LOS ORGANISMOS UNASUR Y ALBA RAPIDAMENTE ANUNCIARON REUNIONES PARA EL FIN DE SEMANA
Cancilleres solidarios con Ecuador
Página/12
La Unión de Naciones Sudamericanas reclamará que el
Reino Unido respete el derecho de asilo y la inviolabilidad de la
embajada ecuatoriana. La Alianza Bolivariana para Nuestra América
rechazó las amenazas del gobierno británico.
La
decisión del gobierno de Ecuador de otorgarle asilo político al fundador
de Wikileaks, Julian Assange, sacudió el panorama diplomático mundial.
Los cancilleres de la Alianza Bolivariana para Nuestra América (ALBA) y
de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) se reunirán este fin de
semana para analizar el caso.
La cita de ALBA y Unasur será en la ciudad de Guayaquil, Ecuador.
Los cancilleres de ALBA se reunirán mañana mientras que los de Unasur lo
harán el domingo. El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, había
adelantado la posibilidad de la cita ministerial, así como también una
asamblea extraordinaria de la Organización de los Estados Americanos
(OEA). en una rueda de prensa en la que anunció el otorgamiento del
asilo al fundador de Wikileaks, quien permanece refugiado en la embajada
de Quito en Londres desde junio pasado y es reclamado en Suecia por
supuestos delitos sexuales contra dos mujeres de ese país, a las que
conoció en Estocolmo en agosto de 2010, denuncias que él niega. “Tras
realizar una justa y objetiva valoración de la situación expuesta por
Assange, hace suyos los temores del recurrente y asume que existen
indicios que permiten presumir que puede haber persecución política o
podría producirse tal persecución si no se toman las medidas oportunas y
necesarias para evitarla”, dijo el canciller.
A través de un comunicado emitido ayer en Caracas, los países del
ALBA adelantaron su postura con relación al tema. “Manifestamos nuestro
más rotundo rechazo a las amenazas proferidas por el gobierno del Reino
Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte contra la integridad de la
embajada de la República del Ecuador en Londres”, detallaron. El bloque
–integrado por Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, San Vicente
y las Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda– puntualizó que el Reino
Unido podría violar la Convención de Viena sobre Privilegios e
Inmunidades y desconocer sus obligaciones internacionales en el caso que
no deje salir del país a Assange. Al reiterar la “indefectible
solidaridad” del bloque bolivariano con Ecuador, hizo una advertencia al
gobierno británico sobre las graves consecuencias que la ejecución de
sus amenazas tendría para las relaciones con sus países aunque no las
especificó. En sintonía, la Unasur reclamará que respete el derecho de
asilo y la inviolabilidad de la embajada ecuatoriana, señaló ayer el
canciller uruguayo, Luis Almagro. Según el canciller, la decisión de
Ecuador no es prematura. “Se tomó su tiempo y obviamente que se concedió
(el asilo) conforme a derecho”, destacó. Individualmente, el gobierno
boliviano declaró ayer que una
eventual intervención sobre la embajada de Ecuador en Londres sería
“un acto hostil de violación incuestionable al derecho internacional” y
un atentado a su soberanía. Mientras que el canciller de Venezuela,
Nicolás Maduro, rechazó la “arrogancia” y la “prepotencia” que, a su
entender, ha mostrado el gobierno británico en el caso. “Hacemos un
llamado a la sensatez y a que se respete el derecho internacional”,
indicó el ministro venezolano.
A diferencia de los Estados de la región, Australia –país de origen
de Assange– adelantó que no intervendrá en la disputa entre los
gobiernos de Ecuador y Reino Unido. Similar fue la reacción de la Unión
Europea (UE) que rotuló el caso como un “asunto diplomático bilateral”.
“Esperamos que el asunto se resuelva mediante el diálogo y en
cumplimiento con los acuerdos internacionales”, señaló un portavoz de la
jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton. “De
todas maneras, la delegación de la UE en Quito sigue la situación
atentamente, en permanente contacto con la embajada británica”, añadió.
Por su parte, Estados Unidos negó ayer estar involucrado de alguna
manera en el caso del fundador de Wikileaks y descartó haber presionado a
Gran Bretaña para detenerlo. La portavoz del Departamento de Estado,
Victoria Nuland, declinó comentar sobre el asilo otorgado por Ecuador.
Mientras, Suecia convocó durante la jornada al embajador ecuatoriano en
Estocolmo para que explique sobre las acusaciones de parcialidad de la
Justicia sueca que Quito esgrimió para conceder el asilo a Assange. “Las
acusaciones que (el canciller ecuatoriano) virtió son graves y es
inaceptable que Ecuador quiera detener el proceso judicial sueco y la
cooperación judicial europea”, declaró el portavoz del ministerio sueco
de Relaciones Exteriores, Anders Jörle. Fue el ministro de Relaciones
Exteriores sueco, Carl Bildt, quien manifestó el rechazo a cualquier
acusación que indique que la Justicia de su país no garantiza los
derechos de la defensa. “Nuestro sólido sistema jurídico y
constitucional garantiza los derechos de todos”, declaró vía Twitter.
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