama calificó como "una herida a nuestra economía autoinflingida políticamente".
"Espero cualquier propuesta bienintencionada durante las próximas 24 horas por parte del Senador McConell para modificar este proyecto", indicó Reid después de la cumbre con Obama el viernes pasado, en alusión al boceto que circula en los pasillos del Capitolio.
De acuerdo a una fuente que participa de las negociaciones citada por la agencia Bloomberg, el contenido del acuerdo incluiría una medida para evitar varios recortes automáticos de gastos, entre ellos el de las prestaciones médicas del plan Medicare, uno de los baluartes de Obama durante su campaña para la reelección.
Además, los legisladores buscarán extender la vigencia de un acta que fija los precios de la leche y otros productos como maíz, arroz y trigo. En caso de no renovarse, los precios de esos alimentos y sus derivados podrían llegar a duplicarse.
No obstante, cualquier proyecto que surja del Senado deberá ser tratado luego en la Cámara de Representantes (Diputados), que podrá modificarlo o darle su aprobación final. Reid ya anticipó que, de no llegarse a un acuerdo, su bancada presentará un proyecto propio que cuenta con el apoyo del presidente Obama y contempla la extensión de beneficios para ingresos de hasta 250 mil dólares al año.
El Departamento del Tesoro advertió el miércoles pasado que mañana, lunes, el gobierno alcanzará su tope de deuda de 16,3 billones de dólares, por lo que entrarían en vigor "medidas extraordinarias" para evitar la suspensión de pagos si el Congreso no llega a un acuerdo.
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