Pese a que no se difundió demasiado, el jueves pasado Argentina recibió la visita de un alto funcionario del Pentágono, lo cual muestra el reimpulso de la cooperación militar bilateral:
Luego del avión incautado
EE.UU. retoma con la Argentina tareas de ayuda militar
Por Martín Dinatale | LA NACION
Un
año y seis meses después de que el canciller Héctor Timerman frenó, con
un alicate en mano, el ingreso de un avión de la Fuerza Aérea de los
Estados Unidos que llegaba a Ezeiza para realizar tareas de capacitación
con la Policía Federal, el gobierno norteamericano y la Argentina están
decididos a borrar aquella fotografía. Buscan reencauzar las relaciones
diplomáticas y establecer una nueva etapa de cooperación conjunta en
materia de defensa.
La confirmación de este dato se dio ayer a la tarde,
cuando el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, recibió en su despacho
del edificio Libertador al subsecretario de Defensa para Asuntos del
Hemisferio Occidental de los Estados Unidos, Frank Mora.
"Hemos entrado en una nueva fase en las relaciones de
Defensa, las amenazas en la región ya no existen", dijo el funcionario
enviado por Barack Obama. A su lado, Puricelli asentía. Las palabras de
Mora se hicieron públicas unas horas más tarde de aquel encuentro
privado. Fue a lo largo de una charla que se dio en el Centro Educativo
de las Fuerzas Armadas. Allí, Puricelli y todos los funcionarios que lo
acompañaban parecían haber olvidado la foto de Timerman incautando el
material del avión militar norteamericano y toda la tormenta diplomática
que desató aquel hecho. Sonreían junto con el subsecretario Mora.
Puricelli no se quedó atrás en los elogios a la
política defensiva de Washington: "El respeto mutuo es la base de esas
relaciones alineadas con las políticas de defensa que tenemos en la
Unasur y que nos garantizan el cumplimiento del lema: América del Sur
zona de paz", sostuvo.
Por su lado, Mora señaló el "compromiso" de su gobierno
para "profundizar las relaciones bilaterales" y llamó a los presentes a
"promover la unidad regional" a partir de "asociaciones eficientes
basadas en el respeto y una visión compartida para mantener la seguridad
en la región". ¿Contemplaron esas palabras la posibilidad de una
reapertura de la colaboración norteamericana en materia de capacitación
militar con la Argentina?
"Hay gestos claros que abren una nueva etapa en las
relaciones", expresó a LA NACION un ministro de la Casa Rosada que
conoce de cerca los roces que tuvieron Buenos Aires y Washington hace un
año y medio.
En la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires se
limitaron a decir que Mora viajó a la Argentina y también a Uruguay
para "discutir todo lo que tiene que ver con la cooperación de
Washington en materia de seguridad en la región".
Desde aquel fatídico 14 de febrero de 2011 en que
arribó a Ezeiza el avión norteamericano, en Washington cortaron lazos en
materia de cooperación militar y no planteaban restablecer tareas de
capacitación militar con la Argentina.
El Ministerio de Defensa ayer emitió un comunicado en
el que dijo que el funcionario norteamericano resaltó el
"profesionalismo y respeto al Estado de Derecho" en la Argentina. Por
otro lado, mencionó que Mora se refirió a "la necesidad de utilizar a
las Fuerzas Armadas en apoyo a las decisiones tomadas por autoridades
civiles para establecer relaciones cooperativas y transparentes".
Durante su breve paso por Buenos Aires, Mora estuvo con
una reducida delegación de funcionarios de Defensa. Se reunió con
Puricelli, con el secretario de Asuntos Internacionales de la Defensa,
Alfredo Forti, y con el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge
Argüello.
El gran ausente en estos encuentros fue Timerman. Es
entendible: el canciller se encontraba ayer en República Dominicana para
participar de la ceremonia de toma de posesión del nuevo presidente de
ese país, Danilo Medina.
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