Los momentos más tensos de la conferencia
La Nación
Anoche, en Harvard, la Presidenta
respondió un duro cuestionamiento por parte de los estudiantes; un
universitario de San Juan le preguntó por los "pocos transparentes
índices de inflación"
La
presidenta Cristina Kirchner expuso en la Universidad de Harvard, en
Cambridge, en una nueva conferencia que duró por lo menos dos horas y en
la que, tras ser interpelada por los estudiantes , habló del cepo al dólar, de la reforma de la constitución, de su patrimonio y hasta hizo alusión al periodismo.
"Chicos estamos en Harvard... esas cosas son para la
Matanza", objetó la primera mandataria, luego de que un estudiante
argentino de la provincia de San Juan le preguntara sobre "si no le
parecía momento de hacer una autocrítica, tras los índices poco
transparentes de delincuencia e inflación".
El pico de tensión aumentó y Cristina Kirchner
disparó: "¿A vos te parece que si la gente no hablara conmigo hubiera
sacado el 54 por ciento de los votos? Y agregó: "Hablo con millones de
argentinos y con periodistas, son chicos inteligentes, no pueden repetir monocorde lo que repite uno o dos periodistas".
En esa línea lanzó: "Si quieren hablar de periodismo
vamos a hablar de eso", y recordó la vigencia de la nueva ley de medios y
dijo: "Hoy hay una gran controversia porque el monopolio mediático que
existe en Argentina se niega a cumplir una ley sancionada hace tres
años. La corte ha determinado que el 7 de diciembre tiene que estar
desinvertido, no se pueden tener 240 licencias", fustigó la jefa del
Estado.
Y continuó: "Tanta libertad hay que hay un monopolio
que no reconoce la ley. Hay millones de argentinos que hablan con esta
Presidenta. Constantemente hablo con periodistas y sindicalistas". Algo
incómoda y en un tono más severo, Cristina agregó: "No vine a una
escuela de periodistas. Me llama la atención que todo gire en torno a si
hablo con cual o tal periodista. Me parece poco académico".
Tras las críticas que se generaron luego de que la
Presidenta afirmara que "hablaba con los periodistas continuamente",
Cristina afirmó: "Estar dando conferencia todos los días no me parece
que sea la obligación de una Presidenta. Yo tengo que gobernar".
El patrimonio
Otro momento de tensión se generó cuando una estudiante
le preguntó a la Presidenta sobre el presunto crecimiento de su
patrimonio. "¿Cómo se explica el aumento de su patrimonio?", cuestionó
la joven; a lo que la mandataria respondió: "Tengo una determinada
posición que ha sido producto de que he trabajado toda la vida" y
esbozando una sonrisa añadió: "He sido una exitosa abogada y ahora soy
una exitosa Presidenta".
Más tarde, luego de que un joven de El Salvador le
preguntara acerca de cuáles eran sus planes una vez retirada de la
política, en 2015, Cristina contestó: "Me he acostumbrado a no
planificar. Creo que la vida se vive cada día y siento que vivo cada día
como si fuera el último y que gobierno como si fuera la última cosa que
tuviera que hacer".
Finalmente llegó la última pregunta: "¿Por qué un
ciudadano argentino tiene que tenerle un poquito de miedo a la
Presidenta?", indagó otro estudiante. Ante ello, Cristina lanzó: "Ese es
otro tema de tergiversación". Y continuó: "Yo dije que mis funcionarios
tenían que tenerme un poquito de miedo,
estaba haciendo crítica de algunas gestiones que no me parecían
adecuadas. Sería muy tonta si hubiera dicho eso con respecto a los
ciudadanos", completó la mandataria.
Interés e intereses cruzados en la presencia de Cristina en la Universidad de Harvard
Télam
La
visita de Cristina a Harvard conjugó el genuino interés de los alumnos
de la universidad con matices que dejaron al descubierto la intención de
plantear un escenario complejo durante la disertación.
La
escena, que se advirtió a través de coincidentes preguntas, planteos y
hasta requisitorias guionadas en el recinto, a lo que se sumaron
panfletos y hasta algunas cacerolas trasnochadas en las afueras del
predio, en definitiva no fueron impedimento para el desarrollo de una
jornada catalogada como "altamente positiva" por autoridades de Harvard.
"Me siento privilegiado en ser uno de los argentinos que puede
preguntar", señaló en el auditorio -a modo de introducción-, Juan
Ignacio Maquieyra, que hasta su reciente ingreso a Harvard se
desempeñaba como asesor del gabinete del Ministerio de Eduación porteño a
cargo de Esteban Bullrich, con quien -dijo a Télam- lo une "una larga
relación".
Maquieyra, además, poco tiempo atrás lanzó junto a un centenar de
jóvenes una nueva agrupación macrista denominada Generación Argentina
Política (GAP), siglas que hacen alusión a la conocida marca de ropa
estadounidense.
En la presentación el joven licenciado en Ciencias Políticas, que
integra la Comisión Coordinadora de ese espacio del PRO junto a su
hermano Martín, compartió el evento con el humorista y ex candidato a
gobernador de Santa Fe, Miguel del Sel.
Sin embargo, mucho antes de aquella frase pronunciada en el recinto
de Harvard por el militante macrista que luego inquirió a Cristina
Fernández de Kirchner si "pretendía o no" la reelección, ya desde el
mediodía se advertía la previsión en torno a la presencia de la
presidenta argentina.
Así, en el campus del claustro se pudieron observar curiosas
preguntas en manos de alumnos estadounidenses, aún cuando faltaban más
de 8 horas para la llegada de la invitada.
En algunos de los instructivos, a modo de ejemplo, se reflejaba la
evolución de precios de distintos productos de la canasta alimenticia en
los últimos años, que "documentaba" la inflación para conocimiento de
los estadounidenses que asisten a la Escuela de Política John F.
Kennedy.
A la vez, residentes argentinos recibieron llamados y correos con
convocatorias a un cacerolazo que, según contó a Télam un argentino que
desde 1974 reside en Boston, "claramente apuntan a usar a la gente", a
pesar de definirse como un "claro opositor a Cristina" que sólo "quería
escucharla en primera persona".
Previo al discurso de la mandataria, dentro de la universidad ningún
alumno extranjero o argentino accedió a las requisitorias de esta
agencia, dado que -según explicaban- había "encargados en el tema de la
visita de Cristina".
Ya en la larga fila de asistentes de ocupaba toda la extensión de la
calle Kennedy, a metros de Harvard Square, un grupo de argentinos
repartía tarjetas rojas y panfletos, ambos con la firma de la American
Task Force Argentina (ATFA) que integran estadounidenses acreedores de
“fondos buitres”.
La tarjeta roja hacía alusión a la "metáfora futbolística" utilizada
por la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI),
Christine Lagarde, que le valió la respuesta de la presidenta al hablar
ante la Asamblea General de la ONU el martes: "nosotros no somos un
cuadro de fútbol, somos un país soberano", indicó.
El cartón rojo de cotillón, que en definitiva no logró el pretendido
de ser utilizado en el salón, rezaba en inglés: "Por favor, use esta
tarjeta si desea hacer una pregunta a la Presidenta Kirchner".
El panfleto, por su parte, enumeraba doce puntos contrarios a la
gestión de gobierno, ilustrado con una foto y preguntando “¿Cuán libre
es la prensa en Argentina? Libertades de prensa bajo ataque".
Durante la ronda de preguntas en el recinto, la Presidenta también
escuchó la réplica de otro estudiante sanjuanino que en su introducción
mencionó el supuesto "privilegio" de poder preguntar, lo que valió otra
respuesta de la mandataria.
Previamente otro estudiante venezolano leyó a Cristina una pregunta
que, en pocas líneas, indagaba acerca de la poca libertad de expresión
en Argentina, precisamente uno de los puntos que destacaba el panfleto
repartido en el ingreso a la Kennedy School.
Otro de los ingredientes planificados se hizo presente a poco de
iniciar el discurso, cuando repentinamente se agruparon sobre el ingreso
una docena de manifestantes con cacerolas que, apenas fueron grabados
por algunas cámaras llegadas desde Argentina, se marcharon del lugar.
Entre los diez jóvenes que formularon preguntas también se presentó
una estudiante local llamada Leyn, precisamente quien horas antes se
encontraba en el limitado listado de los estudiantes dispuestos a
"opinar" para la prensa respecto a la visita de Cristina.
La Presidenta, en definitiva, contestó diez preguntas aunque la
tradición de Harvard marca que la ronda de consultas incluyen un máximo
de 8 y un mínimo de 4 preguntas a los expositores invitados al Foro de
Política.
Incluso, la mandataria intercedió ante el decano David Ellwood para
que dejase participar a los dos últimos jóvenes que aguardaban formular
sus preguntas, cerrando así una jornada cargada de expectativas y de
intentos, que al fin de cuentas resultaron sólo en eso.
Luciano Peralta
¡Grande Cristina! Formidable discurso y contestaciones a las preguntas (uno de los estudiantes ligado directamente al PRO).
ResponderEliminar