El fragote de los buitres
Walter Goobar (Miradas al Sur)
El Gobierno Nacional rechazó cualquier posible negociación con el fondo especulativo NML y anunció que llevará el caso
del buque escuela a los tribunales internacionales.
En las páginas amarillas de la guia telefonica de las islas Cayman
figuran cerca de cuarenta iglesias de distintas confesiones, 350
aseguradoras, 550 bancos y 30.000 empresas. En esos tres islotes
dependientes del Reino Unido el número de empresas supera a los 27.000
habitantes que registra el pequeño archipiélago. En ese paraíso fiscal
que alberga más bancos que Nueva York, anida el fondo buitre que embargó
la fragata Libertad varada desde hace 20 dias en un puerto de Ghana, en
África. El pedido de embargo fue interpuesto por el fondo especulativo
NML Capital Limited que reclama el cobro de unos 370 millones de dólares
pero no aceptó participar de los canjes y reestructuraciones realizados
entre 2005 y 2010.
En una descarada maniobra para tratar de precipitar una negociación a la que el gobierno argentino jamás accederá, el fondo buitre ofreció pagar los gastos en pasajes de los miembros de la tripulación, ya sean argentinos o extranjeros, que deseen regresar a sus respectivos países.
En una carta enviada al gobierno argentino y a la Justicia africana por el abogado que representa a la firma, Ace Anan Ankomah, se afirma que el fondo NML lo instruyó para que hiciera la oferta. De esta manera, NML Capital Limited buscó torpedear la misión diplomática de los viceministros de Relaciones Exteriores y Defensa, Eduardo Zuaín y Alfredo Forti, que viajaron a Ghana para buscar una salida negociada con el gobierno de ese país africano.
Los funcionarios mantuvieron el martes encuentros en la Cancillería ghanesa que intentó favorecer a la Argentina en una negociación política que la Justicia del país africano rechazó. Forti y Zuaín intentaron reunirse con el juez Frimpong, pero éste no accedió a ese pedido.
La respuesta oficial a la maniobra de pinzas ejecutada por los fondos especulativos no se hizo esperar y fue rotunda: “El gobierno argentino no cederá ante los fondos buitre, ni se dejará presionar por sus socios locales que llenan de información falsa los medios periodísticos afines”, sostuvo el canciller Héctor Timerman en un comunicado que leyó este viernes en la Casa de Gobierno.
El texto es rotundo sobre cuál es el único interlocutor válido para las autoridades argentinas: Ghana. Timerman aseguró ayer que se le seguirá exigiendo al gobierno del país africano “que asuma su responsabilidad en la detención” de la nave. “El Estado ghanés es responsable en el ámbito internacional del accionar de todos los poderes de ese Estado, incluido su Poder Judicial”, recordó el ministro de Relaciones Exteriores, que remató: “Negociar con los fondos buitre no es ni será una de las opciones”.
La Argentina podría acudir a las Naciones Unidas para reclamar la liberación de la fragata Libertad, “de ser necesario”, aseguró el canciller, quien no agregó detalles acerca de la evolución de las medidas legales y diplomáticas que se están llevando a cabo para rescatar al navío –detenido desde el 2 de octubre en el puerto de Tema, en Ghana–.
La detención de la fragata Libertad “es un acto ilegal, ya que el buque de guerra goza de las inmunidades que la propia República de Ghana reconoce en las diversas convenciones internacionales de las que es signataria”, asegura el documento de la Cancillería, que cita a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y la Convención para la Unificación de Ciertas Normas Relativas a la Inmunidad de los Buques de propiedad del Estado.
De ese párrafo se deduce que la Cancillería estudia la posibilidad de trasladar el caso al Tribunal Internacional del Derecho del Mar, con sede en la ciudad alemana de Hamburgo. Allí, se buscaría aplicar la Convención de los Derechos del Mar de 1970 para destrabar el conflicto, aunque este tipo de controversias puede demandar hasta un año de resolución por parte de esta Corte.
“Los fondos buitre solicitaron el embargo de la fragata en Ghana sobre la base de una orden judicial emitida en Gran Bretaña. Sin embargo, los fondos buitre jamás han intentado hacer la misma solicitud con los bienes argentinos que cuentan con inmunidad en Gran Bretaña. No olvidan que ya han fracasado en sus intentos tanto en Estados Unidos, Alemania, Francia y, esta semana, en Suiza”, informó Timerman.
“Ni la presidenta Cristina Kirchner ni el pueblo argentino aceptarán negociar la soberanía nacional atacada por un poder económico que opera desde guaridas fiscales y cuyas principales víctimas son los pueblos de América latina y África”, remarcó el comunicado de la Cancillería, en referencia a las distintas “ofertas” realizadas por los fondos especulativos.
La detención del buque de la Armada Argentina provocó una crisis en el área de Defensa que terminó con la renuncia de cuatro funcionarios.
La más reciente fue la de la directora nacional de Inteligencia Estratégico Militar (Diniem) del Ministerio de Defensa, La Diniem, cuya misión es producir inteligencia para la defensa y en apoyo de las Fuerzas Armadas, es una de las tres patas del sistema nacional de inteligencia, junto con la SIDE y la Dirección de Inteligencia Criminal que depende del Ministerio de Seguridad. La renuncia de Puente Olivera –primera mujer en encabezar un organismo de inteligencia– es otro golpe duro para el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, quien viene llevando la peor parte en la disputa con la Cancillería por deslindar responsabilidades de que la Fragata haya quedado atrapada en Ghana.
El periodista Horacio Verbitsky, describe a Olivera como “una egresada de la Universidad Católica y con un posgrado en el estadounidense Centro de Estudios Hemisféricos de la Defensa, sucesor de la Escuela de las Américas. Antes, Lourdes era Personal Civil de Inteligencia de la Armada, que por esta vía ha colonizado el ministerio que no conduce el anodino Puricelli”.
Puricelli, quien había sido duramente criticado por invitar a oficiales del Comando Sur de EE.UU. a dictar cursos en Argentina –entre ellos a Richard Goetze, acreditado en Buenos Aires durante la dictadura–, ordenó la semana pasada el pase a disponibilidad de dos altos oficiales navales: el director de Organización y Doctrina Naval que firmó la nota sobre el cambio de puerto de la Fragata, Alfredo Blanco, y el secretario general naval, Luis González Day, quien había señalado que los puertos que tocaba el buque escuela se elegían en una “decisión interministerial”. También dio un paso al costado el jefe de la fuerza, almirante Carlos Alberto Paz, quien fue reemplazado por el subjefe naval, vicealmirante Daniel Alberto Martin.
De los cuatro relevos operados hasta ahora por el embargo de la fragata, el de Puente Olivera es el que pega más cerca de Puricelli, quien la nombró en marzo del año pasado y a quien fuentes oficiales perciben en situación delicada.
En una descarada maniobra para tratar de precipitar una negociación a la que el gobierno argentino jamás accederá, el fondo buitre ofreció pagar los gastos en pasajes de los miembros de la tripulación, ya sean argentinos o extranjeros, que deseen regresar a sus respectivos países.
En una carta enviada al gobierno argentino y a la Justicia africana por el abogado que representa a la firma, Ace Anan Ankomah, se afirma que el fondo NML lo instruyó para que hiciera la oferta. De esta manera, NML Capital Limited buscó torpedear la misión diplomática de los viceministros de Relaciones Exteriores y Defensa, Eduardo Zuaín y Alfredo Forti, que viajaron a Ghana para buscar una salida negociada con el gobierno de ese país africano.
Los funcionarios mantuvieron el martes encuentros en la Cancillería ghanesa que intentó favorecer a la Argentina en una negociación política que la Justicia del país africano rechazó. Forti y Zuaín intentaron reunirse con el juez Frimpong, pero éste no accedió a ese pedido.
La respuesta oficial a la maniobra de pinzas ejecutada por los fondos especulativos no se hizo esperar y fue rotunda: “El gobierno argentino no cederá ante los fondos buitre, ni se dejará presionar por sus socios locales que llenan de información falsa los medios periodísticos afines”, sostuvo el canciller Héctor Timerman en un comunicado que leyó este viernes en la Casa de Gobierno.
El texto es rotundo sobre cuál es el único interlocutor válido para las autoridades argentinas: Ghana. Timerman aseguró ayer que se le seguirá exigiendo al gobierno del país africano “que asuma su responsabilidad en la detención” de la nave. “El Estado ghanés es responsable en el ámbito internacional del accionar de todos los poderes de ese Estado, incluido su Poder Judicial”, recordó el ministro de Relaciones Exteriores, que remató: “Negociar con los fondos buitre no es ni será una de las opciones”.
La Argentina podría acudir a las Naciones Unidas para reclamar la liberación de la fragata Libertad, “de ser necesario”, aseguró el canciller, quien no agregó detalles acerca de la evolución de las medidas legales y diplomáticas que se están llevando a cabo para rescatar al navío –detenido desde el 2 de octubre en el puerto de Tema, en Ghana–.
La detención de la fragata Libertad “es un acto ilegal, ya que el buque de guerra goza de las inmunidades que la propia República de Ghana reconoce en las diversas convenciones internacionales de las que es signataria”, asegura el documento de la Cancillería, que cita a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y la Convención para la Unificación de Ciertas Normas Relativas a la Inmunidad de los Buques de propiedad del Estado.
De ese párrafo se deduce que la Cancillería estudia la posibilidad de trasladar el caso al Tribunal Internacional del Derecho del Mar, con sede en la ciudad alemana de Hamburgo. Allí, se buscaría aplicar la Convención de los Derechos del Mar de 1970 para destrabar el conflicto, aunque este tipo de controversias puede demandar hasta un año de resolución por parte de esta Corte.
“Los fondos buitre solicitaron el embargo de la fragata en Ghana sobre la base de una orden judicial emitida en Gran Bretaña. Sin embargo, los fondos buitre jamás han intentado hacer la misma solicitud con los bienes argentinos que cuentan con inmunidad en Gran Bretaña. No olvidan que ya han fracasado en sus intentos tanto en Estados Unidos, Alemania, Francia y, esta semana, en Suiza”, informó Timerman.
“Ni la presidenta Cristina Kirchner ni el pueblo argentino aceptarán negociar la soberanía nacional atacada por un poder económico que opera desde guaridas fiscales y cuyas principales víctimas son los pueblos de América latina y África”, remarcó el comunicado de la Cancillería, en referencia a las distintas “ofertas” realizadas por los fondos especulativos.
La detención del buque de la Armada Argentina provocó una crisis en el área de Defensa que terminó con la renuncia de cuatro funcionarios.
La más reciente fue la de la directora nacional de Inteligencia Estratégico Militar (Diniem) del Ministerio de Defensa, La Diniem, cuya misión es producir inteligencia para la defensa y en apoyo de las Fuerzas Armadas, es una de las tres patas del sistema nacional de inteligencia, junto con la SIDE y la Dirección de Inteligencia Criminal que depende del Ministerio de Seguridad. La renuncia de Puente Olivera –primera mujer en encabezar un organismo de inteligencia– es otro golpe duro para el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, quien viene llevando la peor parte en la disputa con la Cancillería por deslindar responsabilidades de que la Fragata haya quedado atrapada en Ghana.
El periodista Horacio Verbitsky, describe a Olivera como “una egresada de la Universidad Católica y con un posgrado en el estadounidense Centro de Estudios Hemisféricos de la Defensa, sucesor de la Escuela de las Américas. Antes, Lourdes era Personal Civil de Inteligencia de la Armada, que por esta vía ha colonizado el ministerio que no conduce el anodino Puricelli”.
Puricelli, quien había sido duramente criticado por invitar a oficiales del Comando Sur de EE.UU. a dictar cursos en Argentina –entre ellos a Richard Goetze, acreditado en Buenos Aires durante la dictadura–, ordenó la semana pasada el pase a disponibilidad de dos altos oficiales navales: el director de Organización y Doctrina Naval que firmó la nota sobre el cambio de puerto de la Fragata, Alfredo Blanco, y el secretario general naval, Luis González Day, quien había señalado que los puertos que tocaba el buque escuela se elegían en una “decisión interministerial”. También dio un paso al costado el jefe de la fuerza, almirante Carlos Alberto Paz, quien fue reemplazado por el subjefe naval, vicealmirante Daniel Alberto Martin.
De los cuatro relevos operados hasta ahora por el embargo de la fragata, el de Puente Olivera es el que pega más cerca de Puricelli, quien la nombró en marzo del año pasado y a quien fuentes oficiales perciben en situación delicada.
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