Correa rechazó las represalias económicas de Estados Unidos por el caso Assange
El
presidente de Ecuador, Rafael Correa, rechazó este martes eventuales
represalias comerciales de Estados Unidos contra su país por otorgarle
asilo a Julian Assange, el fundador de WikiLeaks.
El
mandatario sudamericano señaló que la decisión de su gobierno de darle
asilo a Assange no está atada a medidas externas de cualquier índole y
aseveró que no aceptará presiones de ningún tipo.
"Debería ser inaceptable tener represalias comerciales por dar asilo a
un ciudadano", dijo Correa durante una reunión con 150 industriales
ecuatorianos y agregó que "no va a aceptar imposiciones de nadie",
informó la agencia Prensa Latina.
El presidente ecuatoriano argumentó que varios prófugos de la
justicia ecuatoriana son beneficiados del derecho de asilo en otros
países y esta condición no significó variaciones o presiones en asuntos
comerciales.
"Con ese criterio cuántas represalias debemos tomar contra Estados
Unidos por la cantidad de fugitivos de la justicia que están allá, la
misma Suecia, cuántos asilados tiene", ejemplificó.
Previamente, Pablo Dávila, titular de la Cámara de Industrias, señaló
en un discurso que el asilo a Assange podría llevar a que Estados
Unidos no renueve el acuerdo de preferencias arancelarias (ATPDEA) a los
países andinos por su lucha contra el narcotráfico, aunque señaló que
"no vamos a juzgar el tema político".
Correa, rechazó esta hipótesis y destacó que la soberanía de Ecuador
"no está en venta", al tiempo que estimó que aceptar "presiones" de esta
clase sería "terrible, un síntoma de neocolonialismo" que el
empresariado debería rechazar.
El mandatario y los empresarios analizaron la política de comercio
exterior de Ecuador ante un eventual fin del ATPDEA -vigente hasta el 30
de junio de 2013- y avanzar hacia la negociación de un acuerdo
comercial con la Unión Europea (UE).
El encuentro se produce luego de que el 16 de agosto pasado, el
gobierno ecuatoriano concedió asilo al creador de WikiLeaks, refugiado
en la embajada de Quito en Londres desde el 19 de junio.
Assange ingresó a la sede diplomática después de agotar sus recursos
legales para evitar la extradición a Suecia, que lo reclama por supuesto
delitos sexuales, que niega haber cometido.
El australiano dice temer que el requerimiento de la justicia sueca
sea sólo una excusa para su posterior entrega a Estados Unidos, donde
puede ser condenado a pena de muerte por publicar a través de Wikileaks
documentos secretos de la diplomacia estadounidense.
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