En este espacio venimos discutiendo una idea en la que insisten algunos analistas: Argentina es irrelevante para Estados Unidos. A continuación, una nota de Rodolfo Gil (embajador argentino ante la OEA entre 2002 y 2010) en la que insiste con esa idea, que no compartimos. Como ya argumentamos en otras oportunidades, por razones geoestratégicas, políticas y económicas la Administración Obama va a intentar mejorar el vínculo con la Casa Rosada.
Argentina no figurará en la agenda de Washington
Rodolfo Gil (Clarín)
El mundo político celebra el triunfo de Obama. Romney traía en
sus alforjas el retorno a las ideas del excepcionalismo americano y un
potencial equipo que no parecían ser los más indicados para interactuar
en un mundo atravesado por conflictos mayores en la política, en la
economía y en la seguridad. En sentido contrario, el mundo financiero
votó al día siguiente y los mercados fueron a la baja. Están preocupados
por la habilidad que tendrá la nueva administración para sortear el
“fiscal cliff” (mezcla de ahorros presupuestarios y aumentos de
impuestos por US$ 7 billones a lo largo de una década). De no poder
hacerlo, una recesión profunda hundiría a los EE.UU. y arrastraría a las
principales economías. En su primer mandato no lo pudo hacer. Obama
está revigorizado con el triunfo, pero las fuerzas en el
Congreso no han sufrido variaciones fundamentales y los republicanos,
hasta ahora, no han dado señales de aflojar. Y este chicken game tiene
una fecha demasiado cercana: el 31 de diciembre.
Es por ello,
entre otras razones, por las que la política exterior no sufrirá grandes
cambios, salvo en cuestiones que puedan afectar la tímida reactivación
estadounidense, de seguridad nacional o crisis internacionales.
Achicamiento de la presencia estadounidense en el mundo y renovada
apuesta al multilateralismo. El rumoreado cambio en el Departamento de
Estado (quizás Kerry por Clinton, dependiendo de cómo le den los números
a la mayoría demócrata en el Senado) podría llegar a traer un leve
incremento en el interés que Obama demostró por la región en su primer
mandato. América Latina repetirá dos referencias obligadas, México y Brasil
. Pero, de finiquitar exitosamente Santos su plan de paz con la
guerrilla, observaremos la emergencia de una nueva referencia en la
región: Colombia. En efecto, si a su larga alianza con EE.UU., se le
agregan su notable evolución económica –¿es ya la tercera economía de la
región?– y una nueva estabilidad política se transforma en un candidato
formidable para ser el nuevo niño mimado de EE.UU. en la región.
Mientras tanto, Argentina...bien gracias . Víctima de nuestros
propios horrores somos, para todo el mundo desarrollado, irrelevantes y
no confiables para el que está en desarrollo. No vale la pena hacer el
inventario de la cadena de desatinos internacionales cometidos por la
Cancillería argentina, particularmente desde la asunción de Timerman.
Pero para con los EE.UU. han sido agresivos. Argentina no figura, ni
figurará, salvo que se paguen costos muy altos, en la agenda de
Washington hasta 2015. El país será sólo objeto de políticas de
contención, apaciguamento y no agravamiento para que un sistema altamente irracional
del manejo de la política internacional en su conjunto y de los
conflictos en particular, no encuentre excusas para empeorar la
situación de los intereses estadounidenses en la región.
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