Política exterior / Idas y venidas del Gobierno
Halcones y palomas en la relación con EE.UU.
El
gobierno de Cristina Kirchner juega en estos días al doctor Jekyll y
Mister Hyde en su relación con Estados Unidos: el gabinete nacional está
dividido en sus posturas ante Washington y las órdenes que imparte la
Presidenta buscan objetar o elogiar alternativamente a la administración
de Barack Obama.
Este zigzagueo del Gobierno hacia Estados Unidos se
potenció la semana pasada con dos hechos dispares: la Cancillería se
quejó ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por las trabas a
las importaciones que impone Estados Unidos apenas cuatro días después
de que el Ministerio de Defensa avanzara en acuerdos de cooperación
militar con el subsecretario de Defensa, Frank Mora.
Esta división de aguas en la Casa Rosada fue tema
central de las charlas que hubo entre empresarios y dirigentes políticos
en los corrillos de la reunión anual del Consejo de la Américas, que se
hizo en el Hotel Alvear el jueves pasado.
"Acá hay una directiva de Cristina para cada actor del
Gobierno. Pero la relación con Estados Unidos siempre será tensa y
difícil porque así lo plantean ellos con todo el mundo", dijo una fuente
de la Casa Rosada que dialoga con el gobierno norteamericano.
Un destacado ministro admitió que hay dos alas opuestas en la Casa Rosada ante Washington.
Entre los "duros" se encuentran el canciller Héctor
Timerman; el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; la ministra de
Industria, Débora Giorgi; el ministro de Economía, Hernán Lorenzino; la
ministra de Seguridad, Nilda Garré, y el secretario de Comercio
Interior, Guillermo Moreno.
Todos estos respaldaron logística y políticamente la
estrategia de la Cancillería, al presentar una queja ante la OMC por las
trabas comerciales de Estados Unidos para la importación de carnes y
limones argentinos.
Entre los funcionarios "duros" que avalaron esta
postura ante los medios circuló un detallado informe que envió la
Cancillería donde sostiene que "las estadísticas de la OMC muestran que
el gobierno de Estados Unidos ha sido el destinatario de una de cada
cuatro controversias por barreras comerciales planteadas por los países
miembros de la OMC".
Otros de los temas que lideran estos sectores duros en
su puja contra Estados Unidos es la pelea con los fondos buitres y la
defensa al cerrojo financiero que se impuso para la salida de dólares al
exterior. También Garré dio señales claras a Washington de que la
Argentina no colaborará con la DEA en la lucha contra el narcotráfico.
Dialoguistas
Los sectores más "blandos" o dialoguistas con Estados
Unidos están representados por los ministros de Defensa, Arturo
Puricelli; de Justicia, Julio Alak; de Educación, Alberto Sileoni; de
Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, y el embajador argentino en
Washington, Jorge Argüello, que tiene que hacer un equilibrio supremo
entre halcones y palomas, pero que se inclina más por la moderación.
El resultado de mayor impacto político de este sector
lo dio Puricelli la semana pasada, cuando recibió a Frank Mora para
avanzar en acuerdos de cooperación militar y defensa con Estados Unidos.
La visita de este funcionario, que hace un año y medio
se enfrentó duramente con Timerman por el avión militar norteamericano
frenado en Ezeiza, resultó una sorpresa tanto para diplomáticos de
Washington como de Buenos Aires. Pero en concreto se resolvió reanudar
el intercambio de ayuda militar y "utilizar a las FF.AA. en apoyo a las
decisiones tomadas por autoridades civiles para establecer relaciones
cooperativas y transparentes", en palabras de Mora.
Por otra parte, estos sectores avanzaron en los últimos
meses con la embajada de Estados Unidos en el programa Bec.Ar, que
prevé becas en colaboración con la Comisión Fulbright para realizar
maestrías en los Estados Unidos en ciencia y tecnología. También el
Departamento de Energía de los Estados Unidos y la Secretaría de Energía
de Argentina trabajan juntos en temas de eficiencia energética y
energía renovable.
En materia de energía nuclear hubo acuerdos de
cooperación y la NASA, junto con la Conae, trabajaron juntas en el
lanzamiento del satélite SAC-D Aquarius. El Ministerio de Justicia
avanzó también en acuerdos con Estados Unidos en materia de derechos
humanos. De hecho, el viernes visitó las instalaciones de la ex ESMA el
diputado demócrata Maurice Hinchey. Aunque en el área de Alak la unidad
antilavado de Estados Unidos aún no está dispuesta a colaborar con la
Argentina luego de que la UIF filtró datos sensibles que manejaba
Washington.
Hacia el futuro inmediato, tanto los Hyde como los
Jekyll del Gobierno preven seguir con sus andanzas. No actúan
deliberadamente: reciben órdenes de Cristina Kirchner y han decidido
ajustarse con este esquema a las reglas de la diplomacia
norteamericana.
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