José Luis Ubertalli (ALAINET)
La visita a nuestro país
(Argentina) del subsecretario de Defensa de EE.UU. para Asuntos del
Hemisferio Occidental, Frank Mora, enamoró al diario de la Embajada,
quien a través de su escribidor de turno editó un apologético artículo
sobre el “relanzamiento” de las relaciones bilaterales en cuanto al tema
Defensa. El mismo 17 de agosto, día en que se conmemoraba el
fallecimiento de José de San Martín, padre de la Patria, el matutino de
las barras y estrellas informó sobre un encuentro privado entre el
citado Frank Mora y el ministro de Defensa local, Alfredo Puricelli, en
donde el visitante sentenció: “Hemos entrado en una nueva fase en las
relaciones de Defensa, las amenazas en la región ya no existen”. Tamaño
optimismo morado es realmente edificante. Máxime cuando el mismísimo
Mora, hace un año y pico, calificó como “muy serio” el operativo, en el
que participó el propio Canciller Timmerman, que frustró un contrabando
de armamento, equipo de inteligencia y drogas que personal de EE.UU.
intentaba ingresar al país. Sin embargo, la amistad todo lo puede, según
el matutino antinacional ya citado. Y Mora, enamorado de las
“relaciones carnales” que se plasmaron entre Argentina y su país en los
años 90, pretende reeditarlas, y no solo con nuestro gobierno sino con
otros del área. Antes de aterrizar por estos pagos recaló en Uruguay,
donde además de reafirmar el acuerdo militar “estratégico” celebrado el
pasado año, repasó la agenda a tratarse en la próxima reunión de
Ministros de Defensa del Continente, iniciada en 1995, que se llevará a
cabo en Punta del Este en octubre del año en curso. Una vez aquí, Mora
expuso en el Centro Educativo de las Fuerzas Armadas (CEFFAA),
recientemente inaugurado, la “Visión de Estados Unidos sobre las
Relaciones de Defensa con la región sudamericana”. Visionaria empresa,
virtualmente hablando, es la que este morador de la costa
subcontinental, enviado por el moreno inquilino de la White House, está
dispuesto a acometer, sea como sea.
De esto no se habla
Ex profesor de Estrategias de
Seguridad Nacional y Estudios de América Latina en la Escuela Nacional
de Guerra de la Universidad Nacional de Defensa de EE.UU.; del
Instituto de Altos Estudios Estratégicos del Paraguay; conferencista en
el Instituto del Hemisferio Occidental para Seguridad y Cooperación
(WHINSEC), nombre que exhibe hoy la Escuela de las Américas, o Escuela
de Asesinos (SOA), donde se formaron infinidad de represores uniformados
latinoamericanos expertos en ‘guerras sucias’; del Colegio
Interamericano de Defensa(CID), vinculado a la tristemente célebre Junta
Interamericana de Defensa (JID), brazo militar del “ministerio de
colonias” (OEA); de la Universidad Internacional de Florida (UIF), que
hoy releva, en sintonía con el Pentágono y financiada por éste, los
puntos conflictivos para EE.UU. de América latina, previa descripción
geoantroposocial, política, cultural, militar y económica de varios
países en lo que se denomina “Cultura Estratégica”, entre otras
actividades, el Dr. Frank Mora ha visitado otros países de la región en
su periplo relacionista castrense, entre ellos, Chile. El 13 de junio
pasado, 9 días antes del golpe legislativo que destituyó al presidente
constitucional del Paraguay, Fernando Lugo, Mora participó, junto a
otros funcionarios norteamericanos del área, en la XII Reunión del
Comité Consultivo de Defensa Chile-Estados Unidos, iniciado en 1994. Al
término del cónclave, durante el cual se abordaron temas vinculados con
la próxima Reunión de Ministros de Defensa del continente que se llevará
a cabo en octubre, el ex comandante en jefe del Ejército chileno,
general (r) Oscar Rodrigo Izurieta sostuvo que “la relación bilateral de
Defensa entre Chile y Estados Unidos es fuerte, estrecha y sólida.(…)
Hoy en día la combinación de capacidades, con amigos claves en el mundo,
es la base para una política exterior exitosa”. Esta “exitosa política
exterior” no consiste, ni mas ni menos que en contribuir al
afianzamiento del poder militar norteamericano en el Pacífico, zona
considerada por EE.UU. como esencial en cuanto a la “contención” de
China y otras naciones no alineadas con la potencia del norte de
América, a la par que neutralizar la influencia de Argentina, Bolivia,
Venezuela, Brasil y Ecuador en la región mediante la denominada Alianza
del Pacífico, creada el año pasado a instancias de EE.UU y de la que
forman parte Perú, México, Colombia y Chile.
Por otra parte, las “amenazas a la
región” que el subsecretario de Defensa hemisférico norteamericano en su
encuentro con Puricelli calificó de “inexistentes”, forman parte de las
visiones sesgadas del visitante. Aquellas existen, están a la orden del
día y se manifiestan, entre otras variables, a través de:
- la presencia de los buques de
guerra británicos HMS Montrose y HMS Daunthers, de alto poder
destructivo, en Malvinas, aunada a la del submarino nuclear británico
HMS Talent, cargado con misiles y torpedos de última generación, que
mereció denuncias del Canciller argentino, del ministro de Defensa,
Oscar Puricelli, quien hace pocas horas brindó en Chile una conferencia
de prensa donde habló del tema, de sus pares de Defensa uruguayos y de
UNASUR.
- la frustrada invasión de
policías británicos a la Embajada de Ecuador en el Reino Unido, a fin de
evitar el traslado de Julian Assagne, fundador del portal Wikileaks, al
país sudamericano que le dio asilo desde el 19 de junio. Debido a la
gravedad de la situación –la invasión de uniformados británicos a la
delegación ecuatoriana significaría una declaración de guerra contra
Ecuador - ésta se está tratando en la UNASUR (reunión de Guayaquil del
19 de agosto) y en los países que conforman la Alternativa Bolivariana
de Nuestra América (ALBA), de la cual Ecuador forma parte.
- la instalación de bases
militares norteamericanas en el Chaco paraguayo, lindante con Bolivia,
solicitadas por el presidente de la Comisión de Defensa de Diputados del
país guaraní, José López Chávez, en el contexto del nuevo gobierno
golpista, que ya concitó reacciones por parte de legisladores y
autoridades bolivianas y de otros países de la región.
Lo que se juega
En la ya citada Reunión de
Ministros de Defensa del Continente que se llevará a cabo en Uruguay en
el mes de octubre, se vislumbran dos posiciones diferenciadas en cuanto a
la defensa y seguridad continentales:- una, la de los países de UNASUR,
que en el 2009 han creado un Consejo Suramericano de Defensa (CSD) al
que no fueron invitados los EE.UU. ni Canadá. Conformado a instancias
del Brasil de Lula -que en el marco de un renovado Paraguay pro
imperialista y los periplos pentagonales de Mora se apresta a realizar
el ejercicio militar Operación AGATHA 2012, en el que se movilizarán
10.000 efectivos durante treinta días en gran parte de la frontera sur
para reprimir “la delincuencia, el narcotráfico, la minería ilegal”
según declaró el ministro de Defensa, Celso Amorín- el CSD intenta
desarrollar doctrina militar subcontinental propia, alejada de las
influencias de EE.UU., que se conjuga con la doctrina militar de los
países del ALBA, cuya Escuela de Defensa ya fue inaugurada en la región
oriental de Bolivia; -otra, la de EE.UU. y sus aliados en el área,
incluido el Paraguay golpista actual y distintas democraduras, quienes
en la próxima Reunión de Cancilleres tratarán de mantener vigentes las
instituciones colonizadores castrenses, creadas para adoctrinar a los
uniformados de su denominado “patio trasero”: el TIAR, la JID , el CID y
otros engendros similares y conexos, creados para enfrentar “enemigos
internos” en el marco de la remanida Doctrina de Seguridad Nacional,
ahora disfrazada de lucha contra el narcotráfico, la delincuencia
organizada, la ayuda humanitaria, etc.
Hay Mora en las costas de Nuestra América. Y viene oscura, como siempre, y por todo.
Pero la poca agua que hay en la pileta ya se está secando.
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