En declaraciones al diario británico sunday times, relativizó las acusaciones por las que pretendían extraditarlo a suecia
Correa defendió el asilo a Assange
Londres "apoyó y dejó ir a Pinochet mientras que ahora quiere extraditar a Assange porque no usó un preservativo", cuestionó el ecuatoriano. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo que por la descripción de los hechos por los cuales Suecia acusa a Julian Assange de "violación y agresión sexual", parecería que el pedido de extradición contra el creador de WikiLeaks no está motivado precisamente en el supuesto delito de haber tenido relaciones sexuales sin usar un preservativo.
Tiempo Argentino
En declaraciones al diario británico The Sunday Times, señaló que en ningún país latinoamericano "no usar un condón es delito".
El diario dijo que, al preguntársele a Correa si no era un delito
usar la fuerza para tener una relación sexual, este contestó: "¿Con una
mujer con la que estaba durmiendo en la misma cama? Dejemos esto al
sistema judicial sueco, pero no usar un condón en un acto en pareja no
es un delito en América Latina (…) los delitos de los que se acusa a
Assange no serían tales en el 90 o 95% del planeta", dijo, para agregar:
"No quiero extenderme sobre esto, que fue irrelevante en nuestra
decisión de darle el asilo" (a Assange). Correa reiteró que desde que
Assange pidió refugio en la embajada en Londres, se les ofreció a las
autoridades suecas que le tomaran declaración en la misión londinense,
pero que esa posibilidad siempre fue rechazada. También se les pidió que
dieran garantías de que, si era enviado a Suecia no sería extraditado a
Estados Unidos, donde podría ser sometido a tribunales militares y, por
tanto, correría el riesgo de ser condenado a cadena perpetua o,
incluso, a la pena de muerte. "Tampoco las dieron", dijo.
Después de que Ecuador asilara a Assange, el canciller británico,
William Hague, dijo que una ley de 1987 permitiría que la policía
entrara a la embajada y lo detuviera a Assange para luego extraditarlo a
Suecia. Hague habló de imponer de jerarquía inferior, por sobre la
convención internacional que garantiza la inviolabilidad de las
embajadas. Correa ironizó ayer y dijo que el primer ministro David
Cameron "debe de estar muy enojado con su canciller", porque "además de
intolerable esa amenaza fue un error diplomático garrafal".
El presidente aprovechó para señalar las "contradicciones" de
Londres al querer extraditar a Assange a Suecia y no haberlo hecho con
el ex dictador chileno Augusto Pinochet después de su arresto, en 1998,
en Londres por orden del juez español Baltasar Garzón, ahora abogado del
fundador de WikiLeaks. "Apoyaron incondicionalmente a Pinochet y lo
dejaron irse, mientras que ahora quiere extraditar a Assange porque no
usó un preservativo. Por el amor de Dios, son contradicciones graves",
concluyó.
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