Tensión con Ghana / Negociación internacional
La Argentina no encontró en la ONU la solución para la Fragata
Timerman sólo obtuvo una respuesta formal; "Se podrán quedar con la Fragata, pero no con la libertad", dijo Cristina
Por Rafael Mathus Ruiz
| LA NACION
NUEVA YORK.- El canciller Héctor Timerman
había llegado a Nueva York apremiado por encontrar en la ONU una salida
del escándalo que ató la Fragata Libertad al puerto de Tema, en Ghana.
Tuvo éxito en conseguir en tiempo récord audiencia con los máximos
responsables de la Secretaría General, del Consejo de Seguridad y de la
Asamblea del organismo. Sin embargo, el resultado de las conversaciones
no fue muy alentador. Sólo recogió un compromiso diplomático, pero no
una solución de fondo para el problema.
El canciller y los líderes del organismo
indicaron que será la justicia, y no una gestión del organismo, la que
terminará de liberar la Fragata. Un reconocimiento de que la apuesta a
una salida a través de la presión de la ONU no fue suficiente. La misma
idea pareció sobrevolar cuando dijo que llevará su planteo al G-20 y al
FMI.
De hecho, por la noche, la presidenta Cristina Kirchner, por cadena nacional, le dio un sesgo pesimista a la recuperación de la embarcación retenida en Ghana desde hace 20 días. "Mientras
yo sea presidenta, se podrán quedar con la Fragata, pero no con la
libertad, la dignidad y la soberanía del país", planteó la jefa del
Estado durante un acto en la Casa Rosada.
La Presidenta se quejó, sin precisar, de "algunos que
defendían a los fondos buitre creyendo que van a extorsionar", y dijo
que no va a renunciar a sus convicciones.
"Hay que bancar lo que haya que bancarse para defender
los intereses de los argentinos", agregó, en referencia a su rechazo a
pagar la caución impuesta por la justicia de Ghana después de que hizo
lugar a la demanda de un fondo buitre que reclama el pago de la deuda al
Estado argentino.
De esa manera, la Presidenta ratificó su decisión de no
negociar una salida por la vía económica, como le habían ofrecido los
abogados del fondo NML-Elliott Capital Management.
La intervención de la Presidenta se produjo después de
la fría recepción que tuvo en la ONU el reclamo del Gobierno. "Hemos
apelado la decisión del juez, y le hemos dicho que si bien vamos a
agotar todos los recursos legales en Ghana, nos resguardamos el
derechos de concurrir a los tribunales internacionales", afirmó
Timerman.
Lo hizo apenas terminó su reunión con el secretario
general de la ONU, Ban Ki-moon. También se reunió con el presidente del
Consejo de Seguridad, el guatemalteco Gert Rosenthal, y con el
presidente de la Asamblea General, el serbio Vuk Jeremic.
Ban ofreció sus "buenos oficios" para intervenir ante
Ghana, un gesto diplomático habitual. "El secretario general expresó la
esperanza de que ambos gobiernos encontrarán una manera de abordar el
asunto de manera bilateral, de conformidad con el derecho internacional,
incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar,
de la que Argentina y Ghana son firmantes", sostuvo en un comunicado.
Más elusivo fue Rosenthal, quien planteó en su diálogo
con la prensa que el problema entre ambos países no es un tema que
corresponda ser tratado en el Consejo de Seguridad.
"Este caso no amenaza precisamente el derecho a la paz
mundial", afirmó, al invocar la principal preocupación del cuerpo más
importante de la ONU. "Pero, dicho eso, sí hay de por medio el respeto
del derecho internacional y eso es un tema que nos preocupa mucho",
completó para moderar el impacto de sus palabras.
"Gracias por recibirnos con tan corto aviso", le dijo
Timerman a Jeremic, apenas iniciada la reunión en la que estuvo
acompañado, como en el resto de los encuentros, por el embajador
argentino en Washington, Jorge Argüello, y la flamante embajadora ante
la ONU, María Cristina Perceval.
Pero el serbio sólo expresó su buena voluntad para
"ayudar a ambas partes a alcanzar una solución en el tema, y "subrayó la
necesidad de que todos los Estados miembros cumplan plenamente con sus
obligaciones en virtud del derecho internacional".
El Gobierno le dio un alto perfil a la visita de Timerman. Ante medios argentinos y extranjeros cargó contra el fondo buitre Elliot Management y su fundador: "No es Ghana el problema de la Argentina. El problema de la Argentina es el señor Paul Singer".
Con esa frase, Timerman quitó un poco la atención del
país africano, al que antes había acusado de violar tratados
internacionales -la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho
del Mar, y otra, de 1926, que protege la inmunidad de los buques de
guerra-, el punto clave de la disputa legal que mantiene varada a la
Fragata.
Elliott Management argumenta que la Argentina renunció a
ese derecho y que, por lo tanto, la Fragata es embargable. Timerman,
que se recostó en los fallos favorables que logró el país en Estados
Unidos, Alemania, Francia y Suiza, dijo que jamás se renunció a esa
inmunidad.
Una y otra vez, el canciller afirmó que la Argentina
jamás negociará con los fondos buitre, a los que llamó "los piratas del
siglo XXI", que operan desde "guaridas fiscales" como las islas Caimán.
Los nexos de Romney con el fondo buitre
Paul Singer, el hombre de Wall Street que llevó su
pelea con la Argentina hasta los tribunales de Ghana, es una persona
cercana al candidato presidencial republicano, Mitt Romney. Ayer, LA
NACION le preguntó al canciller Héctor Timerman si al Gobierno le
preocupaba ese vínculo, ya que Romney puede convertirse en el próximo
presidente de Estados Unidos. "Si fuera americano, me preocuparía. Me
parece que tener de asesor a Paul Singer no indica que sea una persona
que esté a favor del desarrollo", dijo.
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