Latinoamérica y el país, ausentes de la campaña
Cristina Kirchen y Barack Obama, en un encuentro el año pasado
Por Alejandro Bercovich (BAE)
Enviado especial a los Estados Unidos
Chicago. El ascendente sobre la Casa Blanca de fondos buitres como el
que pidió el embargo de la Fragata Libertad aumentará en caso de que el
republicano Mitt Romney sea electo para reemplazar a Barack Obama como
presidente, opinó ayer en esta ciudad el presidente de uno de los think
tanks políticos más influyentes del país. Fuera de eso, en la principal
potencia del mundo hay consenso en torno de que la relación bilateral
tiene poco en juego, con un Departamento de Estado que mantuvo una
relación fría y distante con el gobierno de Cristina Kirchner y que no
dio señales de pretender estrecharla, diplomática ni comercialmente.
Sin que haya habido una sola mención de la Argentina durante la
campaña de ninguno de los dos candidatos con chances de ganar hoy aquí,
los análisis sobre eventuales acercamientos o alejamientos se basan en
comentarios de segundas o terceras líneas de la administración demócrata
y del campamento rival. La afinidad ideológica que expresan algunos
funcionarios argentinos con los azules –ayer el embajador Jorge Argüello
difundió un homenaje al ex presidente Jimmy Carter y una foto suya con
él, por ejemplo– no tienen un correlato en el vínculo bilateral
existente.
Lo concreto es que en su única visita al cono Sur, a principios del
año pasado, Obama pisó Brasilia y Santiago de Chile y sobrevoló Buenos
Aires sin hacer siquiera una escala breve.
Aquel gesto fue contundente y lo intentó evitar el vicepresidente
Amado Boudou, en una entrevista con la embajadora Vilma Martínez en la
que –según cables secretos desclasificados por WikiLeaks– se declaró
“imperturbablemente pronorteamericano” y amante de “las playas de San
Diego, el esquí en Aspen y la Liga de Fútbol Americano”. No tuvo éxito.
Pesó más el descontento de Washington por la relación entre el Gobierno y
figuras como el venezolano Hugo Chávez o el ecuatoriano Rafael Correa.
No obstante, la Casa Blanca sí apoyó al Gobierno en su pulseada con
los fondos buitres. En abril pasado, el Tesoro solicitó a la Cámara de
Apelaciones de Nueva York que revirtiera una sentencia del juez Thomas
Griesa a favor de uno de esos fondos, que había ordenado en febrero
último pagarle los intereses de la deuda de los bonos de los canjes del
2005 y 2010. Fue en una presentación voluntaria (amicus curiae) donde
argumentó que buscaba proteger el sistema internacional de renegociación
de deudas en default.
Esa ayuda podría desaparecer si Obama pierde. “Es obvio que alguien
que dona un millón de dólares a una campaña, va a tener la puerta
abierta de la Casa Blanca si ese candidato resulta electo. Así que si
Romney es electo, creo que deberían esperar un trato bastante más
negativo por parte de nuestro gobierno”, dijo ayer a BAE el presidente
del Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales, Richard Longworth. Se
refería a las donaciones que registró en favor del candidato colorado el
dueño del fondo Elliot, Paul Singer. Y de las inversiones en esos
fondos que hizo su esposa Ann, según reveló la revista demócrata The
Nation.
“Los fondos buitres tienen un gran poder político, están donando
masivamente en las campañas. Eso no tiene ningún control y para muchos
de nosotros es algo que distorsiona negativamente las elecciones. Y
están haciendo mucho daño acá también, así que no me extraña que lo
hagan en la Argentina”, agregó Longworth.
A nivel comercial, los demócratas suelen ser más proteccionistas y
Obama canceló este año las preferencias arancelarias que facilitaban el
ingreso de bienes argentinos en este mercado. Pero según Longworth,
difícilmente Romney revertiría esa decisión.
Récord de voto hispano podría favorecer a Obama
El 73 % de los hispanos tiene intención de votar por la reelección
del presidente Barack Obama, según una encuesta publicada ayer que
subraya el hecho de que una alta participación hispana podría darle la
victoria en los estados clave de Florida, Nevada, Colorado y Virginia.
La consultora Latino Decisions, que siguió la intención de voto
hispano durante once semanas, indicó que se espera que “un nivel récord
de hispanos vote por el candidato demócrata”, indicó su investigador
principal, Matt Barreto.
El 73 % de los hispanos consultados prevé votar por Obama, un punto
más que el porcentaje de apoyo que logró entre los hispanos el ex
presidente Bill Clinton en 1996, frente a un 24 % que lo hará por el
candidato republicano, Mitt Romney.
El 3 % todavía está indeciso.
“Si los latinos acuden a la urnas en los niveles que estamos
proyectando, le darían Nevada, Colorado, Florida y Virginia a Obama”,
según Barreto.
La encuesta señala que el 55 % de los latinos está más motivado para
votar en estas elecciones que en 2008, frente a un 22 % que indica que
lo estaba más en los pasados comicios presidenciales.
El 74 % de los hispanos con intención de votar aseguraron que están “muy motivados” para votar.
De hecho, el 16 % ha votado anticipadamente y un 20 % planeaba hacerlo hoy.
En cuanto a los temas que setrataron en la campaña, el 71 % confía
más en la gestión de Obama y los demócratas a la hora de mejorar la
economía y crear empleo, comparado con el 20 % que apuesta por Romney y
un gabinete republicano.
El 64 % tiene una impresión "muy favorable" del presidente y el 14 % tiene la misma percepción del candidato republicano.
La encuesta reflejó que durante las 11 semanas hubo fluctuaciones en
el apoyo a los candidatos y su percepción de algunos temas, pero "en
general los resultados indican que el presidente mantuvo el apoyo
consistentemente".
La encuesta, realizada del 26 de octubre al 1 de noviembre, recoge
los resultados de las entrevistas a 300 hispanos registrados como
votantes en 50 estados y tiene un margen de error del 5,6 %.
Los sondeos que engloban a toda la población de los EE.UU. indican o
bien un empate técnico entre ambos candidatos, en un 48 % cada uno según
CNN, o una ligera ventaja para Obama.
Según una encuesta del centro Pew, con un margen de error del 2,2 % y
publicada el domingo, Obama tiene un 48 % de intención de voto,
“premiado” por su manejo de la emergencia creada por el huracán Sandy,
frente a un 45 % de Romney.
Las claves del sistema electoral estadounidense
En Estados Unidos, no es el voto popular el que decide, sino el
número de los denominados grandes electores conquistados Estado por
Estado. Y esta vez, los denominados “Swing State” (Estados que se
balancean, es decir, aquellos donde las encuestas muestran una
diferencia no mayor del 5%.), serán claves en los comicios.
Los grandes electores, elegidos sobre la base estatal, son la suma
entre el número de senadores -dos por Estado-, y de los diputados -435
en total-, asignados proporcionalmente a la población. En la mayoría de
los Estados rige la regla de la victoria total; es decir, quien gana
obtiene la totalidad de los delegados y el que queda segundo pierde
todo. La excepción son Maine y Nebraska, que tienen un sistema
diferente. Actualmente, los diputados son 53 en California, el Estado
más poblado, y apenas uno en Montana y en Dakota.
Ganará las elecciones quien se lleve al menos 270 grandes electores.
Ese es el número “mágico” que abre las puertas de la Casa Blanca. En
juego hay un total de 538, divididos entre varios Estados en base a su
relevancia demográfica.
En cuanto a los números de los candidatos, en los papeles el
presidente Obama surge como el favorito, pero todo puede ocurrir los
Estados Unidos. Entre los Estados "seguros" y los Estados "casi
seguros", Obama reuniría 243 votos, contra 206 para el republicano Mitt
Romney. Considerando los actuales sondeos en los "swing state", Obama
podría alcanzar los 290 y Romney los 248.
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